Renovación Espiritual

LA RENOVACIÓN ESPIRITUAL.

“…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que Comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…” (Romanos 12:2)

Estoy seguro que las palabras conversión y renovación son palabras que están ligadas, por que para la renovación primero tenemos que experimentar la conversión porque si practicamos la conversión podremos trasformar nuestro viejo hombre, que debería quedar sepultado por completo en el bautismo.

Pablo quiere que cada uno piense sobre este caso que seamos consciente de lo que estamos haciendo. ‘y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad’. (Efesios 4: 23-24).

Cómo podemos lograr este cambio solamente cuando se deja al espíritu santo hacer su trabajo, debemos someternos por completo a la voluntad de Dios y hacer que el hombre viejo sea completamente quitado de nuestras vidas, solamente así podremos renovar el espíritu que esta en nosotros para servir al señor.

Los resultados expresados por la renovación espiritual constituyen y adoptan un trato firme y específico con Dios. El objetivo de la renovación espiritual es impulsar la llama de la fe y que podamos transformar nuestra vida. Traer un gozo más profundo al conocer a Dios y una vida espiritual renovada.

Renovación Espiritual – Su vida espiritual llegará a la transformación, cumplimiento y propósito.

Todas estas situaciones hablan claro de que la conversión, aunque pueda tener un momento o momentos fuertes, es un proceso Cristo llama y no deja de llamar a la conversión.

La elección por manifestar al Procedimiento de Dios es soportada y mantenida por la gracia que es afectivamente iniciada en los corazones por el Espíritu Santo y que insta en la persona a anhelar una vida nueva. En ese sentido se da un acuerdo en lo profundo del ser humano. Esta lucha es la de la conversión con miras a la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos.

Por el compromiso de la Fe, el pecador acude a la misericordia eterna, y reconocer que es débil y se abre a Dios que sale a su encuentro con el perdón, y a la Iglesia que lo recibe amorosamente.

La renovación de nuestra mente se refiere a cambiar por completo nuestra manera de pensar, actuar, y vivir. Es un cambio total que el ser humano no lo puede experimentar solo. Únicamente lo podrá lograr con la ayuda del Espíritu Santo el cual nos provee todas las armas para cambiar por completo.

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