El noviazgo según el diseño divino

Julio Ruiz

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Predicas Cristianas - Novio(a): ¿quién lo necesita?

El noviazgo según el diseño divino

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III. DIOS TRABAJA EN QUIÉN SERÁ TU PAREJA

1. Poniéndote a descansar en su voluntad (vers. 21)

Este es un texto extraordinario. Lo primero que observo es la total iniciativa divina en este asunto del noviazgo según el diseño de Dios. Una cosa es dormir porque estamos muy cansados, o dormir con alguna anestesia, pero otra muy distinta es dormir por disposición divina.

He aquí un asunto importantísimo en lo que respecta conocer la voluntad de Dios acerca del hombre o la mujer con quien me casaré. Por lo general el joven está muy “despierto” en este asunto, en lugar de dormir en la voluntad del Padre.

Por andar tan “despiertos” es que muchos jóvenes no se paran en “buscar” a la persona con quien desean tener un noviazgo. Esta sociedad contribuye para eso. Muchos padres tan bien son responsables, pues en lugar de preparar a sus hijos en esto, hasta promueven relaciones previas al mismo matrimonio. Amado joven, no te adelantes al sueño de Dios.

Lo que él tiene preparado es mejor de lo que tú estas buscando. Yo tuve que entender la importancia de esto. Cuando estaba en esa búsqueda me di cuenta las veces que me equivoqué. Pero después de descansar en su voluntad y dejar a Dios que me diera a mi esposa, apareció mi amada Carmen con quien cumpliré 40 años de casado este junio 2/2019.

2. Trayéndote a la persona que ha formado (vers. 20)

Le invito a que use su imaginación por un momento. Después que Adán durmió, Dios los despertó y lo llevó al altar donde se daría la boda, por cierto, lleno de muchas flores, plantas y la música era el canto de las aves. De la costilla que le sacó Dios formó la preciosa mujer. Ahora imagínese al mismo Dios trayéndosela y oficiando aquel primer matrimonio, dándoles su bendición.

Cuando Dios escoge para nosotros la novia o el novio hay una total paz, seguridad y felicidad permanente. Se ha dado cuenta que Adán nunca se divorcio y se volvió a casar (broma). Él duró 930 años casado. Muchos jóvenes fracasan en esto porque son ellos los que buscan y no dejan que sea Dios quien prepare y le traiga a la persona que será su ayuda idónea.

Observe la aprobación de Adán. Se da cuenta que él no protestó porque no le gustó lo que Dios le trajo, al contrario, él dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne…” (vers. 23).

Cuando dejas que sea Dios que traiga a tu pareja tendrás paz por el resto de tu vida y el amor entre los dos será la nota distintiva. Dios nunca se equivoca porque él mira el corazón no la apariencia.

IV. DIOS TE BENDECIRÁ CON UNA UNIÓN EXCLUSIVA

1. Solos para formar un hogar (vers. 24)

El noviazgo según el diseño del cielo es que termine en un santo matrimonio. La idea de tener muchos noviazgos antes del matrimonio no es divina, es humana. El plan de Dios fue que el hombre y la mujer gozaran de una unión exclusiva, sin interferencia y de completa privacidad.

Este es uno de los más santos misterios del matrimonio. “El que se casa, casa quiere” dice el dicho. Y esto es así porque el primero que no quiere que molesten a la pareja es Dios. Él bendice esa privacidad porque el creo el sexo para que fuera disfrutado en esa condición.

La relación sexual debe estar reservada para el momento cuando usted esté suficientemente preparado, maduro, con su trabajo y que tenga que dejar a sus padres porque se unirá su mujer para ser una sola carne.

El deseo de Dios en este diseño para el noviazgo es que tú y tu pareja alcancen una unión, no sólo física, sino emocional y espiritual.  El sexo fue creado por Dios, por lo tanto, es santo. Ser “una sola carne” es el diseño de Dios para ser disfrutado en un santo matrimonio.

2. Solos sin avergonzarse (vers. 25)

Este texto cierra todo el diseño de Dios para el noviazgo. No está puesto como una añadidura. Dios quiere que cada pareja viva sin preocupaciones en cuanto a la fidelidad del uno para con el otro; que no haya secretos, ninguna vergüenza de ningún tipo. El reto que debe trazarse cada joven al conocer a su pareja debe ser este: vivir “desnudos” sin tener que avergonzarse.

Que la fidelidad sea el distintivo de esa santa relación. La mejor manera como puedo entender este texto “estar desnudo sin avergonzarse” es de una vida de santidad, con lo que más luchará una pareja. Y la idea de la santidad en una pareja es aquel estado donde ambos optan por mantener los valores morales y espirituales como un estandarte para el resto de sus vidas.

El desafío es que, mientras el pecado no está presente, no habrá razones para avergonzarse. Apreciados jóvenes, culviten en su temprana edad la santidad en sus cuerpos para que cuando sean adultos y tengan sus parejas rechacen cualquier oferta que venga a manchar el pacto de fidelidad que una vez se ofrecieron. Consérvate puro, fue el mandado de Pablo a su joven Timoteo.

CONCLUSIÓN

Mis apreciados jóvenes nada es más hermoso que encontrar el amor de tu vida, pero que venga de Dios. Adán estaba fascinado por lo que estaba frente a sus ojos y Eva, por consiguiente.

Es verdad que se conocieron “en un abrir y cerrar de ojos”, porque ciertamente Adán estaba dormido, pero cuando los dos se vieron, quedaron enamorados y allí estaba el Señor con ellos, celebrando aquella bella unión.

¿Sabían que cuando permitimos que Dios tome el control de esta área tan importante de tu vida, podemos tener la seguridad de encontrar a la mejor pareja que se pueda imaginar? Mi apreciada joven, tu no tienes que besar un sapo, como el cuento de hadas, para encontrar el príncipe azul. Dios está trabajando para presentarte al hombre o la mujer que él sabe que será tu ayuda idónea.

Por favor, no ayudes a Dios en ese trabajo. No te adelantes. Búscale de rodillas, en plena comunión, en santidad y él te concederá las peticiones de tu corazón. Dios no te dará ni un hombre feo ni una mujer fea. Te dará una ayuda idónea. Eso debe ser lo más importante.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

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