Alcemos plegarias a Dios

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Alcemos plegarias a Dios

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:1-4

Introducción

El mundo se encuentra en pésimo estado, mientras transcurre más tiempo la situación se torna más deprimente. Los dirigentes de las naciones se vuelven siervos del demonio, grandes masas alzan sus voces en contra de la Palabra de Dios, tentando con sus falsas promesas hasta al más fiel servidor de Dios.

Muchas veces en la búsqueda de dar un bien material a nuestros seres queridos nos dejamos perder en estas cosas del mundo. Esto no quiere decir que este mal buscar el bienestar material de nuestros seres queridos, pero no debemos permitir que el aspecto económico rija nuestras vidas, porque eso es justamente lo que busca el maligno. Perdernos.

Tradicionalmente se le conoce a este pasaje como el que marca el inicio del ministerio de Jesucristo. Si nos damos a la tarea de leer un poco la biblia podremos notar que las tentaciones del demonio a Cristo dieron comienzo después de que este fue bautizado. Nos dice el evangelio de Lucas 4:1 cuando leemos “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto.” Les cito este pasaje para podamos corroborar lo que les digo, Dios fue tentado luego de aceptar su compromiso con su padre.

Después del bautismo

Lo mismo pasa a cualquier persona que acepta a Dios en su vida. Luego del bautizo o de hacer un compromiso con Dios, el diablo empieza a fraguar planes para tentarnos y apartarnos del camino de Dios. El busca que renunciemos al amor de Dios y a sus leyes para vivir en su gracia. Ahora, Jesús fue tentado por el diablo no sólo porque había sido bautizado sino porque habría de dar comienzo su ministerio. Había hecho un compromiso con Dios, con su padre. El maligno buscaba echar por tierra la encomienda que le había dado Dios.

El demonio no para y continúa derribando las tareas que marcan la diferencia en nosotros. Y esto lo logra tentándonos del mismo modo que hizo con Cristo. El demonio suele ser escurridizo y sabe cuándo es el momento para tentarnos. Esto que digo se encuentra en la Biblia en Génesis 3:1 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”

Ya dicho esto podemos ver como el diablo bien se le asemeja a la serpiente, hábil, astuto y escurridizo. Y como una serpiente el diablo se acerca al hombre, lentamente, para no ser notada. Sin embargo, esta táctica no siempre funciona, como no le funciona a la serpiente, y la presa escapa de su captor.

El diablo tiene otra técnica, que casi siempre le funciona

Y esta es camuflajeandose, disfrazándose. Así es, el demonio igual nos toca todos los días, disfrazando acciones egoístas, vanales y materialistas por cosas buenas y de bienestar. Nos alejamos de la vida cristiana y dejamos de hablar y agradecerle a Dios. Y en lugar de levantar plegarias en su nombre vamos satisfaciendo nuestros deseos más mundanos. La biblia bien nos dice: “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.”

El diablo fue a tentar a Cristo en su momento de necesidad y cuando estaba en comunión con Dios. Del mismo modo lo hace con nosotros, en ese momento de mayor necesidad es cuando nos llega el diablo, es cuando busca sacarnos de la gracia de Dios y apartarnos de su camino de luz. En esos momentos en que nos quedamos sin un peso en el bolsillo, cuando tenemos problemas con nuestras parejas o cuando vemos a nuestros hijos rebeldes.

Conclusión

Por eso les digo hermanos, si queremos evitar apartarnos de Dios en estos momentos de desesperación y donde el mundo parece acabado el camino es su hijo. Alcemos plegarias a Dios y pidamos por nuestras familias, agradeciendo el pan y gozando de lo que poseemos.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.

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