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Nacer de Nuevo – Parte II

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Nacer de Nuevo – Parte II

Predica Cristiana Lectura Bíblica de Hoy:

1 Pedro 1:3 – Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia (“éleos” es exclusivamente por la gracia de Dios que somos salvos, no nos ganamos la salvación, no es por algún mérito que hayamos hecho o algún esfuerzo meramente humano, por lo tanto es un favor inmerecidos que Dios nos hace el ser sus hijos, el elemento principal de lo nuevo nacimiento es un verdadero arrepentimiento de todo lo malo que se haya hecho y esforzarse día a día a no volverlo a hacer).

Tito 3:5 – nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.

¿Qué cosas buenas pudo haber hecho usted para ganarse la salvación antes de haber nacido de nuevo? Ninguna. Pues su manera de vivir era pésima antes de convertirse al evangelio, algunos eran borrachos, maldicientes, idolatras, adúlteros, fornicarios, etc. etc. ¿en dónde están las obras de justicia?

Nos hizo renacer (“anagennáo” engendrar o procrear, nos ha creado, ha puesto nuestro Dios una nueva naturaleza en nosotros, somos nacidos de nuevo en Dios, nacidos de arriba) para una esperanza viva (cierta, verdadera), por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (somos por la gracia del Señor somos Justificados por Él, somos nacidos de nuevo por su gracia y hemos de ser transformados con cuerpos glorificados en su segunda venida si no dormimos antes en Cristo y si dormimos antes que él venga en gloria pues resucitaremos con cuerpos glorificados para irnos hacia el reino celestial por toda la eternidad)

Para una herencia (“kleronomía” patrimonio, ¿Qué es una herencia? Patrimonio o conjunto de bienes de un alguien que se trasmite legalmente a sus sucesores:, ¿Qué hizo Dios con nosotros? Nos ha brindado una herencia espiritual, nos ha dado la nueva naturaleza, somos sus hijos. Nos ha dado la salvación de nuestras almas).

¿Cómo es la herencia o legado que nos ha dado nuestro Dios?

Incorruptible (“áfdsartos” inmortal, sin decaer, imperecedero, perpetuo), aquí en la tierra todo la materia se perjudica de un modo u otro, existen continuamente cambios, sin embargo lo que Dios nos ha dado es eterno como él es eterno, por lo tanto nuestro depósito está reservado en los cielos de donde esperamos nuestra salvación.

Incontaminada (“amiantos” sin mácula, pura, sig. herencia libre de contaminación, de impurezas, fig. Libre y exento de imperfecciones. No puede echarse a perder o mancharse ¿Qué es libre y exento de imperfección? Todas las cosas que el Señor nos da por su gracia incluyendo la salvación (lo vemos en el contexto que nos hizo renacer, nacer de nuevo)

Inmarcesible (“amárantos” que no deslustra, no se decolora, no se mancilla, también nosotros no le podemos quitar el brillo o la transparencia a lo que nos da el Señor por su gracia, incluyendo nuestra salvación que la obtenemos por su favor inmerecido hacia nosotros),

Reservada (“teréo” guardada de pérdida o daño, Destinar un lugar de un modo exclusivo para uso de una persona determinada). En los cielos para vosotros, (estamos completamente convencidos que estaremos un día con Cristo en su reino porque nuestro lugar es seguro en Él), es en verdad tan grandiosas todas las promesas de nuestro Dios incluyendo nuestra propia salvación que solo resta ser esclavos por amor.

Entonces cuando fallamos a Dios ¿Quién se contamina? Dios que habita en nosotros (morada interna del E.S. en el creyente? ¿o nosotros en nuestro pensamiento (a través de la concupiscencia (deseo de hacer lo malo)? Definitivamente Dios mismo y todo lo que él nos ha dado por su infinita gracia no se contamina, sino nosotros ¿y qué debemos hacer cuando fallamos a Dios en nuestras acciones o en nuestro tipo de pensamientos? Limpiarnos en la sangre de nuestro Señor Jesucristo.

2 Corintios 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas (cuales promesas? Las que ya hemos examinado en el texto anterior), “LIMPIÉMONOS de toda contaminación de carne” (recordemos que nuestro cuerpo es templo del E.S., debemos por lo tanto cuidarlo) “y de espíritu” (alma racional, pensamientos), perfeccionando (“epiteléo” llevar a cabo, ejecutar, efectuar, realizar una acción. En nuestro caso las leyes divinas paras nuestra vida) la santidad en el temor de Dios. (Santidad progresiva día a día, es un estilo de vida de manera continua, recordemos que Dios está en todo lugar donde vamos, él está presente en cualquier momento de nuestra vida (ubicuidad, omnipresencia)

¿Te atacan los malos pensamientos?

¿Quién se contamina usted o el Espíritu Santo que está habitando en usted?

Otra vez la pregunta: Cuando se falla a Dios de cualquier manera, ¿que se tiene que hacer? limpiarnos en la sangre de nuestro Señor Jesucristo, vamos a saber diferenciar que es pecar eventualmente, accidentalmente a alguien que está continuamente fabricando pecados en su mente y todos los días está pensando en pecar, el hacer lo malo ante los ojos de Dios.

