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Lo que es de Dios permanece

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Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Lo que es de Dios permanece

Predicas Cristiana Texto bíblico: Hechos 5:33-39

Introducción

Lucas, el autor del Libro de los Hechos, nos hace un resumen de cómo por la mano de los apóstoles de Cristo se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo, a tal punto que con la sombra de Pedro se sanaban los enfermos; y el número de hombres y mujeres que creían en el Señor se aumentaba cada día más. (Hechos 5:12-16).

La reacción de la religión organizada de los judíos, encabezada por el Sanedrín, no se hizo esperar. Llenos de celo por lo que estaba ocurriendo, arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública, pero milagrosamente un ángel del Señor los sacó de la cárcel, y les dio la orden de seguir predicando el mensaje de vida nueva en el Cristo resucitado. (Hechos 5:20-21).

Cuando el Sanedrín lo supo, los hicieron venir sin violencia, y les reclamaron a los apóstoles haber llenado a Jerusalén de la doctrina de Cristo. Pero Pedro y los apóstoles se mostraron firmes en la fe y les dijeron: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29ss). Pero los líderes religiosos del judaísmo al oír hablar a los apóstoles con tanto valor se enfurecían y querían matarlos.

Pero Lucas nos cuenta que cuando parecía probable que el Sanedrín recurriera a medidas violentas para eliminar a los apóstoles, intervino Gamaliel, un experto en cuestiones de leyes religiosas, muy popular y querido entre el pueblo; maestro de Pablo y miembro del Sanedrín, y les aconsejó: “Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; más si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.” (Hechos 5:39).

Partiendo de este consejo salomónico, quiero hablarte de tres grandes verdades que encuentro en esta declaración de Gamaliel.

I. LO QUE NO PROVIENE DE DIOS NO LLEGA A NINGUNA PARTE

“Si lo que están haciendo lo planearon ellos mismos, esto no durará mucho.” (Hechos 5:38 TLA).

Gamaliel usó dos ejemplos tomados de la historia para confirmar su consejo: demostrar que “Lo que no proviene de Dios no llega a ninguna parte”

En primer lugar, citó a un tal Teudas (Hechos 5:36), que dirigió una revuelta en Judea a principios del primer siglo contra las autoridades romanas, pero fracasó su sublevación.

En segundo lugar, citó a Judas el galileo (Hechos 5:37), quien se rebeló contra el censo que mandó hacer Cirenio en el año 6 d.C., para organizar los impuestos. Este Judas el galileo decía que era a Dios al único que había que pagar tributo. Este intento de revolución también fracasó.

Con estos dos ejemplos Gamaliel les demostró al Sanedrín que “Lo que no proviene de Dios no llega a ninguna parte”.

Es que Dios no respalda nada que no proceda de Él, ni que vaya en contra de su Palabra. La biblia enseña que Dios es santo, amoroso, verdadero y pacífico, por lo tanto, toda impiedad, falta de amor, mentira y aspereza con los demás, interrumpen la comunión del creyente con Dios.

La Biblia dice que cuando actuamos de manera contraria a la dirección del Espíritu Santo le entristecemos, y también herimos el corazón de nuestro Padre Celestial, quien nos dio su Palabra como regla de fe y conducta. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Efesios 4:30).

Todo lo que empañe la santidad de Dios y de la iglesia, jamás tendrá el apoyo de Dios. Un hijo que deshonra a sus padres no puede esperar el respaldo de Dios. Un esposo que maltrata a su esposa no puede esperar el respaldo de Dios. Una esposa o un esposo que le es infiel a su cónyuge no puede esperar el respaldo de Dios. Quien usa de mentiras para aumentar sus ganancias no puede esperar el respaldo de Dios. Quien altera sus ingresos y gastos para obtener más beneficios del gobierno no puede esperar el respaldo de Dios. Quien miente para obtener un empleo no puede tener el respaldo de Dios.

Incluso cuando la obra de Dios la pretenden hacer hombres engañadores, fraudulentos, egoístas, sedientos de poder y fama, amadores de sí mismo más que de Dios, hombres con motivaciones malsanas, esa obra no encontrará el respaldo de Dios. Pablo le aconseja a Timoteo: “…apártate de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia…” (1 Timoteo 6:5; cf. 2 Timoteo 3:5).

Puede que una idea o movimiento de corte religioso, brille e impresione por un tiempo, y que mucha gente confundida se vaya tras los sonidos de sirenas, y promesas de prosperidad y dominio, pero ese brillo será como el de los fuegos artificiales, pronto pasará, al no provenir ni tener el respaldo de Dios.

Recordemos que la Biblia dice que “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.” (Salmos 127:1). No podemos tener verdadera esperanza si el Señor no está respaldando nuestros planes, y que esos planes glorifiquen su Nombre.

II. LO QUE PROVIENE DE DIOS PERMANECE

Añadió Gamaliel, “…si es un plan de Dios, nada ni nadie podrá detenerlos” (Hechos 5:39 TLA).

Para Gamaliel si lo que estaban haciendo los apóstoles era plan de ellos y no de Dios, esto acabaría en nada, pero si lo que ellos hacían, es un plan de Dios, nada ni nadie podría detenerlos.

Satanás y su ejército siempre han estado luchando por destruir la obra de Dios, empeñados en impedir que el reino de Dios se expanda en todo el mundo, y que la gente conozca el evangelio de Jesucristo. Y puede que logre que mucha gente rechace el evangelio de la cruz, incluso que algunos creyentes apostaten de la fe y renuncien al evangelio. Pero eso no significa que la obra de Dios se detenga, y que Dios renuncie a sus propósitos eternos, y que su obra quede inconclusa.

