Predicas Cristianas | Sermones Cristianos
MARCOS 4:3-8
Jesús empieza narrando esta parábola donde nos muestra que no toda la semilla del sembrador da fruto, hay congregantes que diezma, ofrendan, dan su primicia, se congregan toda la semana, toman la cena del Señor y no son transformados en lo más absoluto; siguen con sus mismos pecados ocultos sin ningún interés en dejarlos y podrán decir, bueno si cumple con lo aparentemente necesario porque el Señor no lo ha cambiado, no es porque Dios no tenga el poder o no quiera hacerlo, sino porque esta persona cayo con la mayor arma que tiene el diablo contra la iglesia de Jesucristo el autoengaño de que todo está bien que están haciendo lo correcto basándose en su posición económica como indicador de santidad y bendición de Dios.
Esta arma fue desarrollada en la última etapa de la iglesia ya que el enemigo antes usaba otro tipo de armas pero se daba cuenta que en vez de destruirla solo hacía que se encendiera más la pasión por Dios vamos a Apocalipsis 2:8-11 las armas que usaba el enemigo eran la persecución, tribulación, la blasfemia en contra de los hijos de Dios, la pobreza pero se dio cuenta que solo la avivaba más, esta iglesia de Esmirna no tuvo ninguna condenación delante de nuestro Padre al notar esto el diablo tomo otra táctica que termino por dejar en peligro de extinción a los verdaderos seguidores de Jesús veamos Apocalipsis 3:15-17; la iglesia de Laodicea pensaba que tenía todo y no tenía necesidad de nada esto está pasando con la iglesia actual hermano, por no querer que los congregantes se vayan o piensen que esto es religiosidad deja de hacer muchas cosas pero piensan que cumplían porque tienen riquezas y piensan que viene por parte de Dios pero tristemente no es así ya que en su corazón primero son las bendiciones económicas que la santidad.
Vayamos a Marcos 11: 12-14 empezamos con la higuera que fue maldecida por Jesús porque cuando se acercó el maestro a ella pensando que tenía fruto ya que tenía indicadores de que si lo había, la revelación de esto es el hombre que parece ser cristiano lo vemos orar, ayunar, ministrar, como hombres podríamos decir que es un hombre verdaderamente entregado y que lleva mucho fruto en el pero cuando se acerque el Maestro a él la verdad saldrá a flote y es cuando tendrá la bendición de Dios o la maldición igual que la higuera.
Amado hermano tu puedes preguntarme como puede ser esto posible o cuando sucederá y es fácil darnos cuenta que sucederá cuando estemos delante del gran trono blanco donde el Señor nos llamara a vida eterna o a la condenación ya es hora de dejar de vivir de apariencias y verdaderamente seguir a Jesús y confiar solo en Él, aunque este es el más grande de los problemas de la iglesia actual ya que se ha idealizado a los siervos de Dios como personas que hacen milagros sin ver que el poder que se llega a manifestar no es de ellos sino de Dios y van en pos de ellos buscando un milagro cuando el que hace los milagros está en todo sitio.
El poder que Dios ha puesto sobre nosotros es demasiado grande que ni aun los apóstoles lo entendían Marcos 11:20-24Pedro se sorprendió por que con las palabras que Jesús dijo la higuera se secó a lo que el Señor le contesto unas palabras impresionantes que debemos guardar en el corazón para no ir en pos de nadie sino solo de Dios, dijo “CUALQUIERA” que no dudare en su corazón sino creyere lo que pida le será hecho aquí está el gran requisito indispensable para recibir algo del Señor no dudar en el corazón sé que esto es muy difícil en tiempo de tribulación pero así es como somos formados, hermano yo conozco y hablo de un Dios de grandes proezas que abrió el mar para que su pueblo pasara en seco, en el día los cubría con una nube mientras iban caminando en el desierto y en la noche los guiaba con una columna de fuego.
Él no cambia hermano es el mismo de ayer, hoy y siempre quiere hacer realidad tu más grande deseo, darte descanso a tu tribulación, traer a tus hijos que faltan, darte la sanidad que deseas, bendecirte con u buen trabajo, darte sabiduría y revelación para su palabra que se yo pero es necesario que te entregues verdaderamente que dejemos de jugar al Cristianito y de verdad seamos hijos de Dios, él te transformara cuando tomes esta semilla de su palabra y la plantes en buena tierra que es tu corazón y no solo en tu mente o cuaderno, te invito a reflexionar sobre lo que haces, como te comportas, donde están tus prioridades y tu corazón regresa al Señor que te está esperando.
