Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Mirando lo eterno
Predica Cristiana Lectura Bíblica: Eclesiastés 3:11
Introducción:
Para esta época que estamos viviendo es muy común escuchar la expresión acerca del tiempo que dice “el tiempo está pasando rápido”. La oímos muy a menudo por distinto tipo de personas y no es realmente una expresión falsa, la verdad es que es muy cierto esto.
Lo más importante de todo esto es que no podemos perder nuestra mirada del regreso inminente de Cristo Jesús. Las preguntas:
¿Cuantos desean ir al cielo? Aparentemente una pregunta sencilla, pero que vale la pena ser analizada para una respuesta.
¿Cuantos desearían morir está noche?
No estoy preguntando cuántos están aburridos con sus vidas, o cuántos no aman sus vidas. Pero debemos saber que para estar delante del Señor, para verle a Él solo hay dos formas, una es morir y la otra es que Él venga por nosotros y esto corruptible se vista de incorruptible.
Hay un tremendo choque en esta pregunta, porque la verdad es que no queremos morir, a menos que estemos aburridos con la vida y desquiciados, pero de lo contrario tenemos muchas cosas que hacer. Planes, nuestra familia, amigos, sueños. Etc.
Eclesiastés 3:11 (RV60) “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin“.
En el ser humano está implantado por Dios el deseo de vivir, el deseo de eternidad, de vivir por siempre. Pero la mayoría de personas desearían vivir eternamente tal cómo están llevando sus vidas y no pasar por la muerte física.
La mayoría de personas ven la muerte física como el final de todo, pero para el creyente es solo el inicio de algo sin fin, es el inicio de lo eterno. Mi intención es que por un momento pensemos en la eternidad, y que podamos mirar hacia la eternidad de manera más seguida, tenerla más presente en nuestro diario caminar.
Desde que nacemos estamos muriendo.
El creyente va muriendo físicamente pero espiritualmente va acercándose más a la presencia de Dios.
2 Corintios 5:1 (NTV) “Pues sabemos que, cuando se desarme esta tienda de campaña terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas“.
Me gusta esto, mire como la Biblia cuando habla de este cuerpo se refiere a una tienda de campaña o un camping, pero al hablar del cielo se refiere a una casa. ¿Entendemos nosotros la diferencia?. Un camping es para lugares de paso, es desarmable, usted usa el camping cuando no está en su casa, cuando esta lejos de su casa por el contrario una casa no, donde se hizo ahí se queda. Esto me habla del lugar al que realmente pertenecemos, en este mundo estamos de camping, este cuerpo es como un camping desarmable, allá arriba tenemos nuestra verdadera casa.
2 Corintios 5:1 (NTV) “…Pues sabemos…”,
¿Usted sabe esto? Sabe que todos los días sencillamente más nos acercamos hacia nuestro fin aquí en la tierra y que estaremos delante del Señor. Piensa usted en esto, ¿realmente la eternidad está gobernando nuestra vida o nuestra vida la está gobernando lo temporal de este mundo junto con todos sus afanes?.
¿Anhelamos estar con el Señor o deseamos seguir viviendo en este mundo para llegar a cumplir nuestras metas o seguir disfrutando de este mundo?
Solo nos acordamos de la muerte en los funerales
Hay una gran realidad, y es que solo nos acordamos de la muerte cuando estamos en el funeral de alguien, la verdad es que todos vamos a morir y vamos a pasar una eternidad en uno de los dos lugares que hay.
Necesitamos ser muy conscientes de esta gran verdad, este cuerpo físico va a morir. Alguien dijo que en un funeral hay mas sabiduría que en ningún otro acontecimiento de la vida, pues solo en ese momento llegamos a tener verdadera conciencia de lo efímera que es nuestra existencia, de pensar en lo inútil de los afanes de la vida, de pensar que a nadie lo hay enterrado con sus posesiones por las cuales se desgasto durante toda su vida aun a costa de olvidarse de Dios y aplica muy bien lo dicho por Jesús cuando dijo: “…¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?…” (Marcos 8:36 [NBLH])
Pensar lo eterno
Un día algunos familiares, amigos o aún nosotros mismos no vamos a estar, sería bueno pensar lo eterno.
