VII. Tener los pies en la iglesia y los ojos en el mundo.
VIII. Rehusando nuestras finanzas al Señor.
IX. Adicción.
X. Fatalismo.
XI. La pasividad espiritual.
C. Que bueno que tenemos el alfarero por excelencia que nos perdona y nos levanta y nos da su Espíritu Santo y las fuerzas de El para levantarnos.
V. Las pruebas son el horno
A. Jeremías no menciona el horno del alfarero, pero tenía que estar allí. Ninguna vasija sirve para algo mientras no haya atravesado el horno. El calor le da al barro fuerza y belleza, e incrementa su utilidad y valor.
I. La vida debe tener sus hornos.
a. Job atravesó el horno del dolor (Job 23:10).
b. Los tres jóvenes hebreos fueron arrojados en el horno y en el descubrieron que el Alfarero estaba allí en el fuego con ellos. (Daniel 3:19-25)
II. Dios sabe exactamente cuánto calentar el horno; él sabe exactamente cuántas pruebas podemos soportar (1 Corintios 10:13).
III. Cuando las pruebas nos salen al paso, debemos rendirnos al Alfarero y permitirle que haga su voluntad en nuestras vidas.
Conclusión:
¿Estás en la manos del alfarero o te has salido de ellas? A medida que Dios va moldeando nuestras vasijas de barro va encontrando defectos, pero no nos preocupemos que el Alfarero tiene poder sobre el barro y nos moldea en la medida que se lo permitimos. Dios quiere hacer de nosotros una vasija de barro hermosa y preciosa para ser utilizada en la voluntad de Dios.
© Gamalier Ortiz Collazo. Todos los derechos reservados.
me parece muy bien este bosquejo para predicar? me bendice y amplia mis ideas para poder explicar este tema, gracias y Dios le siga bendiciendo y dando sabiduria.
Bendiciones…. me encantó este bosquejo, meditación clara y compresible
Que bendición este bosquejo; muy claro y hermoso. Bendiciones!
En que capitulo dice cuando Jeremías le dijo a Dios tu el alfarero y yo el barro soy moldea mi vida a tu parecer.
Bendiciones Miguel… El versículo que estas buscando es: Isaías 64:8 (Nueva Versión Internacional)