Caminando por el Camino Angosto

Ricardo Hernandez

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Caminando por el camino angosto

Caminando por el Camino Angosto

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Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Caminando por el Camino Angosto

Prédica Cristiana Lectura Bíblica: Mateo 7:13-14

Tema: El Llamado de Nuestro Señor a la Verdadera Vida

Introducción

Hoy nos reunimos para reflexionar sobre una enseñanza crucial de nuestro Señor, una enseñanza que nos invita a examinar profundamente nuestras vidas y nuestro caminar espiritual. En el sermón del monte, Él nos ofrece una imagen clara y contundente de dos caminos: uno amplio y fácil, que lleva a la destrucción, y otro estrecho y difícil, que lleva a la vida.

Este pasaje es uno de los más poderosos y desafiantes de las Escrituras, pues nos confronta con una elección vital. El Señor no nos deja lugar a dudas sobre la importancia de esta elección. Nos llama a tomar una decisión consciente, una decisión que determinará nuestro destino eterno.

Para entender mejor este mensaje tan crucial, volvamos nuestra atención a las palabras de nuestro Señor en Mateo 7:13-14, donde Él dice:

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

I. ¿Qué quiso decir el Señor con la puerta estrecha?

Comencemos por explorar lo que nuestro Señor quiso comunicar con la imagen de la “puerta estrecha.”

a. La exclusividad del camino de la salvación

El Señor nos presenta la puerta estrecha como la entrada al reino de Dios, el acceso a la salvación y a la vida eterna. Esta metáfora subraya que el camino hacia la salvación no es amplio ni fácil, sino restringido y exigente.

Esto queda claro cuando Él mismo nos dice en Juan 10:9: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Aquí, nuestro Señor se presenta como la única puerta, el único medio por el cual podemos entrar en la vida eterna. Así, la puerta estrecha simboliza la necesidad de un compromiso total y de una fe genuina en Cristo.

b. La dificultad de encontrar la puerta estrecha

El Señor nos advierte que pocos son los que encuentran esta puerta. Esto no implica que la salvación esté limitada a unos pocos, sino que muchos no están dispuestos a someterse a las demandas del Evangelio.

El Evangelio de Lucas 13:24 nos ofrece una advertencia similar cuando Él dice: “Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

La palabra “esforzaos” sugiere un esfuerzo intenso y un enfoque diligente en nuestra vida espiritual. Entrar por la puerta estrecha requiere determinación, humildad y una búsqueda sincera de Dios.

c. El contraste con la puerta ancha

En contraste, la puerta ancha y el camino espacioso representan el camino de la menor resistencia, el camino que sigue la mayoría. Este es un camino que parece atractivo y fácil, pero el Señor nos advierte que su destino es la perdición.

Mientras que la puerta estrecha demanda sacrificio y dedicación, la puerta ancha requiere poco más que conformidad con el mundo. Es un camino que puede parecer sencillo, pero como nuestro Señor enseña, lleva a la destrucción.

II. ¿Por qué Dios hizo de la salvación un camino tan estrecho?

Ahora, exploremos por qué Dios estableció la salvación como un camino tan estrecho y difícil.

a. La naturaleza santa de Dios

Dios es santo y justo, y su naturaleza misma exige un estándar de pureza y santidad. Esto es evidente en Levítico 19:2, donde Él declara: “Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.

El camino de la salvación refleja la santidad de Dios; no es un camino que cualquiera pueda tomar sin una transformación de vida. Dios nos llama a ser santos como Él es santo, y este llamado se refleja en el camino estrecho.

b. El costo del discipulado

El Señor dejó en claro que seguirlo tiene un costo. En Lucas 14:27-28, nos advierte: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

El camino de la salvación es un camino de sacrificio, donde debemos estar dispuestos a renunciar a todo lo que nos impida seguir a Cristo plenamente.

El teólogo Dietrich Bonhoeffer lo expresa bien en su libro “El Costo del Discipulado” (1937): “La gracia costosa es el evangelio que debe ser buscado una y otra vez, el don que debe ser pedido, la puerta a la que se debe llamar.”

Este concepto de la gracia costosa subraya la razón por la cual el camino de la salvación es estrecho y difícil: requiere un verdadero arrepentimiento y un cambio de vida.

c. El propósito de la santificación

Dios nos llama a un camino estrecho porque su propósito no es simplemente salvarnos del pecado, sino también transformarnos a la imagen de su Hijo.

Romanos 8:29 lo explica así: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Este proceso de santificación es lo que nos permite caminar en el camino angosto. Es un camino que nos lleva a una mayor intimidad con Dios y a una vida que refleja su santidad.

