Mensajes Cristianos
Predica de Hoy: La iglesia como Hospital
Introducción
Cuando hablamos de la iglesia como comunidad santa de Dios, nos referimos al acto de reunirnos para adorar a Dios y a escuchar su palabra, muchos de nosotros hemos cometido el error de decir y creer que la iglesia es solamente un lugar para gente santa y recta.
Pero, se nos olvida que también es un hospital espiritual, y para un hospital asisten los enfermos que necesitan una cura para su mal. Precisamente de eso quiero compartir contigo y que sea de mucha bendición.
Si bien es cierto que la iglesia es un lugar de gente santa y entregada a Dios, también es un lugar q donde deben asistir las personas enfermas, con vicios, ataduras, pecados, etc. Eso quedó más que demostrado en la parábola que Jesús contó y que quedó registrada en el libro de Lucas 10:30.
Parábola del buen samaritano
Ésta parábola es una de las más famosas en la biblia. En ésta ocasión Jesús cuenta la historia de un samaritano (de Samaria), que pasó después de un levita y un sacerdote, él se detuvo en el camino al darse cuenta que había un hombre medio muerto a mitad del camino debido a un asalto por hombres malvados. Él lo miró con un corazón lleno de compasión, le limpió las heridas graves que tenía; lo puso en su caballo y lo llevo a un lugar de alojamiento y reposo para que se recuperara mejor.
En ésta historia particular podemos identificarnos con el hombre que fue asaltado y golpeado hasta quedarse medio muerto en el camino, podemos vernos en ése espejo al saber que a causa del pecado y de vivir lejos de Dios vivíamos moribundos a punto de morir, agonizando en la vida.
Pero Cristo nuestro buen Samaritano no encontró e hizo lo que mejor sabe hacer, es decir; nos dio su socorro, nos sanó las heridas y nos dio una segunda oportunidad de vivir. Por otro lado, muestra cómo debe ser el actuar de los hijos de Dios (la iglesia) y la reflejan a través del actuar del Samaritano, dónde al ver a cualquiera herido, casi muerto en el camino, lo levantan, le limpian las heridas y lo acompañan en todo su proceso de sanidad y restauración.
El legalismo y la falta de visión en la iglesia
Ahora bien, lamentablemente por muchos años el legalismo y la falta de pastores y líderes con visión de Dios y con compasión, han alejado a la iglesia de su rol principal, es decir; ser un hospital espiritual dónde van las personas enfermas por el pecado buscando una intervención del Señor y ser cambiados.
Hoy en día vale más hacer una actividad para aumentar y satisfacer el ego que llenarnos del Espíritu Santo y prepararnos bien para recibir a los “pecadores de mala reputación”, que ya nosotros habiendo sido sacados de ese mismo pozo de pecado y maldad, fuimos restaurados y levantados para la gloria de Dios, y ahora nos toca recibir a los demás enfermos y hacer el mismo proceso con ellos.
Tristemente he ido a unas congregaciones en dónde no se les permite la entrada a los de mala reputación porque son pecadores. Pero lo mejor de eso es que si alguna vez llegamos a olvidarnos de dónde Dios nos sacó, viene el Espíritu Santo y nos vuelve al carril correcto dónde debemos estar.
Solamente con la ayuda del Espíritu Santo podemos aprender a través de ésta parábola que la iglesia del Señor es una comunidad de hombres y mujeres restaurados para la gloria de Dios, que también vendan las heridas de los moribundos, da comida al necesitado y da esperanza a aquellos que la perdieron.
En la historia el Samaritano generoso no solo ayudó al hombre herido, sino; que pagó de su bolsillo para que cuidasen de él y para que se recuperara completamente. Nunca llegaremos a ser una iglesia que sea refugio para el herido, si no estamos dispuestos a invertir tiempo y recursos en todos aquellos que necesitan con urgencia una respuesta.
Hay matrimonios con grandes necesidades de que alguien le aconseje a la luz de lo que Dios dice, hay familias que necesitan una intervención urgente del poder de Dios en sus vidas, hay jóvenes con problemas depresivos y con pensamientos suicidas que necesitan de hombres y mujeres que les dediquen tiempo.
La iglesia – Embajadores de Cristo
Cada día que Ud. vaya a congregarse tenga en cuenta que Ud. es un embajador del cielo y que Ud. representa a Jesucristo como iglesia en la tierra, y muchos vendrán a escuchar la salida para sus problemas.
La iglesia debe volver a su principio y saber que somos hijos de Dios para traer sanidad a las personas por medio de Jesucristo que es nuestra fuente.
Uno de los llamados de la iglesia de Cristo es la justicia social y la misericordia, lo vemos en (Mateo 25) y nos dice que nosotros como herederos de los espiritual somos los que debemos alimentar al hambriento, dar agua al sediento, atender al enfermo, visitar al privado de libertad, hospedar al forastero, etc.
Sin embargo todas estas obras quedan en segundo plano cuando entendemos que la principal necesidad del ser humano es que necesitan a Dios en sus vidas. Porque no es el alimento físico que recibes, ni el hospedaje, ni la ayuda total que puedan recibir, ya que eso es pasajero si no está Dios en el asunto, sólo Cristo.
Conclusión
En Romanos 6:23 el apóstol Pablo exclamó que la paga del pecado es la muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna. No hay mayor muestra de amor hacia nosotros que la que hizo Cristo en la cruz y que nosotros podamos presentársela a todos los necesitados, porque la gente no necesita solamente cosas que satisfagan su necesidades físicas sino; que necesitan algo que sea eterno y suficiente.
Es decir; a Cristo en sus vidas… tu y yo somos enfermeros en el hospital de Dios que es la iglesia, y debemos estar bien preparados en todas las áreas para recibir a todos los despreciados del mundo y predicarles a Cristo a través del amor y la compasión.
No olvidemos nuestro lugar y de dónde Dios en su misericordia nos sacó, así tendremos claro que fuimos llamados como iglesia a tener una palabra sanadora, para restaurar las familias, los matrimonios, y todo lo que esté desviado del plan de Dios, pero sobre todo a salvar a los que están perdidos sin rumbo en el pecado. (Santiago 5:20).
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.