Predicas Cristianas
Predica de Hoy: La Salvación en Cristo Jesús
Introducción
¡Buenas tardes a todos! Hoy quiero hablarles de algo que no solo transforma nuestras vidas, sino que nos da la verdadera esperanza que todos estamos buscando. Hay muchas cosas que nos pueden preocupar: el trabajo, la familia, la economía. Pero hay una pregunta más profunda que cada uno de nosotros debe hacerse: ¿Qué pasa con nuestras almas? ¿Qué va a pasar cuando dejemos este mundo? ¿Dónde pasaremos la eternidad?
Hermanos y hermanas, la respuesta a esa pregunta es la salvación. Y esa salvación no está en nuestras buenas obras, ni en cuánto rezamos, ni en cuántas cosas logramos en esta vida. La salvación solo se encuentra en Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida, y nadie puede ir al Padre si no es por Él (Juan 14:6).
I. Necesitamos ser salvados
Lo primero que tenemos que entender es que todos necesitamos ser salvados. En Romanos 3:23, la Biblia nos dice que “todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.” ¿Qué significa esto? Que todos, sin excepción, hemos fallado en cumplir los mandamientos de Dios. Hemos mentido, hemos hablado mal de los demás, hemos pecado en pensamiento, palabra y acción. Y ese pecado nos separa de Dios.
El pecado no es algo que simplemente podemos ignorar o minimizar. Romanos 6:23 nos dice que “la paga del pecado es la muerte.” No solo la muerte física, sino también la separación eterna de Dios. ¿Te imaginas estar lejos de Dios para siempre? Eso es lo que el pecado trae a nuestras vidas, y es una realidad que todos enfrentamos sin Cristo.
II. Jesús es el único salvador
Pero acá viene la buena noticia, ¡la mejor noticia que jamás vas a escuchar! Aunque estábamos condenados por el pecado, Dios no nos dejó en esa situación. Él nos amó tanto que envió a su Hijo, Jesús, para salvarnos. En Juan 3:16 leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.“
Cristo no vino solo para darnos buenos consejos o enseñanzas. Vino para morir por nosotros, para cargar con nuestros pecados sobre la cruz. En la cruz, Jesús pagó el precio completo por nuestros pecados. Su sacrificio fue perfecto y suficiente. No necesitamos agregarle nada. No es Jesús más nuestras obras. Es solo Jesús. Él es el único camino a la salvación.
III. ¿Cómo recibimos esa salvación?
Entonces, ¿cómo podemos ser salvos? ¿Cómo recibimos este regalo que Dios nos ofrece a través de Cristo? La Biblia es clara en esto: debemos poner nuestra fe en Jesús. En Hechos 16:31, se nos dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.“
La salvación no se gana. No es algo que podamos comprar o merecer. Es un regalo gratuito de Dios para todos aquellos que creen en Cristo. Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Es por la fe que somos justificados, es por creer en el sacrificio de Cristo que somos salvos.
Creer en Jesús significa confiar en Él completamente. Significa arrepentirnos de nuestros pecados y entregar nuestras vidas a Él. No es solo decir una oración, es un cambio de corazón, una transformación que solo Dios puede hacer.
Aplicación
Hermanos, hoy es el día de salvación. Si todavía no has puesto tu fe en Cristo, te animo a que lo hagas ahora. No esperes más. La salvación es urgente. Mañana no está garantizado para ninguno de nosotros. Hoy tenés la oportunidad de recibir el perdón de tus pecados y la vida eterna.
Si ya sos creyente, este mensaje también es para vos. Nunca olvidemos el precio que Jesús pagó por nosotros. Que la cruz esté siempre en el centro de nuestras vidas. Que vivamos agradecidos y comprometidos con el llamado que Dios nos ha dado: ser luz en este mundo y compartir este mensaje de salvación con otros.
Conclusión
Queridos hermanos, Jesús es nuestra esperanza, nuestra salvación, y nuestra vida eterna. No hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hechos 4:12). Hoy te invito a que abras tu corazón a Jesús, a que confíes en Él, y a que vivas la vida abundante que solo Él puede dar.
Oremos juntos y pidámosle a Dios que transforme nuestras vidas por medio de su Hijo. ¡Que el Señor les bendiga y les guíe en su camino hacia la eternidad!
© José Rodriguez. Todos los derechos reservados.