Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Las marcas de Jesús >> La marca más importante del mundo
Predica Cristiana Texto Principal: “Todos los que quieren agradar en la carne, estos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. 13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. 15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. 16 Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios. 17 De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.” Gálatas 6:12-17
Introducción
Hace un tiempo leí un artículo titulado “Las cuarenta marcas más respetadas en el mercado mundial”. La lista era bastante obvia. Se incluía allí a Coca Cola, la computadora Mac, Microsoft, entre otros. Pero la lectura me llevó a pensar en unas marcas mucho más importantes: las de Jesús. Lo que se ha traducido por «marcas o señales» es la forma plural de la voz griega estigma, que implicaba vergüenza y desgracia.
En la antigüedad, a los responsables de crímenes, así como a los esclavos que habían sido sorprendidos intentando escapar, se los estigmatizaba mediante la colocación de una marca o señal en su cuerpo que indicaba a quién pertenecían.
Pero no todos los señores eran iguales. Ya en aquel entonces tener las marcas de uno no era lo mismo que llevar las del otro. El apóstol Pablo, por ejemplo, se enorgullecía de tener las marcas de Jesús. Él había sido crucificado con Cristo y llevaba las huellas de sus clavos. Estaban marcadas en su cuerpo por medio de la fe.
Lo señalaban como un siervo, como el esclavo del Señor Jesús. Por lo tanto, que nadie interfiriese con él: pues él no era siervo de los hombres.
I. LAS MARCAS DE JESÚS EN PABLO (Gálatas 6:17)
En Gálatas 6:17, el apóstol Pablo se refiere a las “marcas de Jesús” que lleva en su cuerpo. Para entender este pasaje, es crucial explorar cómo Pablo se identifica con estas marcas y lo que representan en su vida “Nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas de Jesús“. (Reina-Valera 1960).
Esta declaración de Pablo es una afirmación de su fe y compromiso con Jesucristo. Las “marcas de Jesús” a las que se refiere no son marcas físicas en el sentido convencional, como cicatrices de heridas o quemaduras. Más bien, son símbolos de su dedicación a Cristo y de las pruebas y sufrimientos que ha enfrentado como apóstol.
Identificación de Pablo con las marcas de Jesús
Dedicación y compromiso. Pablo se identifica con las “marcas de Jesús” en su cuerpo como un testimonio de su dedicación inquebrantable a Jesucristo y su misión en el mundo. Estas marcas son el resultado de su servicio, sus luchas y sus sacrificios en nombre de Cristo. En su ministerio, Pablo se enfrentó a persecuciones, oposición y sufrimiento por proclamar el evangelio y defender la fe cristiana.
Siervo de Jesús. Al mencionar estas marcas, Pablo enfatiza que no es siervo de los hombres, sino de Cristo. En la época en que vivía, los esclavos llevaban marcas que indicaban a quién pertenecían y servían. Del mismo modo, Pablo considera que sus marcas son una señal de que pertenece a Jesús y le sirve a Él solo. Su lealtad es exclusiva a Cristo y no está sujeta a las expectativas o demandas de los seres humanos.
Lealtad inquebrantable. Al no ser siervo de los hombres, Pablo no se somete a las opiniones, deseos o autoridades humanas cuando entran en conflicto con los mandamientos de Cristo.
Expresión inquebrantable de lealtad al Señor
Sus marcas son una expresión de su lealtad inquebrantable a su Señor, y esto implica que su servicio y obediencia están guiados por los principios y valores de Jesús, incluso si esto lo lleva a enfrentar persecución o rechazo por parte de las autoridades humanas.
Es decir que Pablo se identifica con las “marcas de Jesús” en el son un testimonio visible de su dedicación, su compromiso inquebrantable a Cristo y su identificación como siervo de Jesús en lugar de siervo de los hombres.
Estas marcas no son heridas físicas, sino signos de su sufrimiento y servicio en nombre de Cristo, y son un recordatorio de que su lealtad primordial está con su Señor y Salvador Jesucristo. Este ejemplo de Pablo nos desafía a considerar en qué medida reflejamos una lealtad inquebrantable a Jesús en nuestras vidas y si estamos dispuestos a llevar sus “marcas” al vivir nuestra fe en un mundo que a menudo se opone a ella.
II. LAS MARCAS DE JESÚS EN NOSOTROS
“Adopten la actitud de Cristo Jesús: quien, siendo por naturaleza Dios, no demostró el ser igual a Dios como algo a lo cual aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” Filipenses 2:5-8 (NVI)
El versículo nos brinda un fuerte respaldo a la idea de reflejar las marcas de Jesús en nuestras vidas. Este pasaje destaca tres aspectos cruciales que deben ser evidentes en nuestras acciones, actitudes y estilo de vida para mostrar las marcas de Jesús: la humildad, el servicio y el sacrificio.
Las marcas de Jesús:
Humildad. Jesús, siendo por naturaleza Dios, eligió humillarse y hacerse semejante a los seres humanos. Esto demuestra la humildad suprema de Jesús, y como sus seguidores, debemos adoptar la misma actitud de humildad en nuestras vidas. La humildad implica reconocer que no somos superiores a los demás. Y estar dispuestos a ponernos al servicio de los demás.
