Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Dando la otra mejilla
Predica Cristiana Lectura Bíblica de Hoy: “Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. 39 Pero yo digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” Mateo 5:38
Introducción:
Veamos una breve explicación del antiguo principio “ojo por ojo y diente por diente“. Hace miles de años, en tiempos antiguos, la sociedad estaba impregnada de un principio que hoy nos puede parecer brutal: “ojo por ojo y diente por diente”. Este antiguo código de justicia, establecido en la Ley del Antiguo Testamento, buscaba limitar las represalias excesivas y promover una forma de justicia proporcionada como la retribución del daño. Sin embargo, en su implementación, se convirtió en más que un principio legal; se arraigó en la mentalidad colectiva como una justificación para devolver el mal recibido con la misma intensidad.
Al explorar este principio, no podemos evitar adentrarnos en la oscura realidad de la mentalidad humana cuando se trata de sobre la mentalidad de venganza y represalia, o enfrentar el mal. La idea de “ojo por ojo” nos lleva a reflexionar sobre cómo, a menudo, nuestra primera reacción ante la injusticia es la búsqueda de represalias, la venganza como respuesta natural al dolor. Esta reflexión nos desafía a confrontar nuestras propias inclinaciones y a considerar la enseñanza revolucionaria de Jesús que se presenta en Mateo 5:38.
Tristemente, esta antigua mentalidad no es ajena a nuestra realidad actual. Aún hoy, vemos cómo muchas personas, influenciadas por una cultura del desquite o venganza, responden al mal con más mal. La venganza se manifiesta de diversas formas, ya sea en conflictos personales, divisiones sociales o incluso a nivel internacional. La pregunta que surge es: ¿cómo podemos romper este ciclo destructivo y encontrar una alternativa que transforme nuestra respuesta al mal?
En esta búsqueda de respuestas, nos dirigimos a las palabras de Jesús en Mateo 5:38a, donde Él desafía el paradigma tradicional y nos invita a explorar un camino radicalmente diferente: la otra mejilla. Así, en el corazón de este pasaje, encontramos un llamado a la transformación que va en contra de la corriente de la venganza que ha prevalecido por generaciones.
I. “DEXIA” = LUGAR DE HONOR O AUTORIDAD (MATEO 5:38B)
Para comprender plenamente el impacto de las palabras de Jesús, debemos penetrar en el simbolismo específico de “dar en la mejilla derecha”. No se trata simplemente de un gesto físico, sino de un acto simbólico que desafía nuestras percepciones culturales y nuestra respuesta tradicional ante el conflicto. La elección específica de la “mejilla derecha” no es casualidad; más bien, lleva consigo un significado profundo que Jesús desea que desentrañemos.
En la cultura de la época de Jesús, la derecha tenía una connotación especial. Era considerada el lugar de honor, autoridad y respeto. Cuando alguien era golpeado en la mejilla derecha, no solo se experimentaba el dolor físico, sino también una afrenta directa a su posición de honor. Jesús, al mencionar este acto específico, está invitándonos a reconsiderar nuestra respuesta ante aquellos que intentan deshonrarnos. La enseñanza va más allá de la agresión física; nos desafía a mantener nuestra dignidad y autoridad incluso en medio del conflicto.
Daniel en Babilonia (Daniel 1-6)
Daniel, junto con sus amigos Sadrac, Mesac y Abednego, se enfrentó a desafíos en la corte de Babilonia. A pesar de la hostilidad y las conspiraciones en su contra, Daniel se mantuvo fiel a sus principios y a Dios. Su actitud de no resistencia a las injusticias lo llevó a ser reconocido y respetado incluso por aquellos que buscaban perjudicarlo.
Pablo y Silas en la Prisión (Hechos 16:16-40)
En el libro de los Hechos, encontramos a Pablo y Silas enfrentando una situación de adversidad extrema. Después de liberar a una esclava de un espíritu maligno, sus amos los llevaron ante las autoridades, acusándolos falsamente. A pesar de ser azotados y encarcelados injustamente, Pablo y Silas respondieron de una manera que reflejaba la enseñanza de Jesús sobre la no resistencia.
Mientras estaban en la cárcel, en lugar de quejarse o buscar venganza, Pablo y Silas oraron y alabaron a Dios. Su actitud de confianza y adoración en medio de la adversidad fue tan poderosa que, incluso en las circunstancias más difíciles, Dios envió un terremoto que abrió las puertas de la prisión. Cuando el carcelero, temiendo por su vida, estaba a punto de quitarse la vida, Pablo intervino para detenerlo. Este acto de misericordia y no resistencia condujo a la conversión del carcelero y su familia.
