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El mayor de ellos es el amor

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: El mayor de ellos es el amor

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: 1 Corintios 13

Introducción

Llegamos al último mensaje de nuestra serie acerca del Camino más Excelente, basado en este extraordinario capítulo de 1 Corintios 13. Nuestro primer mensaje tuvo que ver con La Supremacía del Amor. Allí resaltamos que el amor está por encima de los dones espirituales, incluyendo aquellos que son más espectaculares.

El segundo mensaje lo enfocamos en la Influencia del Amor. Su propósito fue hablarnos de cómo el amor trabaja en nuestro carácter y también en la labrar la dicha ajena. El domingo pasado hablamos de que El Amor nunca deja Ser, enfocándonos en las cuatro declaraciones que el amor todo lo sufre, lo cree, lo espera y lo soporta.

Nuestro mensaje para hoy lo titulamos: El Mayor de ellos es el Amor. Pablo, con una inspiración que solo la da el Espíritu Santo, ha venido como navegando en un anchuroso mar, comparando, describiendo y levantando esta clase de amor, y al llegar a su parte final, como si ya se le hubiera agotado todos los epítetos para hablar de la belleza y el compromiso de este amor ágape, termina con esta magistral declaración: EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR

Creo que en toda la Biblia no hay una oración tan llena de tan profundo significado como la que Pablo nos deja en este capítulo para coronar la distinción y excelencia de este camino que nos ha mostrado. Acerquémonos a este último texto con temor y reverencia.

Consideremos que la esencia de esto es lo que nos ha dado vida, lo que nos sostiene, lo que nos mueve para seguir adelante. Saber, por lo tanto, que el Mayor de ellos es el amor, sobre la fe y la esperanza, nos da la seguridad y la certeza que al final de todo, en el cielo y en la eternidad, será el amor lo que permanecerá para siempre porque Dios es amor.  No hay nada que supere al amor.  Porqué el amor es el mayor.

I. PORQUE EL AMOR PASA DE LA NIÑEZ A LA ADULTEZ

a. Pensar como niño… (vers. 11)

Bueno, lo primero que tenemos que decir acá es que Pablo nos habla de un niño con capacidad de pensar, por lo tanto, no es un bebé. Pablo nos dice que hay un tiempo que corresponde a la inmadurez espiritual donde mi manera de pensar siempre va a ser la misma.

Así que el amor pasa por la etapa de esa niñez cuyo comportamiento muchas veces es un reflejo de una gran inmadurez. La inmadurez del amor es un claro reflejo de una etapa que debe ser superada. Nada le hace más daño a una relación que lidiar con un amor infantil, con un amor egoísta y muchas veces con un amor malcriado.

Y para aplicar esta manera de pensar, Pablo nos dice que la profecía como parte de aquellos dones tan necesarios para la iglesia dejarían de existir. El amor iba más allá de este don que formó parte de la infancia espiritual.

La meta que percibe el amor es la madurez. Si bien es cierto que Pablo toca el tema de la niñez, también nos recuerda la diferencia entre pensar como un niño y pensar como un hombre. El amor verdadero pronto dejará la cuna.

b. Hablar como niño… (vers. 11b)

¿Usted se acuerda lo que hablaba cuando era un niño? Y si bien es cierto que algunos niños hablan más que otros, le aseguro que sus conversaciones nada tenían que ver con estudios, negocios, trabajos o matrimonios. En esta metáfora que Pablo está usando sigue hablando de la etapa inmadura por la que pasa el amor, no por el amor en sí, sino por los que profesan ese amor.

La forma como muchas veces actuamos en nuestras relaciones entre hermanos en la fe, a nivel de familia, parejas, etc., es fiel reflejo que el amor necesita ir de una etapa a otra. ¿Qué nos muestra Pablo con esto de hablar como un niño?

El contexto tiene que ver con hablar en lenguas. En el vers. 8 nos ha dicho que tanto las profecías como las lenguas, se acabarán. Son dones que cesarían, por eso nos ha venido diciendo que nos “muestra un camino más excelente”.

Hablar como niño y hablar como adulto son dos visiones totalmente distintas. El amor que nunca deja de ser y que se constituye en el más grande de todos, necesariamente tiene que comenzar a hablar como hombre.

c. Juzgar como niño (vers. 11c)

Otra vez, y siguiendo la idea de un niño, el juicio de esa edad sobre las cosas es escaso. Nadie le pide a un niño que le ayude a resolver un problema donde hay que tomar una decisión seria e importante. Y es aquí donde hay que seguir entendiendo a Pablo en su encumbrado razonamiento sobre el amor y la necesidad que el creyente supere esa etapa que pudiera incluir alguno de los dones relacionados al asunto de juzgar.

