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Una joya preciosa

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Una joya preciosa

Predica Cristiana Lectura Bíblica: 1 Pedro 2:1-5

Introducción

Como hijo de Dios debes saber que tienes todo para ser una joya preciosa, pero el Señor te dice: “Quita las escorias de la plata, Y saldrá alhaja al fundidorProverbios 25:4, porque para que el fundidor pueda hacer una joya la plata no debe tener escorias, ya que por mejor que sea el que funde y preciosa la materia prima, si no está purificada no saldrá nada bueno de ella.

Leamos la palabra de Dios en 1 Pedro 2:1-5

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.

Todos los creyentes son valiosos

Para el Señor todos los creyentes son valiosísimos, pero la realidad muestra que no todos terminan convirtiéndose en la joya que Dios esperaba, y esto sucede porque no se quitan las escorias del mundo de su vida; es que muchos piensan que el fundidor, que es el Señor, se ocupará de quitar las escorias cuando en realidad es una tarea que debemos hacer cada uno de nosotros, pues se trata de nuestra propia vida.

Si queremos ser esa joya para lo que nos ha llamado el Señor, necesitamos entender que debemos ver la realidad de nuestra vida, pues esto nos permitirá identificarlas para luego quitar las escorias que todavía arrastramos del mundo, para luego poder purificarnos y que recién ahí Dios pueda hacer una obra preciosa en nosotros, y a través de nosotros en todos aquellos a quienes presentemos el evangelio de la salvación.

Puede hacer un día o veinte años que conozcas el evangelio y te congregues, pero déjame decirte que por más que avances el proceso y escales algunas posiciones en la iglesia, si las escorias del mundo siguen estando en tu vida, se frustrará la concreción de la joya y tu ministerio no se desarrollará conforme el Señor lo ha previsto.

Esas escorias de las que hablo pueden ser internas, como serían los pecados no confesados, o los confesados pero no abandonados; quizás pueden ser los hábitos que van contra la Palabra de Dios que no has reconocido, o que habiéndolos reconocido como existentes en tu vida cristiana, no los has abandonado.

O las escorias también pueden ser externas, como serían las relaciones que dañan tu relación con el Señor ya sea que lo hagas inconscientemente, o siendo consciente de que esa relación te aparta de la bendición de Dios, no la dejas de lado y la mantienes; o como los ámbitos que frecuentas y que no están conformes a la Palabra de Dios aunque lo hagas inconscientemente, o siendo consciente de que son una piedra de tropiezo para tu ministerio no los dejas y sigues moviéndote en ellos.

Para que puedas desarrollarte en cada tarea que el Señor ha dispuesto que lleves adelante, y ser esa joya preciosa que anhela tener a Su servicio, es necesario que quites toda la escoria de las distintas áreas de tu vida; y como pastores debemos saber que si los creyentes a quienes discipulamos no quitan sus escorias, esos discípulos no crecerán, no se desarrollarán, y nunca alcanzarán la madurez necesaria para llevar adelante un ministerio, por más que nos esforcemos o alentemos.

Y para lograr esta limpieza debemos buscar la inteligencia espiritual, no la sabiduría humana “porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólicaSantiago 3:15, mientras que “la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresíaSantiago 3:17, “por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritualColosenses 1:9.

Podemos hablar de los distintos tipos de inteligencia que expresa la humanidad, pero existe una inteligencia superior, es la inteligencia espiritual y es la que debemos buscar como hijos de Dios ya que es la que nos permite aplicar los principios de la Palabra de Dios en el momento necesario de nuestra vida.

Por lo que vemos, la inteligencia espiritual debería diferenciar a los creyentes de los que no lo son, pero lo cierto es que no siempre sucede esto, y hay creyentes que frente a situaciones positivas como negativas actúan sin inteligencia espiritual.

Por ejemplo, frente a una prueba no recuerdan las promesas de Dios para su vida, al concretar un logro no le dan la gloria al Señor por lo ocurrido, en un desafío no desatan fe para encararlo, y al recibir una bendición se olvidan del que los bendice.