Martin Luther King Jr.
En medio de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, Martin Luther King Jr. adoptó principios de resistencia no violenta, inspirados en la enseñanza de Jesús. A pesar de enfrentar violencia y persecución, lideró movimientos pacíficos que tuvieron un impacto duradero en la sociedad.
Nelson Mandela
En Sudáfrica, Nelson Mandela luchó contra el apartheid y pasó muchos años en prisión. A su liberación, en lugar de buscar represalias, abogó por la reconciliación y la construcción de una nación unida, desafiando así la lógica de retaliación.
En la Biblia, vemos cómo figuras como José y Daniel enfrentaron situaciones donde sus posiciones de autoridad fueron amenazadas, pero optaron por un enfoque que reflejaba la enseñanza de Jesús. En el mundo actual, encontramos ejemplos de líderes cristianos que han resistido a la tentación de responder con represalias cuando su integridad es atacada.
Al abordar estos desafíos desde una perspectiva cristiana, aprendemos que la verdadera fortaleza no reside en la retaliación, desquite o revancha, sino en mantenernos firmes en nuestra posición de honor y autoridad, siguiendo el ejemplo de Cristo. Esta enseñanza transformadora nos desafía a no solo soportar el mal, sino a responder con dignidad y gracia, trascendiendo así la lógica mundana de la venganza.
II. “STREPSON” = DAR LA ESPALDA AL DAÑO (MATEO 5:39A)
La palabra clave en este pasaje es “strepson,” que proviene del verbo griego “στρέφω” (strepheo). Este término implica un giro o cambio de dirección, y en el contexto de Mateo 5:39a, se traduce como “dar la espalda.” Este no es un simple acto físico de alejarse, sino una acción simbólica que abarca tanto la esfera física como la emocional.
Este término va más allá de la pasividad ya que implica una elección activa de no permitir que el daño infligido nos defina. Al dar la espalda, no solo rechazamos la venganza, sino que también nos negamos a permitir que la injuria tenga poder sobre nuestra identidad y paz interior.
Como mencione; etimológicamente: “στρέφω” (strepheo): Este verbo griego tiene la connotación de girar o volver. Se utiliza no solo en un sentido físico sino también metafórico, denotando un cambio en la orientación o dirección.
En la cultura hebrea y griega, el acto de dar la espalda no solo implicaba un rechazo físico sino también un rechazo de la agresión emocional. Se trata de no permitir que el daño infligido tenga poder sobre el individuo, manteniendo la dignidad y la integridad.
Este llamado de Jesús a “strepson” va más allá de la resistencia física. Jesús está proponiendo un cambio radical en la forma en que respondemos al mal y la injuria. No se trata solo de evitar la retaliación física, sino de mantener una actitud de amor y perdón que trascienda las acciones destructivas.
Dentro del contexto más amplio del Sermón del Monte, Jesús está revelando principios del Reino de Dios, donde el amor, la gracia y la no resistencia son fundamentales. “Strepson” es una llamada a vivir de manera contracultural, desafiando las normas del mundo y practicando una forma más elevada de justicia.
Dar la espalda implica tomar la decisión consciente de no permitir que el mal nos domine emocionalmente. En lugar de permitir que la venganza nos consuma, elegimos perdonar y liberarnos del ciclo destructivo. Es un acto de resistencia no violenta que busca transformar el conflicto desde adentro hacia afuera.
En resumen, “strepson” va más allá de una simple acción física, es un llamado a una transformación interna que nos permite responder al mal con amor y perdón, siguiendo el ejemplo de Jesús y participando en la construcción del Reino de Dios en la Tierra.
En un mundo donde la venganza a menudo se considera un acto de justicia personal, la enseñanza de Jesús nos desafía a resistir la tentación de dejarnos consumir por la sed de revancha. La frase “ofrece la otra mejilla” implica un acto de resistencia pacífica que, en lugar de debilitarnos, nos fortalece. Al no dejarnos arrastrar por la espiral de la venganza, conservamos nuestra integridad y, al mismo tiempo, abrimos la puerta a la posibilidad de redención y reconciliación.
Ejemplos bíblicos y testimonios actuales de personas que han optado por no retaliar.
