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La oferta de Jesús desde su cruz

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: La oferta de Jesús desde su cruz

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Lucas 23:26-43

  • …yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10
  • Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Lucas 19:10
  • …yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo”. Juan 12:47

Introducción

Jesús tiene una oferta única y especial de perdón, salvación y seguridad y la cumplió aun en la tribulación. En mi patrón conductual he observado que tengo el curioso hábito de ofrecer y en algunas ocasiones, no muchas, caigo en el olvido de lo que ofrecí, entonces incumplo y mis ofertas se convierten en huecas esperanzas, y generan dudas e inseguridad a los que les ofrecí mis palabras o compromisos.

Tal vez usted se identifique un poco con mi conducta de ofrecer y caer en el olvido, o de ofertar algo y al rato cambiar de parecer, como muchas veces nos ha sucedido en el supermercado. Cuántas veces tal vez usted ha reclamado la oferta en el supermercado, porque el precio de tal producto ofrecido no se cumplió.

Observe como Jesús, aun destrozado, deshidratado, y en el peor sufrimiento que usted o yo, nos podamos imaginar, no piensa en Él, no piensa ni sufre por si mismo, sino que observa con su cariñosa mirada acostumbrada, la miseria y sufrimientos de los corazones llorosos, solitarios, miedosos ante el umbral de la muerte, y entonces les oferta, profecía preventiva y transformadora, les oferta amparo, y un espacio seguro, gratuito en su reino.

Estoy hablando de las mujeres del versículo 27-28. Estamos seguros de que alrededor de este suceso o espectáculo como Lucas le llama (vers. 48) muchas personas se acercaron a ver tal momento, unos tal vez para satisfacer su curiosidad como Herodes, que se alegró al escuchar que el procesado Jesús, iba a llegar a su tribunal, pero no para hacer valer su estado derecho sino porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba ver alguna señal, pero muy pronto se desilusionó la curiosidad que tenía por Jesús. (Lucas 23:8-11), al desencantarse de Jesús, porque no se cumplió su curioso deseo, entonces lo menosprecio con sus soldados. Su curiosa alegría, se convirtió en desprecio y falta de justicia hacia Jesús.

Por otro lado, había allí algunos ojos felices, que se deleitaban porque al fin habían logrado su caprichoso deseo, su víctima estaba en su poder, ahora la voz y la persona que les había reprochado y evidenciado sus hipocresías religiosas sería silenciado con la muerte, al fin; aquel que les confronto sus mentiras, estaba agonizando, aquel que los ofendió acusándoles de sepulcros blanqueados, estaba pagando su delito de ser honesto y justo. (Mateo 23:27-39).

Sin lugar a duda alrededor de este suceso histórico, había muchas miradas, muchas y variadas reacciones, muchos estados de ánimo, y Jesús, aun en su dolor no se olvida de estas miserias humanas.

Entonces se voltea y al verlos, en este caso a un grupo de mujeres piadosas que estaban llorando, no porque les pagaron para que lo hagan como las plañideras, sino con un amor y temor, y entonces Jesús, ofrece su último discurso profético de prevención, para que sean conscientes de lo que implica, despreciar la oferta de salvación, perdón y seguridad que, en Cristo, se ofrece, y sobretodo para animarlas a confiar aun en el terrible sufrimiento que vendría a sus vidas y nación. Por otro lado, podemos observar el uso de una imagen
mental que Jesús dice: Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, que no harán? (vers. 31).

Después de este última prédica de Jesús en la ruta dolorosa hacia el cumplimiento de su propósito, ahora lo observamos colgado en medio de dos personas que toda su vida fueron gente mala, que robó, mintió, estafó, asesinó, los cuales despreciaron los principios y valores morales, sociales y religiosos de su época, y vivieron como ellos quisieron, y hoy están de cara a la muerte, uno de estos indeseados personajes con su arrogancia acostumbrada reclama, reprocha, exige porque cree merecer, cree que tiene privilegios, (verss. 39-40).

Pero el otro está plenamente consciente que ha vivido mal, que ha hecho las cosas y responsabilidades de la vida de forma incorrecta, que ha dañado y ofendido a Dios y a su prójimo, y que aquel momento doloroso que vivía era justamente lo que merecía, y ante tal reflexión y conciencia de su pecado, suplica clemencia al que oferta salvación, perdón y vida eterna.

Y Jesús, en cumplimiento de su propósito de buscar y salvar al perdido le ofrece un espacio junto a Él, en su reino. Este perverso y despreciado personaje, ladrón, mentiroso, infiel, desleal, que vivió toda su vida como sus deseos e impulsos egoístas le dictó, hoy a unos minutos de morir esta recibiendo la gran oferta de gracia de Jesús. (vers. 43).

A decir verdad, el plan de Jesús es claro, sus ofertas de gracia son oportunas y necesarias para tu vida en estado de miseria y perdición, ahora que ya sabes de que trata las ofertas u ofrecimientos de Jesús, ¿Qué harás respecto a esta oferta de gracia?

¿Te quedarás en la misma incongruencia e hipocresía religiosa de los fariseos que sonrieron alegres al provocar que sea enjuiciado el que los confronto en por sus maldades? ¿Darás gloria a Dios sin compromiso firme, duradero y genuino como lo hizo el centurión después que se burló, lastimó y se repartió las pertenencias de Jesús juntamente con sus compañeros? (vers. 47).

¿Te golpearás el pecho por sentimiento de culpa, pero sin sufrir un verdadero arrepentimiento en toda tu experiencia de vida, como lo hizo aquella multitud que presenció este espectáculo? (vers. 48). ¿Qué harás con esta gloriosa oferta de gracia, esperanza, paz y seguridad que Jesús te ofrece hoy?

Conclusión

Muchas personas sufren y agonizan en la soledad, vacío y desamor, muchos hogares, hijos e hijas, esposos y esposas, viven en un estado de desesperanza y sentido de vida, pero siguen aferrados en sus arrogancias religiosas de no genuino arrepentimiento, siguen el síndrome del fariseísmo que Jesús confronto abiertamente, muchos hogares sufren por la mentira y deslealtad de sus integrantes, bien del esposo o esposa o hijos, pero siguen despreciando la oferta de gracia, restauración y paz que Jesús oferta junto a Él, se mantienen en la misma conducta enferma y arrogante que uno de los personajes crucificados junto a Jesús mostró.

¿Qué piensas que sucedería en tu vida, familia y sociedad si hoy con fe, arrepentimiento y actitud de obediencia aceptarás la oferta de gracia que Jesús nos ofrece a cada uno de nosotros hoy?

© Saúl Reyes B. Poot. Todos los derechos reservados.

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