Predicas Cristianas
Predica de Hoy: Huyendo en dirección a Dios
Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Salmos 139:7-12
INTRODUCCIÓN:
Cuando uno lee este texto la primera impresión recibida es la de un David en franca desobediencia con su Dios. Pero la manera cómo ha descrito el conocimiento tan perfecto de Él en su vida, no revela a un David huyendo de Dios.
En todo caso, sus preguntas más bien son una confirmación de la omnisciencia de Dios sobre él, porque Dios no solo lo conocía íntimamente, sino que lo puede ver en todas partes a través de su omnipresencia.
Las preguntas del presente texto están consideradas como las más importantes de toda la Biblia.
Son profundas, anchas, altas y largas. Tienen como propósito mostrarnos al Dios ineludible. El teólogo Paul Tillich habló de la condición humana en el sentido de estar huyendo de Dios. Él habló de la soledad de mucha gente, como si Dios no estuviera para ellos. Sin embargo, el mismo Tillich escribió: “Huir a la oscuridad para olvidar a Dios no es escapar de Dios.
Por un tiempo podemos sacar a Dios de nuestra conciencia, rechazar a Dios, refutar a Dios, argumentar convincentemente a favor de la inexistencia de Dios, [o] vivir cómodamente sin Dios”. “No es a Dios a quien rechazamos y olvidamos, sino a una imagen distorsionada de Dios”, continuó diciendo Tillich. “El Dios de la Biblia; es ineludible”. Finalmente, “no hay lugar al que podamos correr o huir de Dios que esté fuera de Dios” (Paul Tillich, The Shaking of the Foundations, Charles Scribner’s Sons, 1948, pp. 40-41).
Esa fue la experiencia de Adán y Eva después de haber pecado contra Dios. Pretendieron huir de Él, escondiéndose, pero Dios los alcanzó. Jonás quiso huir de Dios al irse a Tarsis, cuando su destino era Nínive, pero no pudo, porque Dios lo encontró, y al final no evitó al Dios ineludible. Si vamos a huir, hagámoslo hacia Dios. Veamos por qué.
I. NO HAY LUGAR DONDE PODAMOS HUIR DE DIOS
1. Al cielo, al Seol, al mar, a la oscuridad… no se puede (verss. 8-10)
Este salmo no fue escrito por un panteísta. El concepto de “Dios es todo y todo es Dios” no se aplica acá. Mas bien, David habla de Dios como una persona presente en todos los lugares, pero distinta de la creación.