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El celo de Elías

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: El celo de Elías

Predicas Cristianas Texto Biblico:Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!” (1 Reyes 18:37-39)

Introducción

Elías fue un profeta de Dios que vivió durante un tiempo difícil en el reinado de Israel. Dice la biblia que mientras reinaba Acab, Jezabel mandó matar a los profetas de Dios.

Acab hizo lo malo ante los ojos de Dios y restauró altares a dioses de estos lugares, se reveló contra Dios  he hizo lo malo, provocando la ira de Dios.

Elías por su parte fue un profeta que obedecía a Dios en todas las cosas. El poder de Dios se manifestaba en este profeta. Mientras Jezabel enviaba a matar a los profetas de Dios, Elías fue salvado por el Señor y guardado de todo mal.

La palabra de Dios estaba en Elías

Tanto así que cuando se presentó ante el rey Acab pronunció estas palabras “Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra” (1 Reyes 17:1). Y no llovió durante tres años y medio. 

Dios estaba con Elías, pues él era obediente a su palabra y no tenía miedo de dar palabra de Dios. Al único que temía Elías era a Dios. Cuando un hombre o mujer está en la presencia de Dios, guarda su palabra y le obedece en todas las cosas, la gloria de Dios se manifiesta.

1) El pecado de Acab

Acab fue rey en Israel. La biblia lo describe como una persona que hizo lo malo ante los ojos de Dios. Dice el versículo treinta del capítulo dieciséis de el primer libro de Reyes que hizo lo malo más que los que reinaron antes que él.

Cuando una persona deja de escuchar a Dios, deja de seguir sus ordenanzas no queda más que la perdición de la persona y afecta hasta los que le rodean. En este caso el afectado de estas decisiones del rey era el pueblo de Israel. 

Hizo lo malo y le fue cosa fácil desobedecer al Señor. Cada decisión que tomaba en el reino era contraria a los mandamientos de Dios. Acab tomó por mujer a Jezabel, hija del rey de los sidonios. Ella guió a Acab a servir a Baal y a adorarle, también le edificó altar.

Jezabel, su esposa era una mujer perversa y juntos provocaron la ira de Dios. El hambre se había acrecentado en el pueblo de Israel, a causa de la palabra de Elías cuando dijo que no llovería sino por su palabra.

La biblia dice que Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo (Hebreos 10:31). Dios castiga el pecado, ante su ira no puede quedar nada en pie, su ira lo consume todo.

La maldad de este rey fue mucha, dejando a Dios y adorando a otros dioses. Siendo él el rey de Israel, provocó que el pueblo también hiciera lo malo. Solo unos pocos lograron permanecer fieles al Señor. T

anta fue la maldad de el rey y de su esposa que enviaron a matar a todos aquellos que hablaban en el nombre de Dios, aquellos que eran usados por el señor para enseñar su palabra y profetizar al pueblo.

2) Elías es guardado por Dios

Sin embargo Dios guarda a Elías. Lo lleva cerca de un arroyo, le da de beber y le da comida. Luego lo lleva con una viuda y ahí obra un maravilloso milagro que bendice también a la viuda pobre.

Dios guarda a aquellos que en Él confían. Los profetas de Dios sufrieron persecución y fueron muertos, solo unos cuantos sobrevivieron por la misericordia de Dios. Elías era uno de ellos. Dios guarda a su pueblo, Él bendice a los que confían y obedecen su palabra.

Elías continuaba confiando en Dios, seguía predicando su palabra y diciendo todo lo que Él señor le enviaba. Era fiel no le quitaba ni agregaba nada a la palabra de Dios.

Dios busca personas como Elías

Personas que confíen totalmente en Él, que obedezcan su palabra y no importen las consecuencias de esa obediencia. Que pongan a Dios en primer lugar y no les importe lo que los demás piensen o hagan al respecto. Que no importe si sufre persecución o es objeto de burla. Incluso no importa si es muerto por su causa. 

Dios esta con esas personas que le obedecen a pesar de todas las cosas. Dios esta con esas personas que son obedientes hasta la muerte.

Ellos son los que ven su gloria, ellos son los que ven sus maravillas. Los milagros de Dios son causados por estas personas que como Elías no le importó que su vida estaba en peligro, vivía para Dios.

Así como Pablo que dice que si vive lo hace para Dios y si muere también para Dios muere. Sea que vivamos o que muramos somos de Dios, esto solo lo dice un verdadero hijo de Dios que confía en su Padre.

