Susana Wesley, después de que Juan se salvó de un incendió se percató que no solo debía guiar a su hijo a los pies de Cristo, sino que Dios lo había escogido para algo más grande, por esa razón dirigió todos sus esfuerzos por que Juan Wesley fuera una instrumento poderoso en manos de Dios, durante el siglo 18 en Inglaterra.
Tus hijos no necesariamente tienen que estar al borde de la muerte y salvarse para que percibas que puedes dedicarlos a cosas mucho más grandes y eternas que las que el mundo les ofrece. No todos tienen que ser pastores o misioneros, pero si en los lugares en donde ellos se desenvuelvan de adultos, deben ser una luz de esperanza y salvación.
¿No debieras querer para tu hijo una vida con un mejor propósito que solo acumular, y sobrevivir? Dios tiene planes hermosos para tus hijos, al igual que David, el primer paso es pedir a Dios que cumplan la misión en esta vida para que él los creó.
Desafío
Es conmovedor leer lo que Juan Wesley dice acerca de su madre (quién dedicaba una hora diaria por cada uno de sus hijos): En muchas cosas usted, madre mía, intercedió por mí y ha prevalecido. Ahora sé que usted intercede para que yo renuncié al mundo y sé que dará buen resultado. Sin duda será eficaz para corregir mi corazón.
Vivió 88 años en fidelidad al Señor Jesucristo, dejando un legado de fuego por la obra de Dios, poco antes de morir, levanto su brazo en símbolo de victoria diciendo: “Lo mejor de todo es que Dios está con nosotros” y dijo adiós y se fue a las moradas eternas junto a Cristo.
Juan Wesley no hubiera llegado a ser lo que fue sin la intercesión y trabajo de su madre Susana Wesley. A que padre cristiano no le gustaría que su hijo fuera como Juan Wesley. Es posible, inicia orando estas tres cosas y el Señor te mostrará su fidelidad y que él es el mejor recurso de quién podemos echar mano para guiar a nuestros hijos.
© Gerardo González Cruz. Todos los derechos reservados.
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