El verdadero líder en el ministerio
El verdadero líder sirve, y como a los verdaderos líderes están motivados por el amor a Dios más que por un deseo de gloria personal. Están dispuestos a pagar el precio. Por esto, quien desee ser líder debe tener claro que el servicio requiere sacrificio de parte del que sirve. Esto quiere decir que debe dejar a un lado los anhelos personales, y preocuparse por los demás como lo hizo Jesús.
También Pablo exhorta a Timoteo a ser un ejemplo para los creyentes. Le indicaba que el liderazgo es más un asunto de calidad que de antigüedad. Ya que en el propósito de Dios, el haber vivido más tiempo no cuenta para el liderazgo. Esto es muy importante porque muchos han creído que porque tienen muchos años siendo cristianos, les da autoridad o capacidad para ejercer algún ministerio en la iglesia.
Este concepto equivocado desconoce que es Dios quien escoge y capacita a la persona que quiere usar en un ministerio. De manera que la cuestión del ministerio no es un asunto de edad, sino de madurez y de ser ejemplo a través del testimonio de vida.
Tu deseo determina tu destino en le ministerio
Si crees que tienes un ministerio, debes saber que tu deseo determina tu destino. Esto es cierto en cualquier campo, pues los deseos débiles traen resultados pequeños, como un fuego pequeño genera poco calor.
Pero mientras más fuerte sea tu fuego, más grande será el deseo y más grande el potencial para superar los obstáculos que se puedan presentar. Con la ayuda de Dios, un cristiano puede llegar a la meta que se proponga.
La primera responsabilidad de cada cristiano en la iglesia es perseverar en oración. Los discípulos siempre fueron vistos como hombres de oración. Esto hacia que los nuevos creyentes asumieran la misma costumbre al entender que la oración es la que mueve la mano de Dios a su favor. Pues es la clave para desatar el poder del Espíritu Santo en cada vida y llevarlos al crecimiento.
Y lo segundo en la vida cristiana es llevar una vida de fe que consiste en confiar en el Señor apoyado en el conocimiento de Dios, ejercitada y desarrollada a través del conocimiento de la Palabra de Dios y mediante una relación íntima con Él, a través de la oración.
Una vida de obediencia en el ministerio
En este día Jesús llama a sus discípulos a vivir una vida de obediencia. Pero no podemos obedecerle si no conocemos Su voluntad y Sus mandamientos. De manera que sin conocimiento, la obediencia sería imposible.
Por lo que Jesús dijo. “…Si me amáis, guardad mis mandamientos, 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él…” Juan 14:15, 21.
Como siempre, vemos que el conocimiento y la obediencia resultan indispensables para alcanzar la madurez en la vida cristiana. La madurez es la que nos lleva al ministerio, y así poder desde el ministerio bendecir al pueblo de Dios.
Conclusión
Todo lo que hemos visto es para motivarnos a realizar un ministerio de excelencia para la gloria de Dios, y que las personas del mundo puedan ver que es un privilegio servir a Cristo y vivir para él con humildad, excelencia y responsabilidad.
Para finalizar quiero decirles lo que Martín Lutero dijo cuando era cuestionado acerca de las 95 tesis que escribió para la reforma de la Iglesia. Allí dijo: ¡Que Dios nos ayude!!!!.
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