La idea del texto es la de “raciocinaba” aludiendo a la sabiduría. Bien pudiera ser una referencia a lo que Pablo dijo cuando habló que la ciencia acabaría. Un resumen de todo esto nos dirá que algunos dones son temporales, mientras que el amor es permanente. Que algunos dones son parciales, mientras que el es amor perfecto.

Pero, sobre todo, que algunos dones han sido para la infancia de la iglesia, cuando ella comenzó, pero que el amor es para la madurez. Hay un llamado en todo este texto para ir a la madurez. El amor verdadero no puede quedarse siendo el mismo siempre. Le hace mucho daño a cualquier relación, por ejemplo, la de la pareja, cuando uno de los cónyuges no termina de madurar. La meta debe ser llegar a ser “hombre”.

II. PORQUE EL AMOR REVELARÁ TODO LO DESCONOCIDO

a. Ver oscuramente … (vers. 12)

Pablo nos lleva ahora a otra metáfora. Los espejos antiguos no daban una imagen nítida, simplemente era borrosa. Una figura de esto pudiera ser cuando usamos lentes. Hay imágenes que llegan a ser borrosas porque el espejuelo a través del cual estamos mirando es borroso, no es la medida exacta y en consecuencia no vemos nítidamente.

Cuando entendemos todo el texto, Pablo nos ha venido trayendo en una especie de revelación progresiva. De allí la idea de ver las cosas de una manera borrosa. Los dones espirituales tuvieron una gran influencia en el inicio de la iglesia, pero se planteaba una visión futura donde, si bien es cierto que algunos de ellos desaparecerían, la revelación final de la palabra la tendríamos para nuestra vida y crecimiento.

Si seguimos a Pablo en su pensamiento, notaremos que hay varias etapas en la vida espiritual. Y en relación con lo que ha venido revelándonos acerca del amor, hay etapas donde las cosas no son claras. El verdadero amor se enfrenta a esos tiempos donde todo parece oscuro, donde no ve ninguna salida. Sin embargo, el verdadero amor nació para andar en la luz aborreciendo las tinieblas.

b. Ver cara a cara… (vers. 12b)

En los verss 9-10, Pablo nos sigue trayendo en su llamada “revelación progresiva”. Él admite que nuestro conocimiento no es completo, es en “parte” porque hay muchas cosas que todavía nos están ocultas.

Nuestra propia naturaleza pecaminosa nos hace ver las cosas de una manera parcial, hasta las profecías. Sin embargo, Pablo nos habla del día cuando veremos las cosas “cara a cara”.  Ese día tiene que ver cuando venga lo perfecto. El contacto que la gente tenía con el Señor era de voz a voz. Dios les habló a muchos profetas solo de esta manera, pero llegaría el día cuando nos enfrentaríamos a él “cara a cara”.

Aquel contacto será parecido al que Moisés tuvo en el monte Sinaí, quien después de haber estado con el Señor “cara a cara” su rostro reflejaba la gloria divina. Es glorioso saber que esta clase de amor nos llevará hasta aquella condición final y gloriosa.

Los hombres irreversiblemente nos enfrentaremos un día con Dios “cara a cara”. Algunos lo miraran avergonzados por haberle rechazado, pero otros le veremos y caeremos postrados ante su presencia. El fin de todo este peregrinaje será poder ver el rostro del amado Dios.

c. Conocer como fui conocido… (vers. 12c)

Pablo usa dos frases para referirse a la misma idea: Porque en parte conocemos…” y “Ahora conozco en parte…”. Esta es una verdad que se aplica para todo. ¿Qué cosas conocemos solo en parte? Bueno, aunque somos conocidos por Dios, nosotros no conocemos acerca de Dios.

Cuando Pablo subió al tercer cielo nos dijo que oyó cosas que no le es dado al hombre conocer. Eso significa que hay cosas reservadas que solo son del conocimiento divino que aguardan por ser conocidas, las cuales serán gloriosas. En parte conocemos la extravagancia del amor de Dios.