III. ¿Qué quiere decir el camino angosto en la Biblia?

El tercer aspecto que debemos considerar es lo que la Biblia nos enseña sobre el significado del “camino angosto.”

a. Un camino de obediencia a la Palabra de Dios

El camino angosto es, ante todo, un camino de obediencia a la Palabra de Dios. Esto lo vemos claramente en Juan 14:15, donde el Señor dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Esta obediencia no es legalismo, sino una respuesta de amor a la gracia de Dios. Es un compromiso con la verdad y con vivir de acuerdo con los principios de las Escrituras, incluso cuando esto implique ir en contra de la corriente del mundo.

b. Un camino de sufrimiento y pruebas

El camino angosto también es un camino de sufrimiento y pruebas. El Señor mismo nos advirtió en Juan 16:33: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Caminar por el camino angosto a menudo significa enfrentar oposición, tentaciones y desafíos. Sin embargo, estas pruebas no son sin propósito; son parte del proceso de santificación y madurez espiritual.

El apóstol Pedro nos anima en 1 Pedro 4:12-13, diciendo: “No os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.

El sufrimiento en el camino angosto es una participación en los sufrimientos de Cristo, y es una oportunidad para crecer en fe y dependencia de Dios.

c. Un camino de vida eterna

Finalmente, el camino angosto es un camino que lleva a la vida eterna. Nuestro Señor declara en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Caminar por el camino angosto es seguir a nuestro Señor, quien es el único camino al Padre y a la vida eterna. Este camino, aunque difícil, es el que conduce a la verdadera vida en Cristo.

IV. ¿Qué significa caminar por el camino angosto?

El último aspecto que debemos considerar es lo que significa, en la práctica diaria, caminar por el camino angosto.

a. Vivir en la verdad

Caminar por el camino angosto significa vivir en la verdad. En un mundo lleno de engaños y falsedades, estamos llamados a ser personas de integridad, que viven conforme a la verdad de Dios. Efesios 4:25 nos exhorta: “Hablád verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.” Vivir en la verdad es una marca distintiva de aquellos que caminan por el camino angosto.

b. Perseverar en la fe

Caminar por el camino angosto también significa perseverar en la fe, incluso cuando las circunstancias son difíciles.

Hebreos 12:1-2 nos recuerda: “Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.

La perseverancia es clave para caminar por el camino angosto; es la determinación de seguir a nuestro Señor sin importar los obstáculos.

c. Amar a Dios y al prójimo

Finalmente, caminar por el camino angosto significa amar a Dios y al prójimo. En Mateo 22:37-39, nuestro Señor resume la ley y los profetas en estos dos mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El amor es el corazón del camino angosto; es el amor a Dios que se manifiesta en obediencia, y el amor al prójimo que se manifiesta en servicio y compasión.

Aplicación

Hermanos y hermanas, el llamado de nuestro Señor a entrar por la puerta estrecha y a caminar por el camino angosto es un desafío para todos nosotros. No es un camino fácil, pero es el único camino que lleva a la vida eterna. Hoy, se nos invita a examinar nuestras vidas y a considerar si estamos verdaderamente caminando por este camino.

Primero, asegurémonos de que hemos entrado por la puerta estrecha, poniendo nuestra fe en Cristo y viviendo en obediencia a su Palabra. Luego, debemos estar dispuestos a pagar el precio del discipulado, sabiendo que aunque el camino es difícil, el resultado es una vida de propósito, paz y esperanza en Cristo.

Finalmente, comprometámonos a caminar diariamente en el camino angosto, viviendo en la verdad, perseverando en la fe, y amando a Dios y al prójimo con todo nuestro ser.

Conclusión

Queridos hermanos y hermanas, nuestro Señor nos llama a tomar una decisión crucial: ¿Elegiremos la puerta ancha y el camino espacioso que lleva a la perdición, o la puerta estrecha y el camino angosto que lleva a la vida? La elección es nuestra, pero las consecuencias son eternas.

El camino angosto es un camino de sacrificio, de obediencia, y de verdadera vida en Cristo. No permitamos que las atracciones del mundo o el deseo de comodidad nos desvíen de este camino. Despertemos a la realidad de nuestra fe, tomemos nuestra cruz, y sigamos a nuestro Señor, sabiendo que aunque el camino sea difícil, la recompensa es la vida eterna con Él.

Que Dios nos dé la fuerza y la gracia para caminar fielmente por el camino angosto, y que al final de nuestra jornada, podamos escuchar las palabras de nuestro Señor: “Bien, buen siervo y fiel; entra en el gozo de tu Señor.” Amén.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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Ricardo Hernández
Autor

Ricardo Hernandez

Servidor de nuestro Señor Jesucristo. Entregue mi vida a Cristo hace más de 20 años, y me gusta compartir los mensajes cristianos que Dios pone en mi corazón.

1 comentario en «Caminando por el Camino Angosto»

  1. Exelente predica hermano Ricardo como siempre con sus predicas poderosas que nos encienden el fuego ❤️‍🔥 siga así lo animamos gracias a usted y todo este equipo que llevan la Palabra de Dios por este medio como unos verdaderos soldados

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