La clase de vida que lleves como cristiano, estará determinada en gran manera por la inteligencia espiritual que tengas, pero además debes saber que cuando desarrollas la inteligencia espiritual no solo eres bendecido tú, sino que también son bendecidos los que te rodean, y serás de bendición a los demás con tu ejemplo, ya que al desarrollar inteligencia espiritual crecerás en el conocimiento de Dios, además de conocer el amor y el poder de Él al experimentarlo en tu vida llevando fruto en toda buena obra, porque actúas agradando al Señor en todo.

Dios nunca deja de trabajar en nuestra vida

Pero la tarea es nuestra, es personal, somos nosotros quienes debemos quitar sin demora todas las escorias que tengamos del mundo para que el Señor pueda completar su obra en nosotros y nos convirtamos en la alhaja que el Señor determinó que seamos.

Pon esto en tu mente, somos una joya preciosa y valiosa delante de Dios, “acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo1 Pedro 2:4-5.

Los hombres del mundo desecharon a Jesús, y a nosotros también nos han desechado y nos seguirán desechando por creer y seguir a Cristo, pero también por eso somos bienaventurados, pues “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarseRomanos 8:16-18.

El Señor nos dio vida cuando anduvimos muertos en la vanidad de nuestra mente, caminando en vuestro propio entendimiento y engaño del corazón, fue el único que se acordó de nosotros mientras íbamos de aquí para allá sin importarnos la salvación; frente a todo esto que veníamos haciendo, el Salvador se ofreció asimismo y nos llamó por nombre y nos dijo:

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” Apocalipsis 2:17

“entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más DesoladaIsaías 62:4-6.

Y para convertirnos en esa joya preciosa es necesario ser edificados como casa espiritual, lo que quiere decir que crezcamos en la Palabra de Dios, que nos edifiquemos mutuamente los unos a los otros en su Palabra, aprendiendo y recordándonos las promesas que ahí están, pero no solamente eso sino que empecemos a hacer, que pongamos manos a la obra; que quitemos esos pensamientos, esas cosas que estamos haciendo mal, para que el Señor ponga un nuevo corazón en nosotros.

No importa si estás caminando en Cristo hace mucho tiempo o no, necesitas que haya un avivamiento en tu corazón; ¿Cómo es posible que vayas a congregarte y no cantes ni alces tus manos al Padre para adorarle?

¿De qué manera es posible que cuando vas a la iglesia o cuando ores en lo privado no derrames tu vida en adoración delante del Señor y le empieces a agradecer por el milagro de la salvación? ¿Cómo es posible que no pienses que hoy estás donde estás por la obra y el infinito amor de Jesucristo que hizo de ti una preciosa obra de arte que te ha convertido en una joya preciosa, y no precisamente porque te lo merezcas.

Piensa si no estás equivocado y necesitas humillarte, porque así como Dios te ha dado, también puede probar tu corazón y quitarte esas cosas que están robando tu atención y están impidiendo que Dios sea el centro y lo fundamental de tu vida; piensa que Él puede remover esas cosas por un tiempo, para ver quién eres en realidad, si eres realmente el que se hace llamar cristiano o no, para ver si realmente andas en la fe o no, “fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesosProverbios 3:5-8.

Conclusión

Deja ahora que su amor quebrante tu corazón, mengua para que Él pueda crecer en tu vida, Cristo no crece en una persona que se ama más asimismo que a Él, Cristo no crece en una persona que está arraigada en las cosas de este mundo y no tiene su vista en lo celestial, fuimos redimidos para alabar a Dios, para anunciar las buenas nuevas y vivir una vida en libertad gozando de su amor.

Pero no podemos hacer nada de esto si no decidimos crucificar al viejo yo de una vez por todas, no podemos engañarnos a nosotros mismos, acerquémonos a Cristo y pongamos todo eso que nos ha alejado de buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia.

Dios te diseñó para que seas una joya preciosa, para que haya un cambio donde tú tienes que dar tu parte para salir de ese encierro donde estás desperdiciando tus dones y talentos, donde no estás amando a Dios con toda tu alma, mente, fuerzas y corazón, para volver y alabar a Dios con regocijo.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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