¿Si le quedara poco tiempo de vida? Pensemos en esto, resulta que por “x” o “y” razón usted se entera el tiempo que le resta de vida, la pregunta es, ¿seguiría viviendo de la forma que lo está haciendo? ¿Seguiría en enemistades, seguiría con los afanes, preocupaciones, seguiría llevando una relación con Dios distante, seguiría importándole poco las personas, el ayudar a otros, su familia?
Filipenses 1:21-22 (TLA) “…Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando. 22 En realidad, no sé qué es mejor, y me cuesta mucho trabajo elegir. En caso de seguir con vida, puedo serle útil a Dios aquí en la tierra; pero si muero, iré a reunirme con Jesucristo, lo cual es mil veces mejor…”
Vemos aquí el corazón de Pablo y es la forma en cómo digo yo deberíamos vivir todos los creyentes, pero la mayoría de nosotros no quisiera morir, porque no vemos a Cristo como lo veía Pablo y vemos este mundo de una forma muy diferente a como él la veía.
No es que Pablo deseara morirse o que estuviera aburrido con su vida, lo que si es cierto es que él deseaba estar con Cristo por la eternidad y sabía muy bien que para estar allá dos cosas debían de pasar. ¿Les parece esto algo radical?
Realmente, nosotros vemos el mundo o anhelamos estar en este mundo de la forma como Pablo anhelaba morir y estar con Cristo. La misma pasión de Pablo por estar delante del Señor es la misma pasión que algunos creyentes tienen por las cosas pasajeras de este mundo.
Filipenses 3:19-20 [NTV] “…Van camino a la destrucción. Su dios son sus propios apetitos, se jactan de cosas vergonzosas y sólo piensan en esta vida terrenal. 20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo. Y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador…”
Aquí el apóstol habla de los incrédulos y los creyentes y él dice, los incrédulos van camino a la destrucción, ellos solo piensan en esta vida, ese es el problema, el vivir como si sólo tuviéramos esta vida y ya, en no pensar en lo eterno, no pensar que un día moriremos.
Los incrédulos no piensan en lo eterno
Ese es el problema con los incrédulos, ellos no piensan en la eternidad, solo piensan para esta vida, solo para el ahora.
Por el contrario los creyentes debemos pensar distinto. Nosotros sabemos que no somos de aquí, que nuestra ciudadanía es celestial, no pertenecemos a este mundo, somos extraterrestres, todo nuestro ser no se puede adaptar a este sistema.
Juan 15:19 (NTV) “…Si pertenecieran al mundo, el mundo los amaría como a uno de los suyos, pero ustedes ya no forman parte del mundo. Yo los elegí para que salieran del mundo, por eso el mundo los odia…”
Es como si colocamos a un águila a vivir con gallinas, la estructura del águila es para vivir en las alturas, su cuerpo es para vivir arriba, así mismo nosotros los creyentes, no pertenecemos a este mundo. Nuestra forma de vida está totalmente en contra de todo el sistema mundano.
Cristo viene nuevamente
La segunda parte de Filipenses 3:20 dice: “…Y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador…”
Vivimos esperando a nuestro Señor, ¿usted está esperando a Cristo? ¿De verdad lo anhelamos? Me gusta investigar acerca de la iglesia primitiva, ellos realmente esperaban a Cristo, eran una iglesia perseguida, los buscaban para matarlos, para ellos su única esperanza era que Cristo regresará, ser librados de sus tormentos, ellos no tenían nada en este mundo y no anhelaban nada de él, solo estar con Cristo.
Tristemente nosotros en este tiempo estamos muy cómodos, algunos dirán los tiempos han cambiado, claro que han cambiado y nos hemos acomodado en este mundo, no hay persecución, por lo menos no en esta parte del mundo, el cristianismo es muy aceptado por una gran mayoría y la iglesia no espera a Cristo en la misma intensidad que lo esperaba la iglesia primitiva.
Para ellos su regreso era su única solución, para nosotros ahora es solo un evento más.
“…No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón…” (Mateo 6:19-21)
Que tremendo este pasaje, nos habla de la razón principal por la que no anhelamos estar con el Señor, porque nuestro tesoro está en este mundo.
