Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: Dios hace lo Imposible, Posible
Predica Cristiana Lectura Bíblica de Hoy: “…Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios…” Lucas 18:27
Introducción.
Dios nos sorprende de manera sobrenatural cuando nos atrevemos a creer que él es la fuente de todo lo que necesitamos, tanto en el orden espiritual como en el orden material.
Nosotros nos empeñamos en darle solución a nuestras necesidades, y en un gran número de veces no encontramos la solución. Llega el momento en que nos cansamos de buscar resolver los problemas en el matrimonio, arreglar las relaciones con los hijos, salir de la crisis financiera, alcanzar sanidad.
Sin embargo, no sé cómo, ni sé lo puedo explicar, pero cuando dependemos de Dios, Dios se las ingenia para ayudarnos en nuestras debilidades y conflictos.
Pablo anima a los cristianos de Éfeso con estas palabras: “…Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!..” (Efesios 3:20 TLA).
El Señor hace valer su poder y gloria de la forma que soberanamente él desea hacerlo. Pero nos toca a nosotros creer que Él sabe cómo hacer las cosas y cuando hacerlas.
Hoy pretendo hablarte sobre los recursos ilimitados de Dios para bendecir a sus hijos. Del Dios que hace lo imposible, posible. Quiero ilustrar esta verdad con dos ejemplos bíblicos tomados del AT, en los que vemos como Dios es capaz de hacer lo imposible, posible.
1. Agua de una roca (Éxodo 17:1-5).
El pueblo murmura. Después de haber visto la Gloria de Dios en el cruce del Mar Rojo y en la provisión del Maná que Dios les daba, el pueblo de Dios tuvo sed y murmuró contra Moisés en Refidim (17:3). Ya el pueblo no confiaba en Dios como su proveedor y ahora veían a Moisés como su fuente de provisiones.
Es muy peligroso cuando dejamos de depender de Dios y comenzamos a poner nuestra confianza en otras fuentes de provisiones. Dinero, trabajo, relaciones humanas, habilidades, entre otras.
El apóstol Pablo le dice a los filipenses “…Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús…” (Filipenses 4:19; cf. Mateo 6:33).
Fue tal la desesperación del pueblo de Dios que pusieron en tela de juicio si Dios estaba o no con ellos. “tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?” (Éxodo 17:7). Es muy peligroso cuando comenzamos a dudar si Dios está o no está con nosotros, y si está a nuestro favor.
Ante aquella crisis, Moisés clamó a Dios porque temía que lo apedrearan y porque además no tenía una solución a aquel problema ¿Qué podía hacer él? “¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.” (Éxodo 17:4).
A veces algunos problemas se pueden resolver arreglando nuestras prioridades, estableciendo una escala de valores, ahorrando finanzas, estableciendo estrategias. Pero la mayoría de nuestros problemas sólo se pueden resolver por medio de la oración. Y a eso apeló Moisés. ¿A qué apelas tú?
Lo único que no deberíamos dejar hacer nunca, es orar. Nos pueden cerrar los templos. Puede que nos metan a la cárcel por ser cristiano. Puede que hasta nos persigan y nos maten. Pero lo único que no pueden prohibirnos es ORAR. Es nuestro principal recursos.
Dios no dejó en vergüenza a su siervo Moisés y le respondió. Dios jamás deja en vergüenza a los que confían en El. Dios le dijo a Moisés lo que tenía que hacer para darle solución al problema. Llevaría con él a algunos ancianos del pueblo para que fueran testigos del poder de Dios y de que Dios sí estaba con ellos.
La respuesta de Dios a la petición de Moisés parecía una locura. ¡¿Cómo que al golpear una roca va a brotar agua potable?! Moisés tenía que creer la palabra que Dios le había dicho: “…golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel…” (Éxodo 17:6). Dios haría el milagro, pero Moisés debía golpear la peña en un acto de fe.
Para mostrar su poder, tanto como su compasión, y hacer del favor un milagro de su misericordia, Dios hizo brotar para ellos agua de una roca. Les dio a beber agua de una peña. Es que los recursos de Dios son ilimitados. Están fuera del alcance de nuestra lógica.
De dónde menos pensamos el Señor nos da lo que más necesitamos. Usa a quién tenga que usar para bendecir a sus hijos. Si Dios hizo brotar agua de la peña, ese mismo Dios traerá solución a tu problema y al mío de donde menos lo imaginamos. Entonces, ¡¿Por qué dudar del gran poder de Dios?!
Dios puede abrir fuentes para nuestra provisión de donde menos las esperamos. Él fue el que le prometió a su pueblo Israel, “…Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad…” (Isaías 43:19), porque Dios es el que da “…aguas en el desierto y ríos en la soledad…” (Isaías 43:20).
Si el éxodo de Egipto a la tierra de Canaán estuvo matizado con milagros poderosos, Dios le promete a su pueblo que el éxodo de las tierras del exilio babilónico, sería superior a los que sus padres habían experimentado (Isaías 43:18, 19a).
Quienes en este desierto de la vida siguen los caminos de Dios, pueden confiar seguros en la provisión de Dios. Dios no desampara jamás a sus hijos. El rey David decía: “…Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan…” (Salmos 37:25).
Cristo es comparado con la peña de Horeb que está brotando agua de vida saludable para ti. No hay nada en este mundo que pueda satisfacer las necesidades, ni contentar los deseos de un alma, como lo puede hacer Jesucristo.
Él es la “fuente de agua viva” que se abrió a favor de todos los que le buscan. Jesucristo declaró: “…Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados…” (Mateo 5:6).