Dios siempre buscará que la llama del Espíritu Santo y el poder de Su Palabra se prenda en el corazón del remanente fiel. Remanente que hará que Su obra continúe y progrese, y que su reino se establezca en el corazón de los que le buscan de corazón en cualquier parte del mundo.

Dios levantó al profeta Elías para que enfrentara la más terrible apostasía durante el reinado de Acab y Jezabel. Y en su lucha, Elías se encontró en cierta ocasión totalmente desesperado, pensando que era el único israelita que permanecía fiel al Dios verdadero. (1 Reyes 19:10-18). “Pero Dios le contesta: tú no eres el único que me queda. ¡Tengo además siete mil personas que todavía me aman y no se han arrodillado ante los ídolos!” (Romanos 11:4 NTBAD).

Grabémonos bien en nuestra mente, que aun cuando la impiedad se desborde y el pecado reine en todas partes, Dios se proveerá de un remanente fiel, tomados de toda raza, lengua y nación, que no renunciará a su fe ni a su compromiso con la Biblia. Un remanente que sigue siendo la sal de la tierra y la luz del mundo. (Mateo 5:13-14). Ese remanente fiel es el rebaño del cual Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:27).

Recordemos hermanos míos que la existencia del cristianismo por más de 21 siglos ha demostrado que Gamaliel tenía razón cuando les dijo a los miembros del Sanedrín: si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; más si es de Dios, no la podréis destruir. Una de las mayores evidencias de la existencia de Dios, es la existencia de la iglesia.

No importa cuán poderosas sean las fuerzas del mal, ni cuan fuertes sean los ataques que el mundo lance contra los cristianos, la iglesia verdadera de Jesucristo permanecerá hasta que Él la venga a buscar, porque lo que proviene de Dios permanece. El Señor Jesucristo aseguró “que las puertas del hades no pueden prevalecer contra la iglesia.” (Mateo 16:18).

Y la razón de la permanencia de la iglesia es que:

  • JESUCRISTO es el FUNDAMENTO de SU IGLESIA. “Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11 NTV).
  • JESUCRISTO es CABEZA de SU IGLESIA. “Dios puso todas las cosas bajo el poder de Cristo, y lo nombró jefe de la iglesia. Cristo es, para la iglesia, lo que la cabeza es para el cuerpo. Con Cristo, que todo lo llena, la iglesia queda completa.” (Efesios 1:22 TLA).
  • JESUCRISTO es quien le imparte VIDA a SU IGLESIA “…yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:28).

III. LUCHAR CONTRA DIOS ES UN ABSURDO

no seáis tal vez hallados luchando contra Dios”. (Hechos 5:39).

Es como si Gamaliel les estuviera diciendo: Tengan cuidado de meterse con esta gente, porque aunque ustedes los menosprecien por ser hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras, pueden verse resistiendo los planes de Dios. (1 Corintios 1:26-29).

Tengan mucho cuidado que el celo que ustedes tienen por el éxito de estos hombres, no los lleve a cometer una locura y a oponerse a lo que Dios quiere hacer por medio de ellos. Porque si Dios quiere usar a estos pescadores galileos sin preparación profesional, este Concilio jamás podrá frenar la obra de Dios.

Es que luchar contra Dios es perder el tiempo. Es una derrota segura, porque es imposible doblegar a Dios. Nunca podremos ganarle. Es pura locura desafiarlo, no nos irá bien.

Algunos casos que la Biblia recoge de los que desafiaron a Dios y fracasaron: en la eternidad, Lucifer y fue desterrado a oscuridad eterna; el rey Manasés, el emperador Nabucodonosor, el rey Herodes, entre otros.

Así que es sabio humillarse delante del Dios de la Biblia, porque cuando somos humildes recibimos del Señor su GRACIA, es decir, una nueva oportunidad para nuestra vida. Ése es el consejo del apóstol Pedro: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.” (1 Pedro 5:6-7 DHH).

El cristiano nunca debe resentirse por las experiencias de la vida, ni revelarse en contra de la voluntad de Dios. Siempre debe recordar que la poderosa mano de Dios está al timón de su vida y de su familia.

Otro que fue advertido directamente por el Señor fue Saulo de Tarso (Pablo) en el camino a Damasco, cuando la voz que escuchó le pregunta: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Saulo preguntó: ¿Quién eres Señor?… “Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.” (Hechos 9:4-5). Pablo pensó equivocadamente que perseguía herejes, pero a quien perseguía era al mismo Jesús. (cf. Mateo 10:40; 25:45).

Jesús y sus seguidores son uno. Por eso cuando la gente desde afuera se opone y ataca a la iglesia, luchan contra Dios mismo. Incluso también se ataca a Dios cuando internamente en la iglesia los miembros se atacan unos a otros. [1]

CONCLUSIONES

Ya sea que abras una compañía, que encuentres un nuevo empleo, que comiences una relación sentimental, que te muevas a otro estado o país, que te compres una casa o un carro, que inicies un ministerio evangélico, asegúrate que proviene de Dios y que tienes la aprobación y el respaldo de Él.

Dios debe ser nuestro experto consejero, nuestro compañero permanente y nuestro confidente. No deberíamos tomar decisiones sin antes consultarlo a él. Su opinión será siempre lo mejor para nuestra vida, familia, ministerio e iglesia.

En un momento de expectación en el éxodo Moisés le dijo a Dios: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” (Éxodo 33:15).

Pensamiento final: “Lo que no proviene de Dios no llega a ninguna parte, pero lo que proviene de Dios permanece”.

[1] Earle, R. (2010). Los Hechos de los Apóstoles. En Comentario Bíblico Beacon: Juan hasta Hechos (Tomo 7) (p. 371). Casa Nazarena de Publicaciones.

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