Donde esté lo valioso para nosotros, allí deseamos estar dice la palabra. Si para usted Cristo es esa perla de gran valor, entonces deseará estar arriba, por el contrario si encuentras mas valioso las posesiones terrenales que a Cristo, entonces su deseo sera amarrarte a este mundo y no querer salir de el, y no estoy hablando que la riquezas sean malas lo malo es el amor por ellas. Gane todo lo que pueda, y de todo lo que pueda.
No nos afanan los problemas
2 Corintios 4:18 “…No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas…”
Leyendo este pasaje suena contradictorio, Pablo dice, no mirando lo que se ve, sino mirando lo que no se ve porque lo que no se ve es eterno. En la palabra Dios siempre nos invita a constantemente estar mirando con los ojos de la fe hacia lo invisible, hacia lo eterno.
De Moisés se dice que se sostuvo como viendo al invisible. Leamos el contexto de este pasaje:
2 Corintios 4:16-18 (TLA) “…Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza. 17 Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa. 18 Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna…”
Todo lo que vemos ahora es pasajero
- ¿Tiene usted problemas?. Es pasajero.
- ¿Tiene usted deudas?. Es pasajero.
- ¿Esta enfermo?. Es pasajero.
- ¿Se preocupa por el futuro?. Es temporal.
Lo que debemos tener presente usted y yo, es que tenemos una eternidad con Cristo. Hay vida eterna, nos espera una eternidad por delante.
No nos desvela nada de este mundo
- 1 Corintios 7:31 (RV60) “…y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa…”
- 1 Corintios 7:31 (NTV) “…Los que usan las cosas del mundo no deberían apegarse a ellas. Pues este mundo, tal como lo conocemos, pronto desaparecerá…”
¿Quienes usan las cosas de este mundo? Todos.
¿Es malo hacerlo? No.
¿Qué es lo malo? Vivir apegados a esas cosas, Señor ayúdanos.
El problema con la mayoría de creyentes es que estamos tan acostumbrados a las cosas del mundo, que nos hemos olvidado acerca de lo eterno, no está mal atender asuntos en el mundo, pero vivir de tal forma como si sólo fuéramos a vivir en esta tierra es absurdo.
Quisiéramos vivir toda la vida pero aquí en esta tierra y eso no es así, un día todo lo que vemos desaparecerá, ya no estará,
Hebreos 11:8-16 (TLA)
“…Abraham confió en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera de su tierra para ir al país que le daría, aun cuando no sabía hacia dónde iba. 9 Abraham confió tanto en Dios que vivió como un extranjero en el país que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, igual que Isaac y Jacob, a quienes Dios también les había prometido ese país. 10 Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes. 11 Abraham confió en Dios y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo, Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa. 12 Por eso Abraham, aun cuando ya iba a morir, pudo tener tantos descendientes como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. ¡Nadie puede contarlos! 13 Todas las personas que hemos mencionado murieron sin recibir las cosas que Dios les había prometido. Pero como ellos confiaban en Dios, las vieron desde lejos y se alegraron, pues sabían que en este mundo ellos estaban de paso, como los extranjeros. 14 Queda claro, entonces, que quienes reconocen esto todavía buscan un país propio, 15 y que no están pensando en volver al país de donde salieron, pues de otra manera hubieran regresado allá. 16 Lo que desean es tener un país mejor en el cielo. Por eso Dios les ha preparado una ciudad, y no tiene vergüenza de que le llamen su Dios.”
Lo que la palabra está diciendo es que Dios ordena a Abraham que salga de su tierra, del lugar donde nació y se vaya a un lugar nuevo, uno que Dios le mostraría, una tierra prometida pero la biblia da entender que Abraham llegó a ese lugar y no se sentía conforme, no se sentía a gusto con esa tierra porque él estaba esperando la verdadera, la celestial y por eso hábito en tiendas de campaña no fabrico casas y lo mismo hicieron Isaac y Jacob.
Una analogía de la vida de creyentes, fuimos tomados por Cristo del lugar donde estábamos, del lugar de donde pertenecíamos, teníamos nuestra parentela, éramos hijos del diablo.
