Una Navidad sin Cristo

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: Una Navidad sin Cristo

Predica Cristiana Lectura Bíblica: Lucas 2:1-7

Tema: Mensaje de navidad

INTRODUCCIÓN

Una de las cosas sorprendentes en la historia de la navidad son las reacciones de sus protagonistas. La semana pasada vimos como actuaron Zacarias, María, los pastores y los sabios del oriente. Si bien algunos de ellos tuvieron dudas al principio, al final entendieron la razón de la navidad, aunque lo sucedido les pareció imposible.

Sin embargo, en la navidad también hubo otros protagonistas quienes de igual manera fueron testigos de los acontecimientos de ese tiempo, pero lo ignoraron, lo cuestionaron, o simplemente se lo perdieron, aunque todos supieron del nacimiento del Mesías acaecido en Belén, el lugar donde se cumplió la profecía de Miqueas 5:2.

Llama la atención que tres de los que se perdieron la navidad, uno vivía en Belén, y los otros en Jerusalén, y estos fueron hostiles e indiferentes. El asunto insólito de esta historia es ver que mientras para unos la navidad fue un motivo de gozo, y adoración, un grupo se perdió la alegría, la esperanza y la satisfacción de la primera navidad. Y esto es lo que podemos seguir viendo en este tiempo cuando celebramos la noche buena.

Para algunos la navidad servirá para recuperar las pérdidas del año, sobre todo del comercio, mientras que para otros esta será la oportunidad de la extravagancia, las fiestas, las comidas, el lujo en el cuerpo y las ropas, para vivir otra navidad sin Cristo. ¿Y qué sucede con algunos cristianos en la navidad?

Que, por el afán de la época, pudieran también celebrar una navidad sin Cristo, sin unirse a los ángeles en su canto, a los pastores con su diligencia en buscar al niño, o a los magos con su incansable deseo de caminar para adorar a Jesús. Entonces ¿quiénes fueron los grandes ausentes de aquella navidad habiéndose tenido tan cerca de ellos?

I. EL DUEÑO DE LA POSADA SE PERDIÓ LA NAVIDAD

a. “Estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento” (vers. 6)

Imagínese por un momento todo este cuadro. El viaje de Nazaret a Belén es de 156 kms, pudiendo ser de seis días de camino. José y María van en la caravana a Belén por lo del censo promulgado. Las condiciones del viaje, y por estar a punto de dar a luz a su hijo, nos muestran las penurias que debió pasar aquella joven pareja, mientras José seguramente añoraba un lugar apropiado para su esposa, debido a la profunda fatiga impuesta por tan largo viaje.

Y al llegar al lugar de la posada le vinieron los dolores a María, pero para su sorpresa el dueño de la posada desalentó al pobre José, hablándole de lo abarrotado de su lugar, porque otros ya habían hecho sus reservaciones para el asunto del censo. Y es aquí cuando comenzamos a ver a este hombre perdiendo la navidad. ¿Qué hizo al dueño de la posada perderse aquel evento tan importante? Estaba demasiado ocupado con otras cosas.

A lo mejor estaba muy ocupado atendiendo a sus huéspedes, porque algunos no tienen toallas, otros pidiendo sábanas limpias, y a lo mejor otros, pidiendo la comida… Él no era un hombre malo, ni carecía de amor ni de simpatía. No estaba enojado con José y María, simplemente estaba ocupado.

b. No había lugar para ellos en el mesón (vers. 7)

¿Por qué este hombre se perdió la navidad? Porque, aunque tuvo la oportunidad de buscar algún sitio dentro de su “hotel” para una mujer a punto de dar a luz, no lo hizo. Bien pudo haber extendido una alfombra en el piso, en lugar de ofrecer el lugar menos indicado para nacer un niño.

Este hombre prefirió tener la navidad detrás de su puerta, que tenerla adentro. Él perdió la navidad porque no ayudó a María en tal situación. Esto es irónico, pero es la realidad de la navidad. ¿Sabe usted cuán distraída se pone la gente en la navidad, incluyendo los cristianos? ¿No es cierto que el enfoque de esta época es en el llamado “espíritu navideño” más que recordar al encarnado en la navidad?

Pues hace más de dos mil años esto también sucedió con el dueño del mesón. Lucas 2:7 nos habla de un nacimiento solitario… Por ejemplo, ¿dónde estaría José cuando el niño nació? Algunos sostienen que la costumbre de la presencia de los padres en el parto es moderna, pero no de esa época.

