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Como el rocio

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Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Como el rocio

Introducción

Jesús no decía nada que no fuera necesario, no pensaba tonterías, no se inclinaba a lo vulgar, no perdía el tiempo sin hacer nada. Él no tenía intereses personales, no era curioso por lo que no le interesaba saber que hacían los demás. En fin, no gastaba Su vida con las cosas vanas del mundo como muchas veces hacemos los cristianos.

Es decir que cuando escoge a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañen al Monte Hermón sabía lo que estaba haciendo. Hizo una elección y no le preocupó si los demás quedaban lastimados o resentidos. Teniendo Su objetivo bien definido, escogía lo que debía ser escogido y hacía lo que necesitaba ser hecho.

porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo2 Pedro 1:16-18.

Lo mismo sucedió cuando escogió el Monte Hermón, pues podrían preguntarnos por qué no el Monte de los Olivos, o por qué no el Monte Carmelo, o por qué no el Monte de las Bienaventuranzas, donde enseñó los secretos de la vida eterna, y la respuesta la encontramos en la Palabra del día de hoy.

Leamos entonces la Palabra de Dios

Salmo 133:1-3¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.”

El Monte Hermón es el monte más alto en todo Israel.

En su cima siempre hay nieve y desde allí brotan dos de las mayores fuentes de agua del río Jordán que le dan de beber a todo el pueblo de Israel. Mientras que el rocío que desciende por sus laderas humedece todo el territorio que lo rodea.

El rocío sale del Hermón y desciende sobre los montes de Sion. Pero de un punto al otro hay cientos de kilómetros, viaja desde el norte hasta el sur y por donde pasa, humedece la tierra, dando su frescura a las plantas, a los árboles frutales y a las flores. Humedece los campos cultivados y la tierra que ha sido plantada con semillas, es decir que por donde pasa el rocío del Hermón hay fruto, hay bendición, las semillas que han sido plantadas germinan y producen fruto.

Al escoger el Monte Hermón, el Señor quería llevar la atención de los discípulos a lo que representa en el salmo, un salmo que es profético porque habla de la unidad, de la armonía y de la perfecta paz de los hijos de Dios, y muestra con exactitud la familia de Dios reunida alrededor de Su trono, por lo que David exclama: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!.”

Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.

La armonía que podemos disfrutar en el cuerpo de Cristo cuando aprendemos a buscar primeramente al reino de Dios y su justicia, Mateo 6:33, entendiendo que es ahí donde encontramos la paz y las bendiciones. De manera que si las cosas en la iglesia marchan como Dios ha planeado, la relación que mantenemos con nuestros hermanos en Cristo es una pequeña muestra de lo que tendremos en el cielo. Es decir, amor, armonía y paz, siendo nuestro mayor deseo alabar a Dios por siempre.

Mirad cuán bueno y cuán delicioso es ver a los hijos de Dios reunidos alrededor del Trono, es como el buen óleo sobre la cabeza, ese que provoca el derramamiento del Espíritu Santo como unción, una experiencia que solo pueden contar quienes han tenido ese revestimiento un día, es como el rocío de Hermón que desciende de Dios para darnos la plenitud de la vida a quienes se gozan en Su presencia.

Cuando Aarón y sus hijos fueron ungidos por Dios se convirtieron en los hombres por los cuales Dios derramaría Sus bendiciones sobre todo el pueblo. Luego, Jesucristo sería el único y verdadero Sumo Sacerdote ungido por Dios por medio de quien Dios nos bendice sin límite.

Bendiciones que vienen por medio de Cristo, la Cabeza, y se extienden a todos los miembros fieles de Su cuerpo, que es la iglesia, “es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras.” Es decir que David quiere decir que la armonía entre hermanos es una de las mejores bendiciones de Dios.

Así es la armonía entre los hermanos que habitan juntos, es como el rocío que viaja desde el Hermón hasta Sion, humedece las semillas que han sido depositadas en la tierra, alimenta las plantas y árboles que ya han germinado, es un rocío sobre los pueblos de la tierra que no solo ayuda a que tengamos un ambiente de paz y bendición, sino que también genera el ambiente para la predicación del Evangelio donde la siembra de la semilla de la salvación será efectiva.

El rocío se compara con la armonía

El rocío se compara con la armonía que existe entre hermanos porque viene de Dios, viene de arriba, al igual que por Su palabra nos da sabiduría de lo alto. Y cuando obedecemos a esa sabiduría veremos sus efectos positivos en nuestra vida, porque “la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresíaSantiago 3:17, y es la que hace a los hijos de Dios que seamos apacibles, y amables con nuestros hermanos y no contenciosos, y agresivos.

Tratar a otros agresivamente y amenazarlos para conseguir lo que quieren, “si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversaSantiago 3:14-16.

Para habitar los hermanos juntos en armonía es necesario hacer un esfuerzo, pues aunque la armonía es como el rocío de Hermón, no es algo que cae del cielo cuando uno llega a los pies de Cristo, sino que requiere un esfuerzo por parte de cada hermano y hermana, por esto, “os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la pazEfesios 4:1-3.

Pablo dice que tenemos que ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu, es decir, diligente, activo, trabajador, esforzado, dedicado, es decir que la unidad depende de nosotros, hay hermanos que quieren armonía en la iglesia pero no se esfuerzan para obtenerla, haciéndose contenciosos, se enfadan con cualquier cosa que no les guste, se ofenden fácilmente, y cuando las cosas no se hacen a su manera, se van de la congregación, por lo que en vez de ser solícito, son perezosos, descuidados, y negligente.

Humildad

Para que exista esa armonía es necesario que seamos humildes, esto significa que no se levanta mucho, y habla de la opinión que cada uno tiene de sí mismo, que “cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con corduraRomanos 12:3. Y la humildad debe ser acompañada con la mansedumbre de los cristianos que siempre están dispuestos a aceptar la voluntad de Dios y ponerla por obra en sus vidas sin discutir con Él ni resistirle.

Y por último, para que la armonía exista, y el rocío del Hermón descienda sobre la congregación, es necesario conocer y tener la doctrina apropiada, andando con “toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todosEfesios 4:3-6.

Digo esto porque hay muchos religiosos que hacen un esfuerzo muy grande para estar unidos con los otras congregaciones que también son humildes y mansos hacia ellos, pero hay que ver la actitud hacia Dios; dijimos que el cristiano manso no acepta otra cosa que la voluntad de Dios.

Es decir que para tener la armonía entre hermanos también es necesario estar unidos en la misma voluntad de Dios donde es necesario estar unidos en la misma doctrina, la que pertenece al Espíritu Santo, con los que creen y ponen en práctica totalmente la Palabra de Dios.

Ya que por muy armoniosa que sea su relación con otras iglesias, esa armonía no le beneficiará el día final si no se basa en las enseñanzas del Señor, aceptando que hay solamente un evangelio, pues “si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatemaGálatas 1:8-9.

De manera que los que aceptan otro evangelio, aunque tengan armonía en su iglesia, tienen sobre ellos la maldición de Dios, “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras2 Juan 9-11.

La armonía con nuestros hermanos es importante, pero no podemos tenerla a costa de nuestra armonía con Dios.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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