Pero Cristo nos llamó a salir de ese lugar y nos llevó a otro distinto donde ahora somos hijos de Dios, es un lugar de bendición, una tierra especial pero al igual que Abraham el creyente no está a gusto porque sabe que hay algo mejor preparado, ahora es solo el abre bocas de lo que vendrá.
Al igual que Abraham estamos esperando esa patria celestial y mientras eso pasa aca abajo estamos haciendo lo agradable delante del Señor y sirviéndole sólo a Él.
El peligro más grande para el cristianismo hoy
Hoy por hoy nos enfrentamos a un asesino de la fe silencioso, nos enfrentamos ante algo que Satanás está usando con mucha astucia para evitar la comunión del creyente con Dios, y así tenerte debilitado y lleno de desánimo.
Estoy hablando del entretenimiento, para el creyente promedio es fácil evitar lo que claramente sabemos que es pecado, tenemos identificado todo lo que es pecado y nos apartamos, pero que tan fácil hemos caído en el entretenimiento.
¿A qué me refiero con entretenimiento?, bueno, todo lo que entretiene jejeje. Usted dirá, ¿hermano es pecado el entretenimiento? Yo le respondo que no.
- El dilema aparece cuando el tiempo dedicado al entretenimiento excede los límites y me roba el tiempo que debería dedicarle a Dios.
- El problema es cuando tengo más pasión por hacer algo que me entretiene que de Dios.
- La dificultad es que el entretenimiento te mantiene entretenido valga la redundancia en los asuntos del mundo y te quita la mirada a lo eterno.
Como cuando a los caballos que halaban zorras les colocaban algo que tapaba la visión horizontal y solo les permitía ver en una sola dirección, el entretenimiento solo nos permite ver en dirección a lo temporal.
El problema es cuando hacemos del entretenimiento una prioridad en mi vida y le sedo tiempo a algo que no me aporta en nada y le restó tiempo a cosas que si me edifican.
Todo el entretenimiento de este mundo no estará en lo eterno.
Filipenses 3:8 (NTV) “…Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo…”
Que pasión la de este hombre por Dios, realmente algo nos está faltando a nosotros hoy día y es pasión por Cristo, algo pasa al cristianismo de hoy en día, no tenemos pasión por Él.
- Aún así queremos que nuestra familia le busque a el, cuando ellos no ven nada de pasión por Cristo.
- Aún así queremos que nuestros hijos busquen de Dios, cuando ellos no han podido ver en nosotros pasión por Cristo.
Queremos que ellos le sirvan pero nosotros no lo hacemos o lo hacemos de cualquier forma. Deseamos que ellos busquen de Dios pero no les enseñamos hacerlo, no les enseñamos a orar, a leer y practicar la palabra.
Queremos que ellos busquen lo eterno pero nos sentamos con ellos todas las noches frente al televisor y los exponemos a toda la basura que pasan por ella. El mundo práctica con más pasión el pecado que lo que nosotros los creyentes amamos al Señor.
Conclusión
La gente se preocupa por un buen lugar en la tierra, pero no en la eternidad.
Que triste que la mayoría de personas se preocupan en tener una buena posición social, se preocupan en un buen lugar para vivir aquí en la tierra, aquí donde todo será temporal, pero no sé preocupan por el lugar donde van a estar en la eternidad.
Jesús fue muy claro al hablar de esto, Él hablo de dos lugares, el cielo o el infierno, para ir al infierno no hay que hacer nada, solo vivir la vida, pero para ir al cielo hay que morir a esta vida.
Tenemos que negarnos a nosotros mismos, arrepentirnos y aceptar a Jesús como nuestro salvador, y vivir no conforme a mis deseos, sino conforme a los deseos de Dios.
© Luis Ortiz. Todos los derechos reservados.
Excelente mensaje, muchas gracias por compartir Que Dios siga bendiciendo tu vida y la obra
amen, gracias, la gloria sea al señor, igualmente bendiciones.
El señor te bendiga y te guarde para que sigas bendiciendo vidas con tus predicas
amen, gracias, bendiciones, que bueno saber que la palabra bendice a las personas.