Elías no temía lo que le pudiera hacer ningún hombre, sólo le preocupaban las indicaciones que Dios le daba, le preocupaba de no apartarse de nada, ni a la derecha ni a la izquierda de lo que Dios le decía.

3) El celo de Elías

Elías vuelve a presentarse ante el rey en obediencia a Dios. Notemos que, según el rey, no había más profetas de Dios que predicaran su palabra, todos habían sido muertos o habían huido de la tierra.

Pero Elías va delante del rey pues así le mandó Dios. Lo que le dice al rey es que al siguiente día reúna a cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y cuatrocientos profetas de Asera.

El rey convoca al pueblo y reúne a los profetas de Baal. Elías reta al pueblo a confiar en Dios pero estos no dicen palabra. La palabras de Elías son categóricas diciendo al pueblo que si Jehová es Dios que le sigan, y si Baal que a él le sigan.

No hay duda que Elías sabe a quién está siguiendo, sabe que Dios prevalecerá y que los dioses del mundo son vanidad.

Pidió entonces Elías que los profetas de Baal le invocarán pues eran más y él por su lado invocará a Dios y el Dios que respondiera con fuego ese era el verdadero Dios.

Pusieron ambos holocausto, los profetas entonces invocaron a su dios pero no hubo respuesta. Hacían de todo lo que se les ocurrió para llamar a su dios, Elías los veía y se burlaba de ellos.

Viendo que el dios de ellos no respondía llamo tranquilamente al pueblo para que se volvieran a él. Les pidió que a su altar echarán cuatro cántaros de agua y así lo hicieron tres veces.

No sabemos la razón exacta de esto, como la respuesta debía ser fuego quizá Elías quería que no hubiera duda alguna en el pueblo echando el elemento contrario al fuego. Así el pueblo sabría que Jehová es el Dios verdadero.

4) La gloria de Dios

El agua corría por el altar, no había forma de encender el fuego en la leña ni en el sacrificio pues estaba llena de agua. Si alguien lo quisiera hacer de forma voluntaria no sería posible.

Elías ora a Dios pidiéndole respuesta del cielo para que “conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos” (1 Reyes 18:37).

La respuesta de Dios es inmediata. Los profetas de Baal estuvieron gritando, saltando y haciendo muchas cosas llamando a su dios y este nunca apareció.

Estuvieron desde la mañana hasta la tarde. En cambio Elías oró a Dios y Él respondió del cielo inmediatamente.

Cayó fuego del cielo consumiendo el holocausto.

Y eso no fue suficiente, el fuego consumió la leña, las piedras, el polvo y aún el agua que ahí estaba producto de los cántaros que Elías había pedido que echaran en el holocausto.

Jehová es su nombre, es Dios sobre toda la tierra y sobre todo lo que existe. La respuesta de Dios fue total, para que todo el pueblo pudiera ver que no hay Dios fuera de Él.

Es el único y soberano. Elías lo sabía y sólo en Él confiaba y por su palabra era guiado todos los días de su vida. Eso es lo que Dios quiere de nosotros, los que le seguimos, que le seamos obedientes como Elías.

En muchas otras maravillas se manifestó Dios en la vida de Elías, haciendo milagros y prodigios a través de él. Dios lo usó para ser la boca de Dios en la tierra, para anunciar el mensaje que Dios quería dar a su pueblo.

Es lo mismo que Dios quiere hacer con aquellos que se atreven a confiar solo en el Dios Todopoderoso.

Conclusión

Dios no ha cambiado, ese mismo Dios que salvó al profeta Elías es el mismo que vive y permanece para siempre. Es el mismo Dios que nos ha llamado a su redil. 

Dios quiere usarnos y pide que seamos celosos de Él, como Elías no soportaba como adoraban a otros dioses, adoraban a otro que no es el Dios nuestro.

Jehová es el único Dios y toda rodilla debe doblarse ante nuestro Señor. No hay otro Dios que sea digno de recibir gloria, solo el creador del cielo y de la tierra, el creador de todo lo que existe. 

Como decía David “Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras” (Salmos 119:139) Es lo que pasa cuando conocemos a Dios, sentimos celo por su palabra, por sus mandamientos, por quien Él es.

Conozcamos cada día más al Señor, seamos valientes para anunciar a las naciones que Jehová es el único Dios. Confiemos en Él como lo hizo Elías, no importa si los seguidores de los otros dioses son más, no importa si gritan, mienten y calumnian, Dios se manifiesta en aquellos que le obedecen. Dios se manifiesta en sus seguidores, por tanto tengamos fe solo en Él y veremos su gloria.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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