Regreso a la adoración

La esposa de David lo ve por la ventana y lo menospreció. Considero que era algo indigno del rey cantar y danzar por todo el camino delante de todo el pueblo. Y se lo hizo saber a David, de cómo él había quedado como cualquiera delante del pueblo. Pero a David no le importó, su respuesta fue que ante Dios había el danzado, no ante el pueblo.

Así debemos ser como cristianos. Que no nos importe lo que los demás piensen de nosotros, ni lo que juzguen acerca de lo que hacemos para Dios. Que nos importe únicamente lo que Dios piense de nosotros.

Si cantamos, si danzamos, si ofrendamos, si predicamos, todo lo hacemos para la honra y gloria del Señor. No es para que nadie nos mire, no es para los hombres, para Dios hacemos todo.

David le responde a su esposa que seguirá danzando delante de Dios, y se hará más vil ante sus ojos, pero no delante de Dios. Delante de Dios será honrado por adorarle y alabarle con todas sus fuerzas y todo su corazón.

4) Dios bendice a David

Después de esto Dios levantó al profeta Natán y le da una gran bendición a David. Dios afirma su trono para siempre. David puso a Dios en primer lugar y las bendiciones de Dios llegan a él pues ha puesto a Dios como su rey.

Así hace Dios con sus seguidores, así hace Dios con los verdaderos adoradores. Con los que hacen su voluntad y le adoran en espíritu y verdad. Con los que lo ponen en primer lugar y no les importa lo que los demás piensan de ellos.

Dios quiere bendecir a cada uno. Dios quiere darnos de su prosperidad. Dios quiere darnos de las bendiciones del reino de Dios. Solo debemos adorarle con todo nuestro corazón. Dios quiere que aprendamos esto.

Dios quiere que le pongamos a Él en el centro de nuestra vida y lo demás serán bendiciones del creador día tras día.

5) Dios el centro de todo

¿Ya hemos puesto a Dios en el centro de todo? ¿Le consultamos a Dios acerca de cada decisión que debemos tomar? Dios quiere ser el centro de nuestra vida. Dios quiere ser el centro de todo nuestro ser. Él quiere estar ahí cuando tengamos que tomar una decisión.

Dios quiere estar ahí con nosotros cuando la prueba venga. Dios quiere estar con nosotros en todo lugar, en todo momento, pero quiere que le invitemos. Que regresemos ese centro de adoración a Dios.

Que no nos importe lo que piensen o digan los demás. Ciertamente el enemigo empezará a atacarnos, a proferir calumnias contra nosotros, pero por eso tenemos a Dios de nuestro lado, para no temer lo que pueda hacernos el enemigo, pues mayor es el que está con nosotros que el que está en el mundo.

Como David debemos cantar y danzar para Dios. Toda la honra y la gloria sean para él. No para que lo vean los demás, sino para que Dios pueda recibir nuestro canto, nuestra alabanza.

Conclusión

David sabía lo que verdaderamente era importante, darle el lugar a Dios, darle el lugar que merecía. Sabía que Dios le había puesto como rey no para aprovecharse del puesto y hacer lo que quisiera, sino que había sido puesto ahí para administrar las cosas de Dios. Sabía que Dios lo puso en ese lugar y a Él solo debía honrar.

Como paso en esa casa donde el Arca estuvo, así quiere hacer Dios en nuestra casa. Quiera Dios bendecir todo lo que es nuestro, solo porque seamos verdaderos adoradores. Pongamos a Dios primero y que sea el centro de nuestro corazón, el centro de nuestro hogar y Él obrará bendiciones.

Que no nos importe lo que los demás puedan decir de los hijos de Dios. Los ataques del enemigo siempre vendrán y no importa lo que puedan decir contra nosotros, lo importa es lo que Dios pueda decir de nosotros. Dios quiere llamarnos hijos, adoradores. Dios quiere que le adoremos y que esa adoración llegue hasta su trono como perfume agradable.

No es como queremos que sucederán las cosas, sino como Dios lo quiere, solo debemos asegurarnos de hacer todo lo que el Señor quiere y Él se encargará de lo demás. Él sabe de qué tenemos necesidad antes de que podamos pedirle y Él se encargará de nuestras necesidades. Dios es bueno, adorémosle y Él nos bendecirá.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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