El texto dice: “Ella dio a luz a su hijo primogénito”. Entonces ¿María dio a luz a su hijo sola? Si eso fue así, María parió a su hijo con dolores, y el dueño de la posada supo eso, y no ayudó por estar ocupado.

c. “Y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre…” (vers. 7ª)

Si en efecto María dio a luz a su hijo primogénito sola, ¿dónde estaba el dueño de la posada? ¿No conocía a nadie que pudiera ayudarla como a su misma esposa? Todo esto presagia la verdad dicha por el profeta cuando habló del desprecio y el rechazo del Salvador. De esta manera vemos que Jesús sufrió al final de su vida, con su muerte, pero también en su propio nacimiento.

En esto se cumplen las palabras de Pablo que “siendo rico se hizo pobre”. María acostó al bebé en un pesebre, un comedero para animales. Hay algunos comentaristas que tratan de “suavizar” la figura del pesebre, hasta hablar de un lugar no tan apestoso donde estaban los animales, como que Jesús nació en una cueva.

Otros creen que Cristo nació en un patio abierto de la posada, pero lo cierto de todo esto es que Jesús no nació en la posada, sino en el pesebre. Seguramente ninguna madre aquí quisiera dar a luz allí. Pero en cualquier lugar donde María dio a luz, sea en un establo, una cueva o un patio, fue un nacimiento solitario, despreciado y olvidado. El dueño de la posada pudo haber hecho algún arreglo para el nacimiento de Jesús, pero él se perdió de aquella navidad, teniéndola tan cerca.

II. HERODES SE PERDIÓ LA NAVIDAD

a. La perturbación de Herodes por el niño (Mateo 2:3)

El otro individuo que se perdió la Navidad fue Herodes. La idea de estar “turbado” es agitado o sacudido. La noticia de un nuevo rey para Belén, aun siendo un bebé, lo llenó de pánico total. Hay algo que decir acá sobre este personaje, el más informado acerca de Jesús. Herodes no era judío.

Herodes gobernaba la tierra porque su familia era amiga de los romanos. Roma confiaba en Herodes porque él se prestaba para el juego político del imperio, y de esa manera se podía ganar su favor. Por esta razón, el mismo senado romano le dio un ejército para gobernar, y lo usó para sus propios fines.

Entonces, ¿qué pasó cuando llegaron los sabios del oriente? ¿Por qué se turbó tanto? Pues tuvo miedo porque oyó del nacimiento del Rey de los judíos. Como había ordenado su vida en relación con nombramientos políticos, gloria y alabanza, el solo hecho de pensar en otro rey, lo hizo tambalear de esa manera.

Pero Herodes no era ignorante, y al oír de los sabios su interés por el recién nacido rey, también se interesó, y por eso llamó a los religiosos de su tiempo para confirmar la noticia dónde había de nacer el Cristo (vers. 4). Pero ¿por qué toda esta turbación y deseo de saber acerca del niño?

b. El interés de Herodes por el niño (vers. 8)

Herodes les dijo a los magos la más grande mentira que la sociedad de consumo también le dice a la gente: “y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore”. Busque usted en todo lo que se consume en navidad para ver si el interés de la gente es esperar la navidad para ir y adorar al Señor Jesús.

Los sabios del oriente habían venido para adorar al niño, pero Herodes quiso desde el principio matar al niño. Definitivamente aquel Herodes, conocido por su crueldad, tenía un gran celo por el niño. ¿Por qué aquel hombre era tan malo?

Era una especie de “asesino en serie”. Mató al pueblo llamado los Macabeos. Llegó a tener 10 esposas, y una de la esposa más notable tenía un hermano sumo sacerdote, y como Herodes le tenía miedo, lo mandó a asesinar.

Luego hizo matar a esta esposa y a su madre. Y como él había tenido dos hijos con esta esposa, y temiendo que le quitaran el trono porque había asesinado a su madre, también asesinó a sus dos hijos.

Cuando fue a morir bajó a Jericó, y como su conciencia le decía cuán mal rey había sido, y pensando que nadie lo lloraría, ordenó encerrar a ciudadanos notables de Jerusalén para cuando él muriera, los mataran, y de esa manera lamentarían su muerte. Pero esto no sucedió. Este hombre también se perdió la navidad.

c. La reacción final de Herodes por el niño (verss. 16-18)

Cuando Herodes se vio engañado por los magos se enojó mucho y mandó a matar a todos los niños varones de dos años para abajo que había en Belén y en todos sus alrededores. ¿Quién pudo haber cometido semejante infanticidio sino alguien con una mente demoníaca?

Esta reacción tan atroz nos muestra el miedo de muchos por lo que Jesús podría hacer con sus vidas, intereses o negocios. Hay un rechazo a Jesús que viene a cambiar tu “comodidad” o a transformar tu vida como hasta ahora la has llevado. A muchos les gusta la navidad como un día de fiesta, pero nadie debe hablar de Jesús para no ofender a otras religiones. ¿Cuál era la situación con Herodes?

