Pero mencionábamos al principio que este libro es un dialogo, y este dialogo participaba Dios dando respuesta a Habacuc. El Señor en su respuesta explica a Habacuc que es Él quién esta incitando a los babilonios a atacar Jerusalén (1:6) y que lo harán de una manera terrible (1:7-11). Pero pide a Habacuc que ponga toda su confianza en Él y sus designios, y vendrán días en que los babilonios serán castigados también (2:5).
El Señor sabe todas las cosas y sabe las que son mejores para nuestra vida; nos pide vivir por fe; le pide a Habacuc que no se deje llevar por los acontecimientos que vive, sino que vea con los ojos de la fe, creyendo que Dios hará lo mejor a favor de los suyos y que no desfallezca, que todo a su debido tiempo será manifestado (2:3).
Las circunstancias que nos rodean parecen determinarlo todo, nuestros planes, nuestras actividades, nuestros sentimientos, incluso nuestra confianza en Dios. Pero Dios nos invita a creer, aunque nuestro medio nos indique lo contrario.
Jesús anunciaba a sus discípulos que él vencería; pero las circunstancias que rodeaban tales palabras eran diferentes, por esa razón huyen y abandonan a Jesús cuando es tomado preso para ser enjuiciado y crucificado.
Las circunstancias determinaron la fe de los discípulos; pero Jesús actúo por encima de las circunstancias, al hacer que lo imposible fuera posible, vencer a la muerte, al pecado y a Satanás en su resurrección. Si queremos vivir bien debemos hacerlo depositando nuestra fe en Dios de manera absoluta y sabiendo y confiando.
III. La soberanía de Dios nos da gozo (3:18)
“Con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación“
Cuando aceptamos, no dije entendemos, sino aceptamos la soberanía de Dios, entonces podremos atravesar el valle de sombras de la mejor manera. Habacuc acepto que Dios es soberano y que Él sabe lo que hace y la manera en como lo hace siempre será la mejor, pues sus caminos no son nuestros caminos y sus pensamientos no son nuestros pensamientos.
Cuando creemos esta verdad y la aceptamos, las pruebas, las injusticias, los problemas nos serán menos difíciles de sobrellevar y entenderemos el propósito del Señor. El verso 16 nos habla de esto: “Tranquilo espero el día de la angustia que vendrá sobre el pueblo que nos ataca” Habacuc ya veía con los ojos de Dios, pues veía el castigo del opresor, lo veía por fe y descansaba en eso que Dios le mostraba.
¿Como desea ver tu problema? ¿Con tus ojos o los de Dios? Si ves con los ojos de Dios veras el final de tu aflicción y descansarás en un día terminará. Habacuc termina con una bella declaración que debiera ser la de toda persona que busca de Dios respuesta.
Pues aunque las cosas no salgan como nosotros deseamos y todo parezca imposible e inútil; a pesar de todo nos gocemos, alegremos en el Dios de nuestra salvación que hace que nuestros pies no resbalen sino que nos sostiene en los lugares altos camino a casa.
Desafío
Un soldado anónimo escribió lo siguiente hace casi un siglo:
- Pedí a Dios que me hiciera fuerte para sobresalir… me hizo débil para que aprendiera humildemente a obedecer.
- Pedí ayuda para hacer obras más grandes… se me dieron dolencias para hacer obras mejores.
- Pedí riquezas para obtener la felicidad… se me dio pobreza para que fuera prudente.
- Pedí de todo para poder gozar de la vida…se me concedió la vida para que gozara de todo.
- No recibí nada de lo que pedí… pero sí todo lo que podía esperar.
- A despecho de mí mismo, fueron oídas mis oraciones, Soy entre todos el hombre más bienaventurado.
- Si desean ser dichoso por la eternidad acepta la soberanía de Jesús en tu vida.
© Gerardo González Cruz. Todos los derechos reservados.