Persevera hasta el fin

David N. Zamora

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Perseverar... Predicas Cristianas Escritas

Persevera hasta el fin

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Predicas Cristianas

Prédica de Hoy:Predicas Cristianas Perseverar hasta el fin

Predica Cristiana Texto Bíblico: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, éste ser salvo.Mateo 10:22

Perseverar hasta el fin – Introducción

En el capítulo 24 del Evangelio de Mateo, Jesús traza un cuadro de las condiciones prevalecientes hasta el fin de los tiempos y les señala cuál será su tarea permanente en medio de la apostasía: PERSEVERAR.

Tanto Jesús como sus apóstoles nos enseñaron a ser perseverantes en medio de las crisis. Hoy yo quiero concentrar mi atención en esta expresión de Jesús: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 24:13).

Esta expresión no significa que la gente será salva en el tiempo de la tribulación por su perseverancia. La Biblia enseña que la salvación es un regalo de Dios que se recibe por la fe en la muerte y resurrección de Cristo.[1] La fe que salva tiene siempre la cualidad de permanecer, de perseverar firme bajo cualquier circunstancia.

Pero quiero considerar con ustedes la raíz griega de esta palabra PERSEVERAR que es “hupomeno”. A penas dos de las ideas afines que transmite esta raíz griega analizada en el contexto del capítulo 24 del evangelio de Mateo.

Perseverar es: sobreponerse a las adversidades de la vida

Hoy quiero recordarte que las adversidades y los obstáculos forman parte de la vida misma. Nadie escapa a esta realidad. Y la mejor manera de enfrentarlas es sobreponiéndose a ellas.

Uno de los ejemplos clásicos de la biblia que ilustra que el que persevera en las adversidades triunfa, lo encontramos en el patriarca Job.

Job lo perdió todo. Perdió sus hijos, sus bienes y riquezas; perdió su salud y hasta su esposa lo abandonó. Sus amigos cuestionaron su integridad. Incluso el propio Job llegó a pensar que ya ni Dios lo tomaba en cuenta. Al final de su prueba Job le dijo al Señor “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.” (Job 42:1,5). Paradójicamente las adversidades de la vida nos acercan a Dios.

Nunca olvidemos que Dios no es la causa directa de todas las cosas, pero todas las cosas están bajo su supervisión y poder. Dios siempre controla todas las cosas, aun cuando parece que no es así.

En estos retos de la vida, como el que hoy enfrentamos, es cuando Dios espera que perseveremos en la fe, que no claudiquemos, ni nos dejemos aplastar por las circunstancias. Pablo le dice a los corintios: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” (Romanos 8:18) Cf. 2 Corintios 4:17.

Y Dios no siempre remueve las barreras o quita los obstáculos aun cuando se lo pidamos en oración. Pablo tenía un aguijón (un mensajero de satanás [2 Corintios 12:7]) y le pidió a Dios tres veces que se lo quitara pero Dios le dijo: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2 Corintios 12:9). Y no se asuste, porque así actúa Dios. No nos baja el listón, pero sino nos capacita para superarlo.

Recordemos esta frase “Un mar tranquilo nunca hizo un buen marinero.” (Anónimo). Aunque parezca paradójico, las tribulaciones de la vida son males necesarios que forman nuestro carácter cristiano y fortalecen nuestra fe en el Señor.

El apóstol Pedro animaba a la iglesia perseguida del primer siglo con estas palabras: “Las tribulaciones presentes ponen a prueba la firmeza y pureza de su fe. Así como el oro se prueba y purifica en el fuego, su fe, que es más valiosa que el oro, es sometida al fuego purificador de las tribulaciones. Si permanecen firmes, recibirán alabanza, gloria y honra el día en que regrese” (1 Pedro 1:7 NTBAD).

Esta es la receta apostólica para resistir cuando la vida y la fe se ponen difíciles. Podemos aguantar lo que sea por la grandeza de lo que esperamos, porque cada adversidad es otra prueba para fortalecer y purificar nuestra fe, y porque al final de todo Jesucristo está esperando decir a todos Sus siervos fieles: “¡Bien hecho!»

