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De oyente a amigo de Dios

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: De oyente a amigo de Dios

Predicas Cristianas Lectura Bíblica:  “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia;  y fue llamado amigo de Dios.” Santiago 2:23

INTRODUCCIÓN

El ser humano, para llegar a ser un adulto, experimenta varias etapas de crecimiento, tales como: niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez; cada una tiene características específicas que cualquiera con solo ver los cambios físicos, lo puede ubicar en una de dichas etapas; así mismo, en el caminar cristiano hay niveles o estaturas espirituales, que inician con oyentes hasta llegar a ser amigos de Dios; por ello la Biblia compara el caminar de los justos con la luz de la aurora, que va aumentando hasta que el día es perfecto (Pr. 4:18).

DESARROLLO

La Biblia muestra el desarrollo del caminar de personajes que se estancaron en alguna fase, como Sansón, otros como Judas retrocedieron y otros como Abraham que alcanzaron ser amigos de Dios.

Abraham experimentó el desarrollo primero como oyente, cuando Dios le indicó que saliera de su tierra y parentela (Gn. 12:1), luego fue creyente (Stg. 2:23), posteriormente llegó a ser discípulo, alcanzó la estatura de siervo (Gn. 26:24), y por último fue amigo de Dios (Stg. 2:23).

La amistad de Dios le otorgó muchos beneficios a Abraham, como cuando le expresó que destruiría Sodoma (Gé. 18:16-33). Esa confianza de dialogo con el Señor y expresarle su petición, solo la llevan a cabo los amigos de Dios.

Es importante conocer las características de etapa hacia la madurez, para avanzar en ella, veamos:

1. OYENTES, Romanos 10:14,17:

La palabra oyente se deriva del griego akouo que significa oír (Strong 191), que tiene dos usos: oír sonidos u oír el significado de un mensaje; por eso algunos tienen oídos, oyen los sonidos de la Palabra, pero no su significado y por eso no la reciben.

La parábola del buen sembrador (Mt. 13:18-23), nos muestra que todas las clases de terreno oyen los sonidos de la Palabra, pero solamente la buena tierra oye los significados de los sonidos de la Palabra, entiende y da fruto para Dios.

Cuando el Señor vino a la tierra, las multitudes se agolpaban para oír la Palabra que predicaba (Lc. 5:1). La Biblia indica que quien es de Dios, oye las palabras de Dios (Jn. 8:47), y quienes no lo son, no le oyen. El oyente, escucha la voz del Señor (Jn 10:3), es decir, comienzan a ejercitar su oído para conocer la voz de su pastor. En este proceso, el oyente avanzará hacia la madurez (1 Jn. 4:6).

El peligro de ser solo oidores, es que el enemigo llega y arrebata la buena semilla para que la persona no la ponga por obra y sea susceptible a ser engañado en sus sentidos (Stg. 1:22).

2. CREYENTES, 1 Tesalonicenses 2:13:

La palabra creyente se deriva del griego pistos que quiere decir: creyente y confiado (Strong 4102). El creyente es la persona que oye los sonidos del significado de la Palabra, cree y confía en ella, es dotado de fe y está en la capacidad de obedecer (1 Co. 1:21).

Dios hace distinción entre creyentes e incrédulos (2 Co. 6:15), al creyente lo cambia del reino de tinieblas al reino de su amado Hijo (Hch. 26:18)

Los creyentes, al igual que los niños, tienden a imitar a sus mayores, por esa razón, Pablo le recomienda a Timoteo que sea ejemplo para los creyentes (1 Ti .4:12), en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

El problema de quedarse como creyente es que depende de lo que hacen los demás y si algún líder cae, puede flaquear y volver atrás. Pablo le escribe a los tesalonicenses diciendo: “vosotros sois testigos y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportábamos con vosotros los creyentes” (1 Ts. 2:10), porque sabía que los creyentes necesitan un buen ejemplo para que su crecimiento no sea entorpecido (1 Ti. 4:3-4).

