La oración de los padres

I. Pedir a Dios para nuestros hijos: Un corazón integro.

“Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto…”

Integridad: David en lugar de pedir riquezas, poder y fama, inicia su petición a favor de su hijo por que Dios le conceda un corazón perfecto, en otras versiones de la Biblia traducen como: un corazón integro.

Para los antiguos, el corazón representaba el centro de su ser, el lugar en donde nacían y posiblemente nacen todo lo que somos y donde anidan nuestras verdaderas intenciones. David pide a Dios que le otorgue a su hijo Salomón un corazón no dividido.

Según el diccionario Websters defina la palabra integridad como “…el estado de estar completo, no dividido” Es lamentable que entre los seres humanos la integridad sea una cualidad valiosa, pero poco duradera. Los patrones morales se desmoronan en este mundo de placer y en atajos para el éxito. En una solicitud de trabajo, se incluía una pregunta: ¿Ha sido usted arrestado alguna vez? El solicitante contestó NO.

La siguiente pregunta era continuación de la anterior. Decía ¿por qué?. Sin darse cuenta que no debía contestar, el solicitante “honesto” e ingenuo escribió: “Supongo, porque nunca me han atrapado”. David pedía a Dios que su hijo no tuviera su corazón dividido en varias lealtades y convertirse en camaleónico.

La falta de integridad asalta el hogar, la escuela, la oficina, el gobierno, la iglesia; todo es invadido por la falta de integridad en los corazones, las traiciones se dan en todos los niveles. La integridad no es tanto lo que hacemos, sino lo que somos y si somos de una sola pieza sin duplicidad e hipocresía, entonces se determina lo que hacemos.

Las personas integras no tienen nada que esconder ni nada que temer, Jesús dice que nadie podía acusarle de pecado, Él era un hombre integro congruente entre lo que él era, lo que decía y lo que hacía. Una de las mejores cosas que podemos pedir a Dios para nuestros hijos es que tengan un corazón integro, es decir honesto y firmes en sus convicciones que les inculcamos.

Integridad algo que se vé e imita:

No nos engañemos pensando que la integridad vendrá como un toque de magia, nosotros los padres desempeñamos un papel importante en el desarrollo de la integridad de nuestros hijos. El 89% de las personas aprende de lo que ve.

Un hombre dijo: No te preocupes si tu hijo no te escucha, preocúpate porque el siempre te está observando. David tenía la autoridad para pedir a Dios que el corazón, el centro de la vida de su Hijo Salomón fuera integro, entregado con lealtad a Dios y su voluntad ¿por qué?

Porque David a lo largo de su existencia fue un hombre congruente e integro, dándole ejemplo de fe, confianza y sometimiento, pues aunque David cometió pecados, supo enmendar y buscar la restauración de parte de Dios y esto es lo mejor que podemos dar a nuestros hijos una vida no dividida en lealtades, prioridades, etc.

Dos señoras ancianas caminaban por el cementerio y legaron a una tumba. El epitafio decía: “Aquí yace John Smith, un político y un hombre honrado” ¡Dios mío!, Dijo una de las ancianas, ¿no es horrible que hayan puesto a dos personas distintas en la misma tumba?

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