Mensaje a la iglesia en Filadelfia

Es la oportunidad de predicar el evangelio del Reino de Dios sin restricción, y aunque hubiera oposición nadie se podría oponer porque es Dios quien abrió esa puerta.

Tenemos que reflexionar que hoy en día las iglesias estamos orando por CIELOS ABIERTOS. Pero esos cielos abiertos se refieren principalmente a cosas materiales, a riquezas terrenales, a negocios, a dinero, a sanidades, etc.

Pero tenemos que comprender que lo primero que nuestro Señor Jesucristo quiere para la iglesia es PUERTAS ABIERTAS, pero para la predicación de su palabra.

Esta debe de ser la oración de la iglesia tal como lo pedía el Apóstol Pablo (Colosenses 4:2-3). 

Tenemos que comprender que cuando Dios abre puertas para el evangelio siempre habrá adversarios. Siempre habrá oposición de Satanás (1 Corintios 16:9). Pero las puertas que nuestro Dios abre, nadie las puede cerrar.

IV. LA BENDICIÓN QUE EL SEÑOR LE CONCEDE A LA IGLESIA EN FILADELFIA (APOCALIPSIS 3:10)

Esa iglesia que guardó la palabra de Dios, que la valoro, que la atesoro en su corazón y trato de ser fiel con el Señor, recibió la maravillosa promesa de la protección del Señor en tiempo de prueba y aflicción en el mundo.

• La prueba venía sobre el mundo, pero el Señor guardaría a su iglesia fiel, a su iglesia que era instrumento suyo en este mundo.

• Ahora nosotros, amemos su palabra y prediquémosla, y no tengamos temor, porque la mano protectora del Señor está con nosotros.

© Oscar Alberto Flores. Todos los derechos reservados.

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MENSAJE A LAS SIETE IGLESIAS DEL APOCALIPSIS – PARTE VII: MENSAJE A LA IGLESIA EN LAODICEA