1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado (aquí el apóstol no está dando permiso a que pequen los nacidos de nuevo, sino que entendía claramente la naturaleza pecaminosa que está también junto con la nueva naturaleza en el nuevo creyente, más bien aquí nos habla que de manera eventual, accidental sin premeditarlo o planearlo resulte la falla ante Dios, no que el pecado sea prefabricado para cometerlo), abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (Por un lado vemos como satanás le da excesiva confianza al pecador empedernido, que al cabo la gracia de Dios es mayor que el mismo pecado, y algunos toman el texto que dice “donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia del Señor” si le ponemos una lupa al texto para examinarlo no quiere decir que mientras más pecado más gracia de Dios hacia el hombre. Esto es para otro tema…. Por un lado está la confianza del pecador en seguir pecando que al cabo Dios es todo amor (si pero también es justicia y el no da por inocente al culpable) y por el otro a unos implementa la inseguridad de la salvación, nuestro Dios siempre se agradará de un creyente sincero y que se esfuerce en la gracia del Señor por vivir de manera piadosa.)

¿Un nacido de nuevo puede llegar a pecar? 1 Juan 1:8-10

“…Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad (la luz) no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y LIMPIARNOS de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”

Si la palabra del Señor nos acusa que hay algún pecado en nuestra vida, o el mismo E.S. que mora en nosotros nos hace ver nuestros propios errores, también puede ser que nuestra misma conciencia nos acuse que hemos fallado a Dios, es necesario un sincero arrepentimiento y apartarse del pecado. Porque algunos viven en el antinomismo (contra ley) piensan que mientras más pequen más gracia de Dios para con ellos, (este tipo de pensamiento lo tenían los gnósticos).

1 Juan 3:8-9

“Él que practica el pecado es del diablo (practica “poiéo” fabricar pecados) ; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica (“poiéo” fabricar, manufacturar, uno tras otro) el pecado, (notemos que dice no práctica el pecado, o sea que todos los días anda pensando cómo va a cometer el pecado ya planeado, pero no dice en el significado original que no peque).

Porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar (habitualmente, no puede continuar pecando en todo tiempo como si no pasara nada), porque es nacido de Dios.” (engendrado de lo alto, de Dios)

No vivas religiosamente sino como un verdadero cristiano bajo la gracia de Dios, con buen testimonio hacia los demás.

¿Qué tenemos que hacer cuando alguna vez accidentalmente, eventualmente fallamos a Dios? Lavarnos en la sangre carmesí d nuestro salvador Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados.

Tito 3:4-7

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento (“loúo” bañar a una persona completamente desde la cabeza a los pies, espiritualmente hablando Dios al momento de nuestra conversión nos limpia completamente de todos nuestros pecados, se efectúa el nuevo nacimiento en nosotros, a partir de ese momento somos unos bebes espirituales, ¿un bebé se ensucia? Sí. Para esto hay que limpiarlo todos los días, hasta que llegue el momento que el mismo tome las cosas que necesita para limpiarse. En la vida espiritual pasa lo mismo tenemos que limpiarnos con la palabra Divina santificando nuestra vida en obediencia a Cristo).

De la regeneración (renacimiento espiritual, nos habla del nuevo nacimiento efectuado desde el momento en que creemos en Jesucristo y nos aparatamos del pecado) y por la renovación en el Espíritu Santo (“anakaínosis” hacer nuevo todo, por ejemplo cuando se renueva una casa ¿Qué es lo que se hace?

Se cambia todo, pintura, sala, comedor, cocina, etc. Etc. Se cambia todo, o sea se renueva, en el asunto espiritual Dios nos transforma a nueva criatura, las cosas viejas pasaron todas son hechas nuevas),

6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Efesios 5:25-26

“…Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra…” ¿Qué es lo que nos encamina hacia la santidad? La palabra de Dios, Dios nos ha santificado, purificado, nos ha lavado.

¿Cómo es eso de que nos ensuciamos con el pecado y tenemos que lavarnos una parte del cuerpo hablando de manera figurada? Juan 13:4-11

4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.

5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

6 Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas (“nípto” limpiar las manos, los pies o la cara, una parte específica y no todo el cuerpo) los pies?

7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.

8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare (“nípto” limpiar, lavar los pies, manos o cabeza) , no tendrás parte conmigo.

9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

10 Jesús le dijo: Él que está lavado (este verbo es distinto a los textos anteriores ya que en el original aunque sea la misma palabra toma distinto significado, este verbo en el griego es “loúo” lavado totalmente, bañado, el que ha nacido de nuevo, el que ya es salvo por gracia), no necesita sino lavarse (“nípto” la parte sucia, cuando en ocasiones fallamos a Dios por nuestras acciones o por nuestra manera de pensar) los pies, pues está todo limpio (“cadsarós” sin mancha); y vosotros limpios (“cadsarós” sin mancha) estáis, aunque no todos. (Hablaba de Judas que no era nacido de nuevo, por eso sus acciones fueron en contra de la perfecta voluntad de Dios, ¿pero servía en el ministerio? Y eso que, no garantiza el nuevo nacimiento en la persona así puede estar en cualquier ministerio en la iglesia, pero si no ha nacido de nuevo esta bajo condenación del pecado. Lo que pasó con Judas.

11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. (Judas no había experimentado el nuevo nacimiento) posiblemente pensaba que con el hecho de estar ocupando un lugar dentro del ministerio ya con eso tenía entrada automática en el reino de los cielos, sin necesidad del nuevo nacimiento.

El que es nacido de nuevo ya es salvo a través de la fe en Jesucristo ya ha sido lavado totalmente, ahora lo único que se necesita hacer es seguir lavando la parte que se ensucia esporádicamente por el mismo pecado en la sangre carmesí.

© Eldher Abdiell Prado Garay. Todos los derechos reservados.

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