Todo aquél que recibe a Jesucristo tiene vida eterna
De manera que todo aquél que recibe a Jesucristo como su señor y salvador personal, se convierte inmediatamente en un ser inmortal. Ahora no mal interprete esta frase inmortal.
No es que ya no va a morir físicamente, pues lo que hizo nuestro Señor Jesucristo fue recobrar la inmortalidad que perdió el hombre Adán. Es decir la vida eterna espiritual, el apóstol Pablo dijo: “y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” Efesios 2:1.
Si usted lee detenidamente los estudios bíblicos acerca de este tema, va a comprender que las escrituras hablan de dos muertes, a saber: la muerte física o material y la muerta espiritual, también llamada la segunda muerte, Apocalipsis 2:11; 20:6; 20:14; 21:8.
Seamos objetivos, de la primer muerte, ninguno de nosotros nos podremos escapar, aunque en la actualidad tanto personas normales y científicos buscan. Hacen experimentos, crean “cremas” y otras “pócimas rejuvenecedoras”.
Se hacen cirugías para según ellos, detener las huellas del paso del tiempo para que no les llegue tan prontamente la llamada muerte. Esto lo hacen lamentablemente algunos “hermanitos de la alta sociedad”, eso sí que es imposible, pues nadie puede detener el inexorable paso del tiempo.
Segunda muerte – La vida eterna
Pero, de la segunda muerte, si es posible escapar, pues nuestro Señor Jesucristo con su muerte y resurrección, tomó posesión de lo que por naturaleza le pertenecía, esto es “las llaves de la muerte y del hades” Apocalipsis 1:18.
Ahora, si usted tiene a Jesús en su corazón, si le aceptó como su salvador, ya tiene la vida eterna, pues ha pasado de muerte a vida. Ahora, como hijo de Dios, debe cuidar esa vida eterna viviendo una vida agradable delante de dios y siendo un testimonio viviente de la gloria de Dios.
Conclusión
Aunque al morir físicamente su cuerpo este enfermo, lleno de achaques, ciego, sordo, manco o cojo, un día resucitará totalmente transformado y libre de todos los males que padeció en vida, Lucas 16:19.
© Walter Moreno Chacón. Todos los derechos reservados.