Servicio. Jesús asumió la naturaleza de siervo y se manifestó como hombre. Esto nos enseña que servir a los demás es una parte fundamental de reflejar las marcas de Jesús en nuestras vidas. Mostrar misericordia, compasión y amor a través del servicio a los demás es un acto de obediencia a Cristo.
Sacrificio. La obediencia de Jesús lo llevó a la muerte en la cruz, el acto de sacrificio supremo por la humanidad. Reflejar las marcas de Jesús implica estar dispuestos a sacrificar nuestras propias comodidades y deseos en favor de lo que es justo y beneficioso para los demás. El sacrificio es un testimonio de nuestro amor por Dios y por nuestro prójimo.
En sí, Filipenses 2:5-8 nos recuerda que, para reflejar las marcas de Jesús en nuestras vidas, debemos adoptar la actitud de Cristo. Que se caracteriza por la humildad, el servicio desinteresado y el sacrificio.
Estas cualidades deben ser notorias en nuestras acciones, actitudes y estilo de vida, y son esenciales para mostrar al mundo la verdadera marca de un seguidor de Jesús. Al hacerlo, modelamos el amor y la gracia de Cristo en un mundo que tanto lo necesita.
III. LAS MARCAS DE JESÚS COMO LAS MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO
En Gálatas 6:12 (NVI) “Pues no se circuncidan para cumplir la ley; lo hacen para que ustedes mismos se circunciden. Así, evitan ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo.” vers. 17 “Por lo demás, que nadie me cause más problemas, porque yo llevo en el cuerpo las cicatrices de Jesús.“
Este punto se centra en destacar por qué las marcas de Jesús son las más importantes del mundo. Tomando como base el versículo de Gálatas 6:12 y argumentando que, en un mundo obsesionado con marcas comerciales, las marcas de Jesús nos distinguen como sus seguidores y testigos.
Las Marcas de Jesús como las Más Importantes
El versículo de Gálatas 6:17 nos recuerda que Pablo lleva las marcas de Jesús en su cuerpo como un testimonio de su compromiso con la cruz de Cristo. En un mundo obsesionado con marcas comerciales, fábulas como logotipos y productos de consumo, las marcas de Jesús representan algo mucho más significativo: la redención, el amor incondicional y la gracia de Dios. Estas marcas son más importantes porque simbolizan la salvación de la humanidad y la vida eterna.
Diferenciación en un Mundo Obsesionado con Marcas Comerciales
Vivimos en un mundo donde la publicidad, el consumo y la imagen son prioritarios. Las personas a menudo son juzgadas por las marcas que usan o los productos que consumen. Sin embargo, como seguidores de Jesús, nuestras marcas deben diferenciarnos de la norma cultural. Nuestras marcas no son ropa de diseñador ni dispositivos electrónicos, sino el amor, la compasión, la humildad y la justicia que reflejamos. Estas cualidades nos distinguen como discípulos de Cristo y testigos de su mensaje.
Cambios en Vidas y Comunidades
Las marcas de Jesús pueden cambiar vidas y comunidades de maneras profundas y significativas. Cuando vivimos según los principios del evangelio y mostramos las marcas de Jesús en nuestras vidas, somos instrumentos de transformación.
Nuestra compasión puede sanar heridas emocionales. Nuestro servicio puede satisfacer necesidades físicas y nuestra fidelidad puede inspirar a otros a seguir a Cristo. A través del testimonio de nuestras vidas, podemos impactar positivamente a las personas que nos rodean y contribuyen a la construcción de comunidades más justas y amorosas.
Por lo tanto, en un mundo centrado en marcas comerciales y consumismo, es esencial recordar que las marcas de Jesús son las más importantes. Estas marcas representan valores eternos y un mensaje de esperanza y redención. Como de Jesús, nuestra responsabilidad es llevar estas marcas con orgullo y mostrarlas en nuestras vidas para ser testigos del amor y la gracia de Cristo. Cuando lo hacemos, tenemos el potencial de cambiar vidas y comunidades, marcando una diferencia duradera en el mundo en el nombre de Jesús.
Conclusión
En un mundo lleno de marcas y logotipos, recordemos que las marcas de Jesús son las más importantes que podemos llevar. Al reflejar su amor, sacrificio y gracia en nuestras vidas, marcamos la diferencia en el mundo. Sigamos el ejemplo de Pablo y llevamos con orgullo las marcas de Jesús. Demostrando que somos siervos de un Señor amoroso y misericordioso.
El apóstol Pablo, se enorgullecía de tener las marcas de Jesús. Él había sido crucificado con Cristo y llevaba las huellas de sus clavos. Estaban marcadas en su cuerpo por medio de la fe.
Lo señalaban como un siervo, como el esclavo del Señor Jesús. Por lo tanto, que nadie interfiriese con él: pues él no era siervo de los hombres.
Debía lealtad solamente a Cristo. Que nadie esperase verle servir a otro señor o a la carne, pues llevaba las marcas de Jesús. Además, nadie debía entrometerse en su libertad, o maltratarlo, pues su Señor protegería con toda seguridad aquello que le pertenecía.
Nosotros pertenecemos a Jesús y sus marcas deben ser notorias en nosotros. Su sacrificio, entrega y misericordia se tienen que percibir en cada uno. Esas sí son las marcas más importantes del mundo.
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