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Problemas con la unción

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Problemas con la unción

Introducción

La semana pasada hablamos de la necesidad e importancia que tiene el contar con la unción de Dios en nuestras vidas, pues es esa unción la que nos dota del poder para hacer la obra y voluntad del Señor.

Ahora sabemos la importancia de tener la unción, pero un error muy común que cometen los cristianos es que se ponen a hablar de lo que el Señor les dio, de la promesa que recibió, o del ministerio que el Señor depositó en su vida; se ponen a hablar de todas estas cosas, pero lo que no hacen es ponerse a trabajar para cumplir con esa voluntad de Dios para sus vidas que les fuera revelada, solamente se ponen a hablar y a hablar…

El cristiano tiene que saber que la gente no está esperando escuchar lo que Dios hará con ellos, sino que esto tiene que pasar desapercibido desde las palabras para ser visto en los hechos concretos, en los cambios de vida de esos cristianos que tanto hablan, o sea, sus testimonios tienen que imponerse espiritualmente, marcar la presencia de Dios que se mueve a su alrededor, y para eso no tiene que hablar sino hacer; Dios nos da la unción para que sirvamos de manera efectiva, pues nuestro Dios es sobrenatural y nuestro servicio también debe serlo.

Leamos la palabra de Dios

Hechos 4:31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”, y con esa unción, hacemos nuestro Lucas 4:18Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”.

La unción

Puede definirse, además de lo que dijimos la semana pasada, como: Dios, a través de la carne, realizando obras que la carne no puede hacer, es decir, Dios ejecutando acciones que sólo Él puede realizar, y haciéndolas a través de carne y sangre y “tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros2 Corintios 4:7.

Ser ungido por Dios no es sólo ser elegido, sino también ser investido de poder por Él para realizar la tarea, u ocupar una posición a la cual Él lo ha llamado en Su obra como dijimos, pues la unción es el Espíritu y el poder de Dios para servir en este mundo.

Es así que aunque muchos no lo creen, Jesús nos ha dado la misma presencia del Espíritu Santo y el mismo poder para que sirvamos en esta Tierra con el mismo poder que Él tuvo en Su ministerio, y por eso dijo: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al PadreJuan 14:12.

Pero hay gente que se enamoran de la promesa o Palabra recibida, entonces hablan y hablan de su don, talento, promesa, o ministerio, y de vez en cuando lo ponen por obra o hacen algo para avanzar en la promesa.

Pero el día que alguien le exige algo más en cuanto al conocimiento del Señor, o no van más a la iglesia si el que le preguntó fue el Pastor o algún líder, o dejan de lado la promesa porque aún no se cumplió y no le permite tener un lugar relevante en la obra, pero no se dan cuenta de que el problema es que se enamoraron de la promesa, o del lugar que el Señor le había prometido, en vez de enamorarse del Señor.

Hay cristianos que vienen a la reunión, participan de ella, y después que participaron se ponen a charlar o se distraen con cualquier cosa, es como que dicen: Ya terminé de hacer lo mío, ya cumplí con el Señor, así que me siento cómodamente a esperar la próxima reunión para volver a participar; o lo que es peor todavía, trabajaron en la reunión, hacen su parte en la misma y después se van al baño, y se empiezan todos a mover, o les agarró sed, o tienen un cansancio insoportable.

Ahora, cuando el resto de la congregación ve esto, ¿qué piensa? ¿Estaban sirviendo a Dios o estaban sirviendo a su propio ego que lo llevaba a hacerse notar en el culto?

Pues lo que demuestran es que solamente vienen y se muestran, pero no son parte del culto, y esto sucede por ejemplo, cuando los músicos participan, pero cuando viene la parte de la ofrenda se hacen todos los distraídos, donde seguro que alguno piensa: Yo ofrendo con mis labios, y esto es porque piensan: Yo vengo, participo y me voy.

También hay cristianos que piensan que porque llevan un tiempo en la congregación, o en un grupo de trabajo, tienen el derecho a un lugar en el altar, es como que todos quieren llegar al altar porque saben que es un lugar especial, pero no se preocupan en prepararse, fundamentalmente en lo espiritual, para ocupar semejante lugar; o lo que es peor, algunos se creen sus propios engaños, y olvidando que “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perversoJeremías 17:9

¿Que les quiero decir con esto? Lo que les estoy diciendo es que les agarra el espíritu de su ego, y en vez de llevar a la iglesia la unción, se ponen en lugar de ministros solitarios frente a la gente que quiere buscar a Dios, gente que quiere conocer a Dios pero no pueden porque este se pone en delegado directo del Señor y en realidad los aleja de Él.