2. Cuervos que sustentan a un hombre (1 Reyes 17:1-6).
El profeta Elías predice una sequía de 3 años y medio en los días del rey Acab (1 Reyes 17:1). El propósito principal de esa sequía era demostrar que el falso dios Baal, considerado por los Cananeos como el dios de la lluvia y de la fertilidad, era impotente ante el todopoderoso Dios de Israel. Todo lo que Dios hace, lo hace con propósitos definidos.
Elías recibe orientaciones muy precisas del Señor. Dios le dice “…escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer…” (1 Reyes 17:2-3). Elías no salió huyendo del rey Acab, él se fue a la región de Judá, porque Dios se lo ordenó. Fue un hombre que aprendió a sujetarse a la voluntad de Dios. Se movía cuando Dios se lo indicaba.
Elías tenía que moverse en fe. Creer que Dios le sustentaría durante ese tiempo. A pesar de que Dios rompía sus esquemas, el profeta prefirió obedecer. No se comportó como el muchacho que lo sientan de castigo, pero permanece de pie por dentro, en total rebeldía.
De igual manera obedeció Felipe cuando Dios lo sacó de Samaria donde estaba envuelto en una campaña evangelístico poderosa (Hechos 8:6-13). Pero Dios le ordenó salir de Samaria e ir a hablarle a un “etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar” (Hechos 8:27).
El secreto de la victoria en la vida cristiana es sujetarse a la agenda de Dios. NO es que Dios bendiga lo que yo hago, sino que yo haga lo que Dios bendice.
Ahora bien, no quiero pasar por alto un detalle interesante en esta historia del profeta Elías. Y es que Dios personalmente toma las medidas necesarias para cuidar de su siervo Elías. El Señor le dice: “yo he mandado a los cuervos [yo he ordenado] que te den allí de comer”. Y cuando lo redirige a Sarepta de Sidón, Dios le dice “…yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente…” (1 Reyes 17:9).
Los cuervos son aves omnívoras que comen de todo. Hay varias especies de cuervos en Palestina. Se alimentan de carroñas (carne corrompida), de insectos, de residuos alimentarios, de cereales, de frutas y de pequeños animales.
Para los judíos, todas las especies de cuervos eran inmundos, debían rechazarlas y no comer sus carnes (Levítico 11:15). Por lo tanto, el que Dios usara estas aves para llevar carne y pan a Elías por la mañana y por la tarde, constituía una evidencia más, del poder soberano de Dios.
Y este incidente confirma una vez más que Dios actúa soberanamente. Él siempre actúa libremente. Nada lo detiene. No tiene que pedirle permiso a nadie para hacer lo que Él quiere hacer en su soberana voluntad.
“¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? (Isaías 40:13-14).
Que el cuervo fuese un animal inmundo, no impidió que Dios lo usara para dar de comer a su siervo Elías.1 Dios usó a los cuervos para que Elías aprendiera a obedecer y a esperar en Él, aun cuando Dios mismo hace cosas que él no entendía. Dios hace milagros a favor de sus hijos.
Que Saulo de Tarso fuera un perseguidor de la iglesia, no impidió que Dios lo convirtiera en un predicador del evangelio de Jesucristo (Hechos 9). La gracia de Dios triunfa sobre el juicio.
Que Cornelio el centurión de Cesarea fuera un gentil, no impidió que Dios enviara a Pedro a predicarle el evangelio, se convirtiera a Cristo y Dios lo bautizara con el Espíritu Santo (Hechos 10). La misericordia de Dios alcanza a todos los que se arrepienten de sus pecados y se acercan por la fe Cristo.
Que Nicky Cruz fuera un líder de la pandilla de Nueva York llamada Los Mau-Maus, no impidió que se convirtiera en uno de los ministros evangélicos mundiales más reconocidos, por medio del cual muchas personas ha venido a los pies de Cristo.
Elías no cuestionó a Dios porque eran cuervos los que le servirían el almuerzo y la comida diaria. Pero hoy se cuestiona todo. Se juzga todo. Y es sumamente peligroso cuestionar las decisiones divinas. Nunca deberíamos altercar contra Dios.
Hermanos queridos, es imposible limitar a Dios. ¡Quién puede ir en contra de Dios y desafiarlo! Dios nunca permitirá que le impongan lo que él tiene que hacer.
CONCLUSIÓN.
Cierro mi reflexión recordándote que los recursos de Dios son ilimitados. Que Dios hace lo imposible, posible. Si Dios hizo brotar agua de una peña (roca) para saciar la sed de aquel pueblo rebelde y demostrarles que Él estaba con ellos, cuánto más ahora, el Señor está dispuesto a extender su mano a tu favor y a favor de tu familia y de la iglesia. Aviva tu fe y tu confianza en el Señor.
Recordemos que si Dios usó a unos cuervos para sustentar a su siervo Elías, Dios puede usar lo menos que te imaginas para sustentarte y bendecirte.
Pero es necesario creerle a Dios. Moisés no titubeo golpear la peña en Horeb, Elías no cuestionó a Dios porque usaría cuervos y una viuda gentil para sustentarle. Ambos le creyeron a Dios. Ambos confiaron en la soberanía de Dios.
Si queremos tener una vida espiritual saludable, no tratemos de superar los obstáculos por medio de nuestra propia fuerza de voluntad. Centrémonos en el hecho de que Dios es lo suficientemente grande y poderoso para hacernos pasar a través de cualquier desafío que enfrentemos.
Jesús dijo: “…Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios…” (Lucas 18:27).
LLAMADO A SALVACIÓN…
Henry, M., & Lacueva, F. (1999). Comentario Bíblico de Matthew Henry (383). 08224 TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
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