Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Texto Bíblico: Colosenses 1:9-14
Predica de Hoy: La oración que nunca debe parar
INTRODUCCIÓN:
La vida de oración de Pablo es simplemente notoria. La cárcel de Roma desde donde escribe esta carta, en lugar de ser un sito de quejas y lamentos, la ha convertido en un santuario de oración. Y si bien es cierto que en la cárcel de Filipo donde estuvo un día con Silas cantaban himnos en la medianoche de modo que los presos le oían, en la de Roma oraba incesantemente y lo más seguro es que también los presos le oían.
Este capítulo está lleno de la oración apostólica. Pablo fue informado del testimonio de los colosenses y ante las buenas noticias de lo que oía, él dio gracias a Dios por la fe, el amor y la esperanza de aquellos preciosos hermanos.
Pero en la continuación de aquella particular oración, ahora entra en una intercesión para que lo que está oyendo de los hermanos sea preservado, pidiendo lo que vamos a denominar “la oración que nunca debe parar” porque se trata del crecimiento espiritual al que ha sido llamado todo legítimo creyente. Lo que Pablo pide en una especie de “oración intercesora” es lo que más necesita cada creyente.
Cuando revisamos nuestras oraciones pronto descubrimos que son cortas, esporádicas y casi siempre para nosotros mismos. La oración por otros no siempre forma parte de nuestras peticiones, ni menos que sea “sin cesar” como la hacía Pablo.
Sigamos viendo en esta carta la importancia que tiene la oración, tanto la oración de gratitud como de intercesión. Analicemos el valor que tiene hacer la oración que nunca debe parar. Para qué hacer esta oración.
I. ORACIÓN PARA SER LLENOS DEL CONOCIMIENTO DE SU VOLUNTAD
1. Llenos del conocimiento de su voluntad (vers. 9ª)
Creo que todos coincidimos que la voluntad de Dios no siempre nos resulta fácil conocerla y hacerla, de allí que lo que estamos analizando de acuerdo con la petición incesante que Pablo, no es nada fácil. Pablo deseaba que los colosenses no solo conocieran al Dios vivo y verdadero, pero sobre todo que conocieran su voluntad.
En el vers. 3 Pablo cuando ora usa la palabra “siempre”, y ahora cuando va a tocar los siguientes temas utiliza las palabras “no ceso”. Es como si lo que nos va a decir a partir de este momento demanda la mayor atención de parte de los cristianos. ¿De dónde se desprende esta petición?
Los hermanos de Colosas estaban siendo amenazados por distintas corrientes que pretendían desviarlos de la fe ya adquirida. Y esto es importante destacar porque no es suficiente saber que soy salvo y que tengo una esperanza cierta en el cielo, sino que la salvación demanda de una dedicación, esfuerzo y compromiso serio para poder crecer en ella.
Ya el profeta de antaño nos dejó esta razón: “Mi pueblo perece por falta de conocimiento” (Oseas 4:6). Bien pudiéramos decir que la iglesia del Señor adolece del mismo mal, de allí la importancia de conocer bien la voluntad de Dios.
b. En toda sabiduría e inteligencia espiritual (vers. 9b)
Hay una sabiduría humana que Pablo cuestiona pues no sirve para conocer la voluntad de Dios, porque de acuerdo como Santiago la califica, no desciende del cielo, por cuanto es “terrenal, animal y diabólica” (Santiago3:15).
Nadie tenía un conocimiento intelectual como Pablo, pero cuando se topó con Cristo en el camino de Damasco, y preguntó “¿qué quieres que yo haga?”, dijo que el conocimiento adquirido la tenía por basura con tal de conocer a Cristo (Filipenses 3:8). Por esta razón el conocimiento de la voluntad de Dios tiene que ir a una dimensión mayor y totalmente espiritual.
El creyente no solo sabe que fue creado a la “imagen y semejanza de Dios”, sino que ahora posee al Espíritu Santo y eso hace que su sabiduría y su inteligencia sea espiritual. Cuando hablamos de conocer la voluntad de Dios algunas veces nos pareciera una misión imposible y por eso tomamos decisiones que no siempre son del agrado divino.
Mis hermanos, el conocimiento de la voluntad ya está revelado en su palabra, lo único que debo hacer es ir a ella, leerla, analizarla y aplicarla.