Nuestra misión es llevar al pueblo a buscar y adorar a Dios, “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandadoMateo 28:20

Los ministros solitarios, los que creen que hacer la obra del Señor es hacer un show, o la iglesia convertida en club social, se murió; el pueblo de Dios será el pueblo que adora, la iglesia del Señor será la iglesia que adora, las iglesias que desarrollan su culto en base a la unción y no a un programa o un show.

¿Entienden la diferencia?, cuando la gente viene a participar de un programa no viene a meterse en la unción, no busca entrar en la presencia de Dios, vienen a participar de un programa en el cual vienen y se sientan, siendo que como pastores queremos que todos sean parte de la celebración ya que todos tenemos que adorar, y todos tenemos que meternos en la unción, pero también debemos saber que la adoración no se enseña, sino que la adoración se experimenta y no se confunde con la emoción que les hacer creer que el que llora más es porque Dios lo está tocando más.

¿Cuántos realmente sintieron alguna vez la unción de Dios?, porque cuando vienen a la iglesia sin buscar de Dios en la semana, y no adoraron en sus casas, no son adoradores, ya que la unción se activa con la adoración privada, de manera que cuando eres un adorador y vas a la iglesia, no tienes que ponerte a orar ahí para ver si lo encuentras al Señor, ya tienes unción privada y puedes llenarte de la unción, e incluso puedes impartirla a quien busque al Señor de corazón; pero lo que sucede una vez no sirve de nada, la unción que cae en el cuerpo de la iglesia no sirve de nada si cuando salen de la iglesia no se activa la unción y te lleva a la adoración privada, ya que se retroalimentan mutuamente.

Como pastores, ¿cómo sabemos que un hermano entró en la unción?

Porque cuando viene a la iglesia puede adorar al Señor porque ya adoró en su casa, y cuando se va no está a renegando en la esquina por los niños, el hermano, el colectivo, o lo que gastó, sino que lo que le pasó en la iglesia le activa su búsqueda privada del Señor desde la misma salida de la iglesia, y esta búsqueda se mantiene durante la semana y sobre todo en medio de las dificultades.

Y cuando no adoramos en nuestra casa durante la semana es como llegar tarde a la reunión, es como empezar tarde; fíjense que cuando vamos al cine está lleno pero nadie habla, se apaga la luz y todos miran la película; llegar a horario, quedarse callado, y hacer lo que vienes a hacer, es una cuestión de coherencia, pero hay cristianos que vienen a la iglesia y no valoran el lugar que están, ni el privilegio que les da el Señor de ubicarse frente a ellos, creen que siguen en la casa, y esto tiene que morir a través nuestra adoración privada constante.

Y quiero decirte que para entrar en la presencia del Señor no tienes que esperar hasta la adoración, pues cuando habitualmente adoras en tu casa, la unción cae desde el mismo momento en que llegas a la casa del Señor, la unción esta sobre ti desde el momento en que comienzas a festejar con la alabanza y el júbilo, podemos entrar en la presencia cuando decidimos hacerlo, porque el velo se ha roto y no se necesita un programa para experimentar la unción del Espíritu de Dios, sino una búsqueda sincera del Señor.

Conclusión

Si usted está en Cristo, hay una unción para cada cosa a la que usted ha sido llamado, no importa qué tan pequeña o qué tan grande sea la tarea, y esto es lo que Pablo quiso decir cuando dijo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortaleceFilipenses 4:13, se refería a la unción.

Y esa misma unción que nos permitió nacer de nuevo es la que sanará nuestro cuerpo, nos ayudará a tener éxito en cada cosa que emprendamos, ya que “poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra2 Corintios 9:8, y nos dará el poder para prosperar en espíritu, alma y cuerpo, y en cualquier aspecto de nuestra vida, pero para esto debes llenarte de la unción de Dios.

© José R. Hernandez. Todos los derechos reservados.

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