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Sin hipocresía

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Sin hipocresía

Introducción:

EL AFECTO FRATERNAL DEBE SER SIN HIPOCRESÍA

Me parece muy interesante el proceso que Dios está usando con nosotros durante todo este año para hacernos cada día más y más parecidos a Él, a Su imagen y a Su semejanza. Dios quiere darnos las pautas a seguir tanto en las cosas buenas que debemos hacer, como en las cosas malas que debemos evitar.

En esta oportunidad aprenderemos a como demostrar afecto o amor fraternal a nuestros hermanos. El Apóstol Pablo nos enseña en:

Romanos 12:9. El amor sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

1. EL AMOR.

“Amor” Pablo usa esta palabra para identificar ese sentimiento que busca lo mejor y lo supremo de Dios para la persona amada; incluye mi decisión y mi elección de dar de mí mismo por el bienestar de la otra persona sin considerar el costo o sacrificio personal.

2. SIN FINGIMIENTO – HIPOCRESÍA.

Aquí, Pablo utiliza la palabra para describir el amor que debe existir entre uno y otro. Anupokritos significa genuino – sincero – no hipócrita – contrario a un actor (hypokritos – de donde viene la palabra “hipócrita”) que se esconde tras una máscara y expresa sentimientos escritos en un manuscrito y no en el corazón.

“Fingimiento” o “hipocresía” era un término teatral para “hablar detrás de una máscara.” El amor no debe ser actuación ni falsificación. 2 Corintios 6:6. “En pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero

La definición del diccionario para Hipocresía es: “Vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad o sentimiento que uno no tiene”. Es vivir una mentira.

“Sin fingimiento” es sin hipocresía, franco, un amor que es genuino y sincero. No pretendas que amas, cuando no amas; no uses la mascara de amor. No pretendas que amas a alguien, demuéstralo. Ejemplos de amor hipócrita se encuentran en Santiago 2:14-16 y 1 Juan 3:16-18. Algunas personas aman con palabras pero no con hechos (1 Juan 3:18).

EL AMOR FINGIDO ES PECADO. ES HIPOCRESÍA.

Judas es un buen ejemplo bíblico. Él fingió tener devoción a Jesús para lograr sus propios fines egoístas. Cuando no pudo sacar más de él le traicionó por 30 monedas de plata.

Muchas veces el amor fingido es provocado por un anhelo egoísta. Es un anhelo de disfrutar del amor y la atención de los hermanos en la iglesia. Es un amor engañoso; lo tenemos sin darnos cuenta. Pensamos que amamos a otros cuando no es así.

Apreciamos y estamos agradecidos por lo que recibimos de otro, nos sentimos cómodos con esta persona; pero si no recibimos más lo que queremos sacar de la persona, enseguida le aborrecemos. Somos muy prontos en sacrificar su amistad, no estamos dispuestos a soportarle con paciencia. Efesios 4:2. “Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”.

Cuando un hermano tiene amor fingido se ofende fácilmente cuando alguien le corrige, tiene doble cara. Está dispuesto a aprobar la crítica injusta de otro en contra de su amigo porque tiene esperanza de recibir algo de los dos. Habla mal de su amigo a sus espaldas.

El amor de los cristianos entre sí debe ser sincero, libre de engaño, y libre de cumplidos sin significado y engañadores.

Recuerdo de un caso que me paso hace poco tiempo. Llegó a la iglesia un hermano con toda su familia; era muy expresivo y cariñoso y se veía que quería trabajar para el Señor. Cada vez que podía nos decía que quería formar parte de la alabanza; pero como nosotros teníamos nuestras reglas, no lo pusimos de una vez; sino que esperamos a conocerlo un poco más.

En el trayecto de espera, a mi me incomodaba los elogios que me daba, me decía que no era por tratar de conseguir algo, que nos admiraba mucho como pastores y que éramos muy importantes para él y para su familia. La verdad es que yo sentía que sus palabras eran infladas y que no eran verdaderas, que había hipocresía en ellas. No lo dije a nadie, solo oraba para que Dios sacara a la luz cualquier cosa oculta.

Al pasar unos meses, el insistió en su deseo de colaborar con la alabanza y surgió una necesidad y comenzamos a usarlo; al poco tiempo nos dimos cuenta que no solo quería colaborar; sino que quería ser el líder principal de la alabanza y cuando conversamos con él que ya había un líder y que debía someterse a él, dejo la alabanza y al poco tiempo no volvió a la iglesia y se fue a otra donde le pusieron de líder de alabanza como él quería. Nunca mas nos ha vuelto a llamar. Tenía un amor fingido, hipócrita. ¡Que pena!

¿Cómo vencer sobre el amor fingido? El mismo versículo 9, que estamos estudiando tiene la respuesta:

3. ABORRECED LO MALO.

“Aborreced lo malo” aparece aquí como una orden, un imperativo. Los creyentes necesitan sorprenderse y horrorizarse de lo malo (Leer 1 Tesalonicenses 5:21-22).

“Aborrecer” es odiar, rehuir de algo con horror, tal como rehuirías la muerte misma (de una raíz griega stug de la cual viene la palabra griega Styx que era el río del Hades, el río de la muerte).

“Lo malo” es lo vil, malvado. “Los que amáis al Señor, ABORRECED EL MAL” (Salmo 97:10 y ver Proverbios 8:13; Amos 5:15). Los cristianos deberían ser reconocidos tanto por su amor (Juan 13:35) como también por su odio. Debemos odiar las cosas que nuestro Dios odia.

Como cristianos, la primera cosa que tenemos que reconocer que el amor fingido es pecado. Si aborrecemos lo malo no podemos tolerarlo en nuestra vida. Si estuviéramos pasando por esto debemos arrepentimos y pedir perdón y la ayuda de Dios para vencer. Lo siguiente que tenemos que hacer es:

4. SEGUID LO BUENO.

“Seguid” es asirse firmemente a algo, estar aferrado y dedicado a lo que es bueno, estar atado a lo que es bueno.

No sólo debemos hacer lo que es bueno, sino que debemos aferrarnos a ello. Todo nuestro deber hacia los otros se resume en una palabra: Amor.

Creo importante que te preguntes en este momento.

¿Tengo en mi corazón amor verdadero, del que viene de Dios; o es amor hipócrita y fingido?

¿Qué tipo de pecados sigo teniendo en mi vida? Piensa en ellos por un momento. Pídele a Dios que te ayude a aborrecer esos pecados y a apartarte de ellos.

¿Qué cosas que deberías hacer no estás haciendo? Me refiero a cosas que sabes que el Señor quiere que hagas, que son buenas para ti y para los demás, y que no haces. Piensa en ello, y pídele al Señor que te ayude a hacer su voluntad, a “seguir lo bueno”.

Propón en tu corazón apartarte de todo lo que es malo, y seguir lo bueno en tu vida. Que tu vida sea un ejemplo para los demás de alguien que escoge hacer la voluntad de Dios siempre, que hace lo correcto, que se aparta del mal y sigue lo bueno: AMA A SUS HERMANOS CON EL AMOR DEL SEÑOR.

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.

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