Perseverar es: no desplomarse bajo la tensión de la vida

La presión social y religiosa que se ejerce sobre la iglesia evangélica es incalculable. Ya les he dicho que cuando la iglesia evangélica alza su voz y condena como pecado el homosexualismo, el aborto como infanticidio autorizado, las relaciones prematrimoniales, la injusticia social, la idolatría y toda práctica religiosa extrabíblica, somos acusados de homofóbicos, de ser extremistas en nuestra fe y de no acoger los nuevos estilos de vida del hombre liberal y progresista.

La verdadera iglesia de Cristo NO SE DESPLOMA bajo las presiones ni del gobierno ni de la sociedad ni de la cultura. La obra de Dios no depende de los aplausos del mundo. No los necesita. Jesucristo es suficiente para hacer prosperar su obra en cualquier parte del mundo y bajo cualquier circunstancia. Cuando se nada a favor de la corriente del mundo para evitarse problemas, se corre el riesgo de apostatar de la fe.

Lo que Dios sí necesita son hombres y mujeres comprometidos con el evangelio y rendidos a su voluntad, sujetos a la dirección del Espíritu Santo, dispuestos a servirle bajo cualquier circunstancia o pandemia. Cristianos que sean capaces de decir “…nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe, para preservación del alma” (Hebreos 10:39).

John Wesley el fundador del metodismo dijo en una ocasión: “Dame cien predicadores que no le teman a nada excepto al pecado, y que no deseen nada excepto a Dios. Ellos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el Reino de Dios en la tierra.”

Es tiempo de identificarse con Cristo y su evangelio. No es tiempo de retroceder. No es tiempo de vender el evangelio como Esaú vendió la bendición de su primogenitura por un plato de lentejas (Éxodo 25:27-34).

Llamados a perseverar hasta el fin

El evangelio no es negociable. El llamado de Cristo es a resistir Pero el que resista hasta el fin, será salvo.”  (Mateo 24:13 RVC). “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, éste ser salvo.” (Mateo 10:22).

En medio de la más grande crisis de fe, los tres jóvenes hebreos (Ananías, Misael y Azarías) se mantuvieron firmes en su fe. No se desplomaron bajo la tensión del momento. No desertaron. Fueron capaces de decirle al mismísimo rey Nabucodonosor:

“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” (Daniel 3:17-18).

Dios honró la fe de estos tres jóvenes y los libró del horno de fuego ardiendo. Todos los que deseaban la ruina de sus vidas quedaron avergonzados.

La historia de la iglesia recoge que Policarpo, discípulo del apóstol Juan y Obispo en la Iglesia de Esmirna, fue llevado ante el procónsul romano y éste le ordenó: “Pronuncia el juramento y te dejo en libertad. Maldice a Cristo.” Pero aquel anciano alzó su voz y con plena convicción de fe le dijo: “Lo he servido por 86 años y Él jamás me ha hecho ningún mal. ¿Cómo voy a blasfemar contra mi Rey, que me salvó?”

Pablo cierra el capítulo 8 de su carta a los romanos diciendo: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:39).

CONCLUSIONES

Perseverar no es resignarse pasivamente a la suerte, al destino, a como salgan las cosas.

Perseverar es la resistencia activa y enérgica a la derrota, al fracaso, a no parar.

Perseverar es seguir adelante siempre, con firmeza, con constancia, sin desplomarse.

Perseverar es la capacidad de mantener el rumbo frente a la dificultad y negarse a renunciar.

Pensamiento final: “Cuando está lo suficientemente oscuro, los hombres y las mujeres de Dios consiguen ver las estrellas.”

Llamado a Salvación…Con Cristo si es posible sobre ponerse a la adversidad y permanecer firme en medio de las presiones de la vida.

Llamado a confiar en Dios y perseverar…

[1] MacDonald, W. (2004). Comentario Bíblico de William MacDonald: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento (571). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.

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David N. Zamora
Autor

David N. Zamora

Ministro Ordenado de las Asambleas de Dios y Pastor Principal de la Iglesia Misionera de Tampa. Con títulos en Teología y Biblia de EDISUB e ISUM. Casado con Raquel Gonzalez

2 comentarios en «Persevera hasta el fin»

  1. Me encanta esta predica sobre la perseverancia gracias a Dios por su poderosa palabra que nos alimenta cada día y nos ayude a seguir adelante con la mirada puesta sobre el en estos tiempos difíciles que estamos viviendo amen

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    • Excelente predica hermano justo lo que necesita cada creyente para mantenerse en el camino Cristiano y no retroceder siga así estás predicas son las que necesita el pueblo de Dios

      Responder

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