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Los Gobernantes y la Biblia

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Los Gobernantes y la Biblia

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: Romanos 13:1-7

Introducción

Muchos se preguntan: ¿Dice algo la biblia sobre los gobernantes? ¿Habla la Biblia algo sobre política? Bueno, en un sentido estricto, la Biblia no es un tratado sobre política. Si intentamos buscar algún sistema político específico, o algún partido político, en la Biblia no lo encontraremos.

Sin embargo, la Escritura sí contiene principios importantes con respecto a la política. Definitivamente, la sumisión a los gobernantes de la que habla este pasaje es un principio político.

Los gobernantes fueron puestos por Dios, y por tanto, les debemos respeto. Así que, en bosquejos bíblicos, hoy veremos qué dice la Biblia sobre los gobernantes.

Desarrollo

I. Las autoridades fueron puestas por Dios (verss. 1-4).

a. Los gobernantes fueron puestas por Dios.

El texto dice que toda autoridad civil fue puesta por Dios. Estoy por supuesto, incluye a las autoridades buenas y malas. El apóstol Pablo es enfático que “no hay” autoridad civil sin la aprobación de Dios. Y todas “las que hay” Dios las colocó en ese lugar.

Esto no quiere decir que a todos los debamos el mismo nivel de obediencia. Un gobernante conforme al corazón de Dios será más fácilmente obedecido.

Mientras que un mal gobernante, recibirá nuestra resistencia mientras contradiga la Palabra de Dios. Sin embargo, tanto el uno como el otro fueron puestos por Dios. Así que, si no es contrario a la fe, es nuestro deber obedecerlos.

b. El gobierno civil es una institución divina y no humana.

Ahora bien, esto lleva a un principio más importante. El gobierno civil es una institución que no es de creación humana. Algunas posturas políticas, aceptadas por algunos cristianos, dice que el gobierno civil es una institución corrupta creada para el bien del hombre. Sin embargo, esta no es la doctrina bíblica.

Según el versículo 2, oponerse a la autoridad es resistir lo que Dios ha establecido. Es muy claro, Dios ha establecido el gobierno civil. De modo que, aunque estén sujetos al error como otros seres humanos, siguen siendo servidores de Dios para nuestro bien (vers. 4).

c. Los gobernantes – Oponerse a su autoridad es oponerse a Dios.

Es por eso que esta parte de la Biblia dice que no obedecer a los gobernantes es resistir la autoridad de Dios. Obedecemos a Dios, cuando obedecemos a nuestras autoridades (5to mandamiento).

II. La función de los gobernantes (verss. 3-4).

a. Sumisión de los gobernantes a Dios.

Pero esto no sólo nos da un deber a los ciudadanos o a la iglesia de someternos. También enseña a los gobernantes que deben someterse a la voluntad de Dios. Si Dios los creó, y son sus servidores, entonces, es Dios quien determina cómo llevar a cabo sus funciones.

Sin embargo, ¡cuánto se han desviado muchos gobernantes de esto! ¡Reinan según reglas humanas y según sus placeres, en vez de conforme a la Palabra de Dios! Es más, muchos se vuelven perseguidores del Dios que les dio la autoridad para gobernar (Salmo 2; Hechos 4:24-29).

b. Los gobernantes – Castigadores de los malos.

Ahora, Su primera función delegada por Dios es el castigo de los malos. Ellos fueron puestos por Dios para dar orden a la sociedad, y refrenar la maldad haciendo justicia. Este es el papel de la espada de la que habla Pablo (vers. 4).

Más que un correctivo, la espada es un medio de castigo. Por eso se dice que es vengador. Los cristianos no deben vengarse, porque la venganza es del Señor (Romanos 12:19). Y el Señor ejerce esa venganza mediante el castigo de los malhechores por el gobierno civil (13:4). El grado de castigo depende del delito cometido.

c. Gobernantes – Cuidadores de los buenos.

Los gobernantes no están para infundir temor en los que hacen el bien, sino confianza. Ellos defienden la vida y la propiedad de sus ciudadanos. Ellos están para hacerles justicia, en caso de ser agraviados. Son guardianes de los buenos, defensores de la justicia. Por eso, los ciudadanos no deberían temer, sino sentirse confiados con estos gobernantes.

III. Nuestro deber hacia los gobernantes (verss. 5-7).

a. ¿Como reaccionar a los gobernantes?

En el versículo 7, Pablo explica cómo debemos reaccionar los cristianos frente a nuestros gobernantes, y las verdades que acabamos de ver. En primer lugar, debemos darles honor y respeto.

Los gobernantes fueron establecidos por Dios en puesto de autoridad por sobre nosotros. Aun los peores gobernantes, merecen ser respetados por nosotros, aun cuando no los obedezcamos por temor a Dios.

Debemos verles con honor y respeto en virtud de la función que ejercen. Debemos recordar que el respeto y la honra a las autoridades, muchas veces equivale al honor a Dios. Así que, en cuanto dependa de nosotros, debemos tenerlos en alta estima.

b. Sumisión.

Esto está más que claro. Debemos ser sumisos a nuestros gobernantes, porque son una autoridad que gobierna sobre nosotros. Por supuesto, esta sumisión siempre está definida por los términos de la Palabra de Dios. Si ellos nos piden algo contrario, debemos decir como los apóstoles:

“Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

Pero si no contradice la Palabra de Dios, debemos tener cuidado que desobedezcamos por puras preferencias o caprichos. En tales casos, estaríamos pecando contra Dios. Si es contrario a la fe, podemos y debemos obedecer.

c. Pago de deudas.

Y en tercer lugar, debemos pagar todas las deudas que tenemos con ellos. Impuestos, tributos, aduanas, multas, penalidades, etc. Si es legal, y ellos demandan estas cosas de nosotros, debemos estar dispuestos a pagarlas.

Claro, esto no significa que si tengamos la oportunidad de votar por gobernantes que bajos impuestos, no lo hagamos. Ese es el beneficio de la democracia. Sin embargo, mientras que no sea así, debemos pagar esos tributos.

Conclusión

En bosquejos bíblicos, hemos podido aprender mucho hoy sobre los gobernantes. Muchos quizás tenían preguntas sobre la relación entre la Biblia y el gobierno, o entre la Biblia y la política. Estos son los principios que nos da la Escritura sobre los gobernantes:

  1. Todos son puestos por Dios.
  2. Su función es castigar al malo, y cuidar al bueno.
  3. Debemos obedecerlo, en todo, siempre y cuando no contradiga la Palabra de Dios.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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