Predicas Cristianas
Predicas cristianas predica de hoy: Fruto que permanece
Introducción
FRUTO QUE PERMANECE.
Al analizar el pasaje de Juan 15, hemos observado claramente que existen 3 etapas en la fructificación. La primera es llevar frutos, la segunda es llevar MÁS frutos y la tercera la veremos a continuación:
Llegamos a la etapa final, que es llevar mucho fruto que permanece.
Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.“
Vers. 8: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.“
Llegamos a la etapa final, que es llevar mucho fruto que permanece.
En esta etapa es cuando estamos entregados 100% al Señor, llevando mucho fruto en todas las áreas de nuestras vidas. Es cuando producimos al ciento por uno en el Reino de los cielos y todo lo que tenemos, lo ponemos al servicio de Dios y de los demás.
Colosenses 1:10. “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”.
EL MUCHO FRUTO SE PRODUCE CUANDO HAY MUERTE DE LA VIEJA VIDA.
Juan 12.24: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.“
Una semilla de trigo se compone de dos elementos: cáscara y semilla. Cuando es sembrada, para que germine y produzca fruto, la semilla tiene que morir, tiene que perder su cáscara. La comparación, el símbolo, está en que la cáscara es la carne y la semilla interna, es el espíritu. De no morir la carne, el espíritu no puede de ninguna manera producir fruto.
PASAR POR MUERTE Y RESURRECCIÓN PARA LLEVAR MUCHO FRUTO.
Debemos prestar mucha atención a las palabras “mucho fruto”. Aquí el Señor no sólo se refiere a fruto, ni a más fruto; sino a mucho fruto. Llevar fruto solamente, no es suficiente, ni tampoco más fruto; necesitamos llevar mucho fruto. En Juan 15:8 el Señor dice: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto”. Llevar fruto no es suficiente para glorificar al Padre, para expresarlo a los demás y exaltarlo. Para expresar al Padre, para glorificarlo, tenemos que llevar mucho fruto.
Cuando Cristo fue crucificado en la cruz, todos Sus opositores le menospreciaron. Él fue inmolado, pero a los tres días resucitó de los muertos. A través de Su muerte y en Su resurrección, Él fue glorificado; y en la glorificación del Hijo, el Padre fue también glorificado. En Su muerte y resurrección, Él llevó mucho fruto, dándonos ejemplo, para que nosotros sigamos sus pisadas.
Isaías 53:11ª “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.“
Hoy en día, al escogernos para servirle, Él nos envía a que vayamos y llevemos mucho fruto. Sin embargo, llevar mucho fruto requiere el proceso de muerte y resurrección. El Señor Jesús pasó por dicho proceso; Él abrió el camino. Hoy en día debemos seguirlo a Él, morir a nuestro YO, nuestra carne, para que resucite el hombre espiritual y así ofrezcamos al Señor MUCHO FRUTO.
Mucho fruto no solamente es manifestar los frutos del Espíritu Santo día a día; sino también es ganar a otros para Cristo. Pregúntate en este momento ¿Cuántas personas me he ganado para el Señor en lo que va del año 2022? Se sincero y reflexiona. Creo que es el momento ideal para que te pongas una meta y comiences a evangelizar, a predicar la Palabra de Dios a los cercanos, familiares y amigos y a todos los que te rodean y poder ofrecer a Dios mucho fruto.
TRABAJAR CON PERSEVERANCIA PARA LLEVAR MUCHO FRUTO Y QUE ESTE PERMANEZCA.
Debemos ser diligentes en nuestra intención de llevar mucho fruto. El Señor Jesús dice en Juan 15:16: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”. El deseo del Señor es que ese fruto permanezca. Él quiere que seamos constantes y perseverantes en cuanto a dar fruto.
Repite conmigo: “Yo voy a dar fruto, más fruto, mucho fruto; recibiré su Palabra para dar fruto, seré recortado y limpiado para dar más fruto y voy a permanecer para llevar mucho fruto”.
LA PERMANENCIA EN LA PALABRA CONTESTA ORACIONES.
Juan 15:7. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
Como cristianos sabemos la importancia que debe tener para nosotros el leer la Biblia, pero muchos no entienden la importancia de permanecer en la Palabra y permitir que la Palabra permanezca en ellos.
Cuando somos diligentes para estudiar la Palabra y mantenerla en nuestros corazones, tenemos acceso instantáneo a las Escrituras cada vez que la necesitamos. Y Jesús prometió que podemos pedir todo lo que necesitamos en oración y recibirlo.
Permanecer en la Palabra y permitir que la Palabra permanezca en nosotros nos hace verdaderos discípulos de Jesús (ver Juan 15:8). Nos da más poder en nuestras vidas de oración, y tener poder en la oración nos da poder sobre el enemigo.
CONCLUSIÓN
¿Estás permaneciendo en la Palabra de Dios y permitiendo que permanezca en ti? Si la respuesta es no, te animo a que tomes acción. Haz de la lectura y el estudio de la Palabra una prioridad. Comienza a memorizar las Escrituras y a guardarlas en tu corazón.
Entonces, cuando enfrentes las batallas de la vida, estarás completamente armado y preparado para ganar la guerra. Esa permanencia en la Palabra es la única que te permitirá que tengas una vida espiritual saludable llena de Fruto, Mas fruto, Mucho fruto y que ese fruto permanezca. Dios te bendiga ricamente.
© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.
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