3. DISCÍPULOS, Hechos 6:7:

Discípulo se deriva del griego mathetes que significa: aprendiz, la cual se deriva de manthano que quiere decir aprender y de math, indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo (Strong 3101), por lo que discípulo es quien se esfuerza por aprender lo que un maestro le enseña.

El bautismo en agua es requisito para ser discípulo de Cristo (Mt. 28:19), porque la demanda de Dios crece, y el discípulo debe estar fortalecido (Lc. 12:48).

Los discípulos son capaces de recibir las instrucciones de su Señor (Mt. 11:1), se les da autoridad para echar fuera espíritus inmundos, sanar toda enfermedad y dolencia (Mt. 10:1), se les explican las parábolas y los misterios del Reino (Mr. 4:34), no así a los oyentes o creyentes.

La biblia enseña que la ley se sella entre los discípulos (Is. 8:16), se les abre el oído mañana tras mañana (Is. 50:4), tienen el privilegio que el Señor les enseñe a orar (Lc. 11:1), son enviados a bautizar (Jn. 4:2), llevan mucho fruto para el Señor (Jn. 15:8), entre ellos se escogen a los siervos (Hch. 6:2), debe permanecer en la Palabra de Dios (Jn. 8:31), debe negarse a sí mismo (Mt. 16:24), aborrecer su propia vida (Lc. 14:26), renunciar a todo lo que posee (Lc. 14:33), y amarse unos a los otros (Jn. 13:35).

El discípulo debe crecer hasta llegar a ser como su maestro (Mt. 10:24), por eso Pablo amonesta a los Hebreos diciendo: “porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos… tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido” (He. 5:12).

Los discípulos corren el peligro de ser seducidos por los judaizantes (Hch. 15:10), y volver atrás (Jn. 6:66)

4. SIERVOS, Marcos 13:34:

La palabra siervo se deriva del griego doulos que significa: siervo e indica sometimiento sin la idea de esclavizar (Strong 1401), esto indica a la persona que se hace servidor por amor. Los siervos tienen autoridad porque reconocen autoridad (Mt. 8:9), la utilizan para trabajar en la viña del Señor y ejercer autoridad en el mundo espiritual.

La Biblia enseña que el siervo recibirá su recompensa de acuerdo a su trabajo (Mt. 5:19), ya que el Señor viene con galardones para recompensar a cada uno según sea su obra (Ro. 2:6). El Señor prometió derramar su Espíritu sobre sus siervos y sus siervas (Hch. 2:18), les manifestará las cosas que han de acontecer (Ap. 1:1, 10:7), también dijo: “si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” (Jn. 12:26). Los siervos tienen herencia especial (Is. 54:17), se les llama a cuentas (Mt. 35:19), no debe ser contencioso (1 Ti. 2:24), debe sujetarse a su amo (Ti. 2:9), no pueden servir a dos señores (Lc. 16:13), estarán alrededor del trono de Dios, verán su rostro y tendrán su nombre en la frente (Ap. 22:3-4).

No debemos quedarnos como siervos, porque no saben lo que hace su señor (Jn. 15:15), ni qué día vendrá (Lc. 12:46).

5. AMIGOS, Juan 15:15:

La Biblia describe que el amor más grande se manifiesta en el que pone su vida por sus amigos (Jn. 15:13), y en quien cubre las faltas a su amigo (Pr. 17:9).

Para ser amigos de Dios debemos obedecerle (Jn. 15:14), creerle (Stg. 2:23), ser enemigos del mundo (Stg. 4:4), buscar la limpieza de corazón y gracia de labios (Pr. 22:11), y amarlo en todo tiempo (Pr. 17:17). Dios levantará (avivamiento y arrebatamiento, Cnt 2:10), a sus amigos, porque no ve defecto en ellos (Cnt. 4:7).

CONCLUSIÓN

El oyente sabe distinguir el significado de lo que oye, el creyente establece una relación con Dios, el discípulo recibe la enseñanza, los siervos reciben órdenes de su Señor, pero los amigos tienen comunión constante con el Señor. Debemos avanzar hacia la madurez, sin conformarnos con lo que hemos alcanzado, porque sin duda, Dios que comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Fil. 1:6).

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