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Cuando el amor vence al temor

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Cuando el amor vence al temor

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: 1 Juan 4:16-21

INTRODUCCIÓN:

Se cuenta que en un país de guerra vivía un rey que le producía espanto a sus prisioneros. No los mataba. Los llevaba a una sala y los colocaba en todo el centro. A lado izquierdo veían un grupo de arqueros y al lado derecho una enorme puerta de hierro con figuras de calaveras cubiertas de sangre.

Les decía: “Ustedes pueden elegir entre morir flechados por mis arqueros o pasar por aquella puerta de hierro delante de mí”. Todos los prisioneros elegían morir flechados. Al terminar la guerra, un valiente soldado le preguntó al rey: ¿Qué había detrás de aquella puerta que asustaba? Ve y mira tú mismo.

El soldado temerosamente fue abriendo la puerta y a medida que se abría los rayos del sol aclaraban el ambiente. Y finalmente él descubre sorprendido que la puerta se abría sobre un camino que conducía hacia la libertad.

El soldado admirado, miró al rey y éste le dijo: ¡Yo solo les brindaba la elección y ellos preferían morir a arriesgarse abrir la puerta de la libertad! Qué nos muestra todo esto. Hay muchas puertas que dejamos de abrir por miedo al fracaso.

Hay muchos sueños y proyectos que se quedan a mitad del camino porque tuvimos temor de abrir la puerta a lo que sería vivir una vida de éxito en lugar de fracasos. Sabido es que el temor nos paraliza y hasta llega a determinar nuestro estilo de vida.

La Biblia nos enseña: “El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado” (Proverbios 29:25). Mis amados, el miedo es para el reino de las tinieblas lo que la fe es para Dios. La confianza que nos da la palabra dice que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Somos llamados no a convivir con el temor, sino a echarlo fuera de nosotros. En el presente pasaje Juan nos hace una exposición del amor de Dios como la base para nuestras victorias. Consideremos hoy cuál es ese amor que vence al temor. Descubramos las armas contra nuestros temores.

I. EL AMOR QUE VENCE EL TEMOR VIENE DE DIOS

1. Porque Dios es amor (vers. 16)

Hay muchas clases de amores, pero solo uno es verdadero: el amor de Dios, porque Dios es amor. Nos llama la atención que Juan ponga en un mismo texto al temor del hombre y al amor de Dios. Pero aún más, sorprende que sea en el mismo texto que nos habla de la más grande afirmación acerca de Dios. ¿Qué significa para un hijo de Dios que “Dios es amor?”.

Bueno, comenzando por el tema que nos asiste. El saber que Dios es amor nos trae a la esperanza que por muy grande que sea el temor, y lo que haya originado eso en nuestras vidas, será echado fuera. El temor es incompatible con el verdadero amor.

No pueden convivir ni tienen comunión. La afirmación que Dios es amor es la explicación que existe para la creación. A veces nos preguntamos cómo es que Dios creo a un mundo que desde el mismo comienzo le fue desobediente y después se corrompió.

Bueno, aunque le parezca extraño, Dios necesitó a alguien a quien amar, pero también necesitó de alguien que le amara. Cuando el amor de Dios es el que gobierna nuestras vidas debería ponerse en retirada cualquier temor que aparezca.

2. Nos da el privilegio de pertenencia (vers. 16b)

Ahora Juan nos lleva de una idea a otra respecto al amor. Es un hecho que cuando nos encontramos con esta clase de amor, el temor tiene que disiparse. A la par de afirmar que Dios es amor también se nos dice que los que hemos conocido a ese Dios de amor, permanecemos en él, pero sobre todo que Dios permanece en nosotros.

¿Cuál es la importancia de esa relación? Que, si pertenezco a Dios y él pertenece a mí, entonces los temores no pueden ser parte de mi vida. Los problemas cotidianos nos hacen permanecer en un sin fin de cosas que nos roban la paz, en lugar de permanecer en amor.

Cuando permanecemos en Dios viviremos en paz. Lamentablemente hay cristianos que son controlados por el temor. Por supuesto que los temores tienen muchos orígenes, pero cualquiera sea su procedencia nada de eso pertenece a Dios.

El temor llega a ser como una cárcel que usted mismo se impone. Pero el cristiano sabe a quien pertenece. No hay compatibilidad entre algún temor que se presente y el amor al cual perteneces ahora. Si permanecemos en Dios el miedo huirá de nosotros.

II. EL AMOR QUE VENCE EL TEMOR PRODUCE CONFIANZA

1. Porque el perfecto amor crea confianza (vers. 17a)

En el contexto donde Juan menciona la palabra “amor” con sus derivados 29 veces, la palabra “perfección” viene a darle a ese amor una connotación mayor. Una cosa es hablar de que tenemos el amor de Dios, pero otra muy distinta es perfeccionarnos en el amor. La palabra “perfección” es la que se utiliza para hablar de calidad, de durabilidad, de algo que no tiene defectos.

Por lo tanto, cuando el amor fue derramado por Dios en nuestros corazones, comenzó en todos nosotros un perfecto amor. Hay amores imperfectos, pero Dios es perfecto. Así que el amor que está en nuestros corazones no es imperfecto, no tiene mancha ni arrugas.

Esa clase de amor crea en nosotros confianza, y es la confianza la que llena nuestras vidas para que salga de ella todo tipo de temor. Es por eso por lo que afirmamos que el temor se define como la ausencia de ese perfecto amor.

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