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Pecaditos sexuales

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Pecaditos sexuales

Predica Cristiana Lectura Bíblica de Hoy: 1 Crónicas 5:1-3

Introducción

La cuarta puerta habitual de pecado para una participación de los demonios en la vida de los creyentes es el pecado sexual, así como las disfunciones de todo tipo en ese terreno. En una amplia mayoría de casos de demonización grave en cristianos adultos hay presentes demonios sexuales. Para ello quiero sugerir algunas razones:

1. La sexualidad ocupa un lugar importante en la vida humana y refleja de manera singular la imagen de Dios en el hombre.

Dios, como ser perfecto posee todas las cualidades sublimes de la masculinidad y la feminidad en su misma persona. Aunque el Señor no es sexual, ha creado esas cualidades únicas del hombre y de la mujer; por tanto ninguno de ellos es plenamente humano sin el otro. La perturbación de la sexualidad trastorna a la persona completa; los demonios reconocen este hecho y lo explotan para el mal.

2. Cuando las personas quedan sexualmente incapacitadas, todo su ser es dañado.

Puede causarse más daño a la humanidad envileciendo su sexualidad que mediante ningún otro factor, a excepción del espiritual. Por tanto, la forma más destructiva de abuso infantil no es el físico, sino el físico-sexual. Si a éste último se le añade una dimensión religiosa (ARS), el abuso sexual se hace todavía más destructivo.

3. El sexo es uno de los instintos más poderosos en la vida.

Los hombres y las mujeres tienen en este punto algunas de sus luchas más feroces. La sexualidad desbocada conduce a algunos de los problemas personales y sociales más graves a los que se enfrenta la humanidad.

El SIDA y el aborto son causados más que todo por el abuso de la sexualidad; como también la prostitución, la violación, el incesto, la homosexualidad y una gama inimaginable de perversiones sexuales que practica la raza humana.

4. Los demonios del abuso y la perversión sexual flotan en el aire, por así decirlo, en todas partes, y se cuentan entre los más activos, sutiles y depravados de todos los espíritus malos.

Bosquejo:

5.1 El pecado de incesto de Rubén fue registrado para que todas las futuras generaciones lo leyeran.

El propósito de este epitafio, sin embargo, no fue difamar el nombre de Rubén, sino mostrar que los recuerdos dolorosos no son los únicos resultados del pecado. Las verdaderas consecuencias del pecado son vidas arruinadas.

Como hijo mayor, Rubén era el heredero legítimo tanto de una doble porción de la fortuna de su padre como del liderazgo de los descendientes de Abraham, que ya eran una gran tribu.

Pero su pecado lo despojó de sus derechos y privilegios y arruinó a su familia. Antes de rendirse ante la tentación eche un vistazo cuidadoso a las consecuencias desastrosas que el pecado puede tener en su vida y en la de los demás.

Génesis 35:22a y b

22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:

Levítico 18:6-18

6 Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová.7 La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.8 La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás.10 La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya.11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás.12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es parienta de tu padre.13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es.14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre.15 La desnudez de tu nuera no descubrirás; mujer es de tu hijo, no descubrirás su desnudez.16 La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano.17 La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; son parientas, es maldad.18 No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez delante de ella en su vida.

Levítico 20:11-21

11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos.13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.15 Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia.16 Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.

17 Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.18 Cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo.19 La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán.20 Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos.21 Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.

Génesis 48:5,15-22

5 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.15 Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,16 el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.

17 Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.18 Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.19 Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes de Manasés.21 Y dijo Israel a José: He aquí yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.

Génesis 49:3-4

3 Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en dignidad, principal en poder.

4 Impetuoso como las aguas, no serás el principal, Por cuanto subiste al lecho de tu padre; Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.

Deuteronomio 33:6

6 Viva Rubén, y no muera;

Y no sean pocos sus varones.

Génesis 19.30-38

30Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. 37Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.

5.2 Este príncipe de la tribu de Judá se refiere tanto a David como a su línea real, y a Jesús el Mesías, el más grande de los descendientes de David.

Génesis 49:8-10

8 Judá, te alabarán tus hermanos; Tu mano en la cerviz de tus enemigos; Los hijos de tu padre se inclinarán a ti. 9 Cachorro de león, Judá; De la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, Así como león viejo: ¿quién lo despertará?

10 No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.

5.18–22 Los ejércitos de Rubén, Gad y Manasés tuvieron éxito en la batalla porque confiaron en Dios. A pesar de que como soldados tenían el instinto y las habilidades necesarias, oraron y buscaron la dirección de Dios. Las habilidades naturales y desarrolladas que Dios nos da, deben ser usadas para Él, pero nunca deben reemplazar nuestra dependencia de Dios. Cuando confiamos en nuestra propia inteligencia, habilidad y fuerza en vez de confiar en Dios, abrimos la puerta al orgullo. Cuando se encuentre ante situaciones difíciles, busque el propósito de Dios y pida su dirección y fortaleza. El Salmo 20.7 dice: «Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria».

5.22 El cautiverio mencionado aquí se refiere al exilio de las diez tribus del norte (Israel) a Asiría en 722 a.C. Estas tribus nunca regresaron a su tierra natal. Esta historia se encuentra en 2 Reyes 15.29–17.41.

5.24,25 Como guerreros y líderes, estos hombres habían establecido reputaciones excelentes de su gran habilidad y sus cualidades de liderazgo. Pero ante los ojos de Dios fracasaron en la cualidad más importante: ser fieles a Dios. Si usted trata de medirse con los modelos de la sociedad para la fama y el éxito, estará descuidando su verdadero propósito: agradar y obedecer a Dios. En última instancia, únicamente Él examina nuestros corazones y determina nuestra posición final.

Conclusión

Los corintios mostraron una actitud apática ante un caso de incesto, ignorando pasivamente esa desgracia. Pablo debe atender la cuestión e instruir a la iglesia en la disciplina de la santidad.

Sin embargo, con todo y lo malvado que era este caso de tolerancia, constituye la única forma de conducta inmoral de que se habla en el texto. Los corintios necesitaban que se les corrigiera y aconsejara en relación con su entorno moral (6.12–20). Este episodio, aunque desafortunado, a veces suscita comentarios exagerados acerca de que esta iglesia estaba «repleta de conductas inmorales».

La mujer de su padre: Esta expresión es paralela a la usada en Levítico 18.8 y seguramente se refiere a una madrastra. La ofensa violaba incluso las normas morales del mundo pagano, un claro indicador de que los corintios poseían una falso noción de la gracia de Dios, o una actitud muy laxa en materia de moralidad sexual.

Entregado a Satanás: Más que ostracismo eclesial, ello implica una remoción de la protección de Dios que le permite obrar a Satanás (Hch 26.18; 1 Ti 1.20). Destrucción de la carne: La disciplina administrada al ofensor y los sufrimientos consiguientes traerían consigo un espíritu de humildad y arrepentimiento.

El texto no nos dice con exactitud cómo operaba eso de «sea entregado». Aunque algunas cuestiones no hallan respuesta, el resultado a que se aspira está claro: a fin de que el espíritu sea salvo.

Parecería, sin embargo, que algunos tendrían que abandonar la comunidad de creyentes y quedar abandonados (Mt 18.17–20) a las consecuencias de su persistente desobediencia.

© 2012, José Joaquín Salazar. Todos los derechos reservados.

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