Esteban (Hechos 7:54-60)
En los primeros días de la iglesia, Esteban enfrentó la persecución y fue apedreado hasta la muerte por proclamar su fe en Jesús. A pesar del sufrimiento, en sus últimos momentos, imitó el ejemplo de Cristo al orar por el perdón de sus perseguidores, ofreciendo la otra mejilla en medio del martirio.
Mahatma Gandhi
Gandhi, líder del movimiento de independencia de la India, adoptó la filosofía de la resistencia no violenta. Su enfoque en la “ahimsa” (no violencia) y el perdón influyó en la lucha por la libertad sin recurrir a la venganza, demostrando que la no resistencia puede ser una poderosa fuerza transformadora.
Estos ejemplos, tanto bíblicos como contemporáneos, ilustran cómo la no resistencia, al dar la espalda al daño, puede ser una respuesta poderosa que transforma no solo las circunstancias externas, sino también el corazón humano.
III. EVITAR CONFLICTOS Y NO ALIMENTAR LA VENGANZA (MATEO 5:39B)
La esencia del mensaje central en Mateo 5:39b es un llamado a la paz y la no resistencia. Jesús nos insta a evitar la escalada de conflictos y disputas, proponiendo un camino de reconciliación en lugar de retaliación. Este principio va más allá de simplemente tolerar la adversidad; implica una postura proactiva de buscar la paz y la armonía, incluso en medio de situaciones desafiantes.
Para evitar conflictos, Jesús nos anima a ser pacificadores, a buscar soluciones que reconcilien en lugar de generar mayores tensiones. Esto implica la necesidad de evaluar nuestras acciones y palabras, asegurándonos de que contribuyan a la paz en lugar de la discordia.
La disputa no solo es un conflicto abierto, sino también un estado prolongado de desacuerdo. Jesús nos desafía a no solo abstenernos de la violencia física, sino a no alimentar disputas innecesarias que pueden surgir de la venganza o el deseo de tener la última palabra.
La trampa de la venganza es compleja, aunque puede proporcionar una satisfacción momentánea, a menudo perpetúa un ciclo destructivo. Jesús, en su sabiduría divina, nos advierte sobre el peligro de caer en la trampa de la venganza, que solo sirve para alimentar el odio y la discordia.
Al optar por no alimentar el sentimiento de venganza, experimentamos una transformación personal. La elección consciente de perdonar y buscar la paz no solo beneficia a la relación con los demás, sino que también promueve nuestro propio bienestar emocional y espiritual.
Cultivemos la empatía, antes de responder a una ofensa, es fundamental intentar comprender la perspectiva del otro. La empatía nos permite ver más allá de la acción negativa y abre la puerta a la comprensión mutua.
El perdón es una herramienta poderosa para romper el ciclo de la venganza. Aunque puede ser difícil, el acto de perdonar libera no solo a la persona que nos ha ofendido, sino también a nosotros mismos.
En lugar de buscar la victoria en una disputa, busquemos soluciones que conduzcan a la reconciliación. Esto implica poner a un lado el deseo de tener razón y priorizar la restauración de la relación.
En situaciones de conflicto, es valioso aprender a ceder en áreas menos importantes para preservar la paz y evitar la escalada de la disputa.
En casos más difíciles, buscar el consejo de mediadores o consejeros puede ser una estrategia efectiva para resolver conflictos de manera justa y pacífica.
En resumen, el mensaje central de evitar conflictos y no alimentar la venganza nos llama a adoptar una actitud proactiva de paz y reconciliación. La sabiduría detrás de esta enseñanza radica en la comprensión de que, al hacerlo, no solo contribuimos a la armonía social, sino que también experimentamos una transformación positiva en nuestra propia vida. La aplicación práctica de estos principios en situaciones cotidianas nos capacita para ser agentes de paz y amor en un mundo muchas veces marcado por la discordia.
Conclusión
En nuestro viaje a través de las enseñanzas de Jesús en Mateo 5:38-39, hemos explorado la profundidad de la no resistencia y la sabiduría que subyace en el rechazo de la venganza. Desde el conocimiento tradicional de dejarse golpear hasta el llamado a dar la espalda al daño, hemos descubierto un camino alternativo, desafiante pero transformador, que nos invita a ser agentes de paz en un mundo lleno de conflictos.
¿Cómo podemos llevar esto a la práctica? El llamado es claro: en nuestras interacciones diarias, en nuestras relaciones, en nuestras comunidades, elijamos la senda de la paz, evitemos alimentar la venganza y, en su lugar, extendamos el perdón y la gracia.
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