Que él no estaba dispuesto a permitir a un niño interferir en su carrera, en su posición, en sus planes y en su estilo de vida. A Herodes le gustaba ser rey, y no estaba dispuesto a que nadie más lo fuera. Es más, ni siquiera sus propios hijos, menos un bebé nacido en Belén lo iba a destronar. Sabe, si Jesús hubiera venido como un consejero y un motivador podemos apostar que Herodes lo habría recibido con gusto. Herodes se perdió la primera navidad porque no estaba dispuesto a ceder su propio trono. ¿A caso no pasa lo mismo hoy?

III. LOS QUE SABÍAN DEL MESÍAS SE PERDIERON LA NAVIDAD

a. Los principales sacerdotes y los escribas (Mateo 2:4)

¿Por qué este otro grupo se perdió la navidad? Por su más notable indiferencia. De los nombrados que se perdieron la navidad, este grupo será el peor de todos. Nadie era tan conocedor de las Escrituras como estos religiosos. Cuando Herodes les preguntó acerca del lugar donde nacería el Mesías no dudaron en ubicar a Belén como el pueblo donde la profecía se cumpliría.

Y para sorpresa de todo el mundo, los que más conocían de las Escrituras acerca del Mesías y futuro Salvador de Israel, fueron quienes más lo rechazaron desde el mismo momento de su nacimiento. Ellos debieron oír acerca del nacimiento del pesebre, y eso les hizo rechazar la idea de un Mesías con esos padres, y naciendo en esas condiciones.

Irónicamente, Herodes le “temió” más a Jesús que estos líderes del pueblo. A ellos simplemente no les importó esa noticia traída por los magos del oriente. Estos hombres eran moralistas y reconocidos como una casta orgullosamente indiferente. No prepararon un lugar en sus corazones para Jesús. Así que, quienes debieran ser salvos primero, se perdieron la navidad.

c. ¿A quiénes representan estos religiosos?

Pues representan a muchos en el día de hoy, incluyendo a los creyentes. Son aquellos que observan las tradiciones religiosas, pensando saber lo que necesitan saber acerca de Cristo, su persona y su sacrificio, pero no quieren tener una relación de intimidad con él y su Palabra. Tienen una información de Jesús, pero no tienen una relación con él.

Más aún, celebran el nacimiento de Jesús, pero se olvidan del Cristo que vino, y vivió con nosotros. Los sacerdotes seguramente vieron unos locos del oriente buscando a un Rey que no existía. Como ellos, y también nosotros, la vida cotidiana no nos deja un lugar para el Señor y para hacer su obra en el mundo.

Son tantas las actividades, compromisos, diversiones, y el tiempo invertido viendo otras cosas, que reemplazan en lugar de Jesús en mi vida. Ya la navidad se encarnó en Jesús, pero ¿cuántas veces encarnamos el mensaje de Jesús ayudando a otros, visitando a otros y hablando a otros del amor de Dios que le llevó del pesebre a la cruz?

La mejor manera de no perderse la navidad, celebrando la navidad, es vivir la esencia de su mensaje y de su propósito. Es que, teniendo la navidad con nosotros, no la perdamos, viviendo para quien es la razón de esta época.

CONCLUSIÓN

El propósito de este mensaje es ayudarnos a no ser como el dueño del establo quien pudo arreglar una pieza en su sala para que naciera el salvador y no lo hizo, prefiriendo tener a la navidad en el patio de su casa. Que no seamos como Herodes quien, en lugar de gozarse como los magos del oriente por el nacimiento del Rey de los judíos, e ir con ellos a adorarlo, fue diligente en buscar la manera para matarlo, porque él tenía su propio trono y nadie lo iba a cambiar.

Pero, sobre todo, que no seamos como principales sacerdotes y escribas, los más responsables de la navidad, porque sabían de las profecías, pero actuaron con la más insólita indiferencia aun viendo la diligencia de Herodes por saber del niño de Belén. ¿Será usted uno de los que buscará a Jesús en esta navidad, o se perderá como estos hombres?

La noticia de la navidad es “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”. Pero esa noticia seguirá siendo del pasado si tu no dejas que Jesús nazca en tu corazón.

Aplicación

Jesús nació en un pesebre, pero ese lugar ahora está vacío; murió en una cruz, y esa cruz está vacía; fue enterrado en una tumba, y esa tumba también está vacía; y aunque su trono quedó vacío, cuando se hizo hombre, él regresó otra vez allí, y desde ese lugar ahora reina como el Señor y Dios, hasta el día cuando el Padre marque la hora de su segunda venida.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista Ambiente de Gracia, Fairfax, VA.

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