¿Quién entiende el misterio de la piedad? ¿Cómo es que Dios se hizo hombre y a la vez es Dios? Y así podemos enumerar un sin fin de cosas de las que solo conocemos en parte. Pero Pablo nos introduce en la esperanza gloriosa que, si bien es cierto que ahora “conozco en parte”, llegará el día cuando “conoceré como fui conocido”.

El amor me conducirá hacia la más grande revelación de quién he sido hasta ahora y de quien seré en el futuro. El amor me llevará a un estado mayor donde todo lo que ahora es en parte, será revelado como la aurora que va en ascenso hasta que llega el día.

III.  PORQUE EL AMOR SERÁ LO QUE PERMANECE

a. El amor es mayor que la fe (vers. 13)

Pero vea que el texto no dice que el amor es más importante que la fe, sino que es el más grande. Ya Pablo nos ha dicho que si tuviera una fe tan grande que trasladase los montes a la mar, pero no tengo amor, de nada me sirve.

La fe no es suficiente sino tengo amor. Hay muchas personas que piensan que la fe lo es todo, especialmente aquellos que la ponen en las cosas temporales o en creencias de los hombres. El amor es mayor que la fe porque toma de ella su credulidad y la convierte en realidad.

El amor le da dirección a mi fe, le da sentido a lo que creo, le pone sentimiento aquello por lo que estoy pidiendo o buscando. Esto es bueno aplicarlo a esa relación que se tambalea y que se viene a menos. La fe no es suficiente para alcanzar la victoria por eso necesita del amor.

Porque al final el amor todo lo soporta y la requiere de eso para lograr lo que está buscando. Por otro lado, llegará el día cuando la fe ya no existirá más, porque en el cielo no hay necesidad de fe, pero el amor permanecerá. Eso es lo único que habrá en el cielo.

b. El amor es mayor que la esperanza (vers. 13b)

Una de esas razones es porque la esperanza muchas veces se enfoca en uno mismo. De hecho, casi siempre la esperanza es egoísta porque anhela alcanzar aquello que tanto se desea y por las circunstancias que sean no siempre tenemos la satisfacción.

Sin embargo, cuando hablamos del amor una de las cosas que ya aprendimos es que el amor “no busca lo suyo”. Eso significa que este amor del cual estamos hablando se centra en la otra persona. El amor ágape antepone siempre a los demás por encima del si mismo.

Por esto el amor es el mayor de todos. Veámoslo de esta manera. Usted tiene la esperanza que su esposa o su esposo va a cambiar y por eso sigue esperando. Pero al final su paciencia se agota y ya termina su esperanza. Pero ¿qué hace el amor?

Pues toma la esperanza perdida, la alimenta, la nutre, la fortalece y hace que ella vuelva a florecer. Como si el amor fuera el hortelano que la limpia, la poda, la prepara y le da el agua de su sustento hasta que recobre otra vez la vida. Pero la esperanza un día tampoco existirá, también se acabará como los dones, sin embargo, el amor permanecerá porque nunca deja de ser.

CONCLUSIÓN:

La mejor forma de concluir toda esta serie acerca del Camino más Excelente, que es el amor, es recordar lo que escribió Tomás Kempis, quien vivió entre los años 1379 y 1471. Así escribió respecto al amor. “El amor es muy poderoso, un bien grandioso y completo. El amor aligera toda carga, y suaviza los lugares ásperos. Aguanta cualquier cosa difícil como si nada, y convierte la amargura en algo dulce y aceptable.

Nada es más dulce que el amor. Nada es más fuerte, nada es mas alto. Nada es más ancho. Nada es más placentero. Nada es más lleno y mejor en el cielo o en la tierra, pues el amor es nacido de Dios. El amor vuela, corre y brinca de gozo. Es gratis y sin restricción.

El amor no conoce limites, pero fervientemente trasciendo toda atadura. El amor no siente la carga, no toma crédito por su esfuerzo, e intenta hacer cosas más allá de sus fuerzas. El amor no ve algo como imposible, pues se siente capaz de lograr todas las cosas. Es extraño y efectivo, mientras que aquellos que no lo tienen desmayan y fracasan.

El amor no es inconstante ni sentimental. Tampoco pone su empeño en vanidades, como llama viva y como antorcha ardiente. Se mueve hacia arriba y con seguridad sobrepasa cualquier obstáculo”.

Este es el amor que nunca deja de ser y esta es la razón por la que “el mayor de ellos es el amor”. Deje que este amor gobierne toda su vida.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista Ambiente de Gracia, Fairfax, VA.

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