Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Apartarse del mal
Predica Cristiana Lectura Bíblica: 1 Juan 1:1-5
Introducción
Apartarnos del mal es el deseo de Dios; el Señor ha venido hablando en este tiempo del crecimiento espiritual, de la madurez de la iglesia y de la gracia de Dios, nos damos cuenta que siempre el Señor apunta en una sola dirección y es el apartarnos de todo mal. Si asumimos la dimensión del amor de Dios nos resultaría obvio que en tanto estemos en la voluntad de Dios nada malo nos sobrevendrá pues en ese marco de amor, Dios siempre hará, y nos dará, lo mejor para nosotros.
Apartarse del mal Lectura Bíblica
Deberíamos leer en Palabra de Dios todo el Libro 1 Juan, pero por cuestión de tiempo le pido que lo haga en su casa; ahora leeremos solamente 1 Juan 1:1-5:
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocantes al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido”.
el Señor nos aparta para toda buena obra en santidad
Él nos separa, pero muchos dirán o se preguntarán de qué o de quién me separa si sigo viviendo en el mismo lugar y rodeado de las mismas personas; la Palabra de Dios es bien clara y expresa cuando dice: “Todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:16)
Y si la Palabra nos dice que “todo” lo del mundo no proviene de Dios, resultaría lógico pensar de qué quiere Dios que nos apartemos. Él desea que si bien estamos en mundo y nos rozamos a diario con el sistema de maldad y perdición que el dios de este siglo, Satanás, ha generado y en donde cada día elabora una nueva estrategia para llevar a las tinieblas a quienes no llega la luz del evangelio, a aquellos que rechazan la luminaria de Cristo.
El Señor quiere que tomemos distancia de este sistema de maldad, Él quiere que nos apartemos, no que nos aislemos sino que aprendamos a usar todos los elementos espirituales que nuestro Padre Celestial ha introducido en el mundo y ha puesto a disposición de todo aquél que tome la decisión de fe y de usarlos a fin de oponerse frontalmente a toda iniciativa de maldad del mundo.
Para que algo deje de atraernos debemos tener claridad en nuestra mente, en nuestro intelecto, de el porqué no nos conviene o de el porqué es malo, de manera que podamos razonar el porqué de Dios al querer apartarnos de allí; por esto sería bueno que hagamos algunas consideraciones a la luz de la Palabra de Dios expresada en el libro 1 San Juan Apóstol:
I. La voluntad de Dios y El Hijo de Dios
“Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17)
Satanás y sus demonios presentan un estado temporal de vida en tanto que Dios nos está ofreciendo vida eterna junto a Él; aquellos que siguen sumergidos en las tinieblas, aquellos que viven sin Cristo y por lo tanto su luz no ha resplandecido como consecuencia de no haber conocido o por no ser hacedores de su Palabra, (Santiago 1:22)
Se aferran a las cosas que el mundo les ofrece y sustentan sus vidas en estas precariedades como su tesoro más preciado, asumen que esta oferta que el mundo les presenta es lo que les llenará de satisfacciones y placeres, aún cuando estos sean temporales como aquellos que hallan en el alcohol, las drogas o las relaciones inmorales, aquellos que se satisfacen en el mundo no tienen luz para comprender que viven temporalmente cuando en realidad están muertos en sus delitos y pecados, (Efesios 2:1).
La luz de Cristo
Si la luz de Cristo ilumina el corazón, las obras de Satanás se hacen manifiestas, comenzamos a ver el trabajo del pecado en la vida de las personas, tomamos conciencia de la degradación y perversión a la cual ha sido sometida la raza humana como consecuencia de la introducción del pecado en ella.
Cuando llega a nosotros la luz de Cristo es cuando llegamos a comprender que no tiene ningún tipo de sentido el vivir de acuerdo con lo que el mundo nos presenta en su mesa de ofertas, entendemos allí que de nada nos sirven las satisfacciones o placeres temporales que luego pasan y al abandonar nuestras vidas solamente dejan profundas heridas en el alma que nos afligen causando dolor.
Pero el dolor mas grande y que tal vez no entendemos o no comprendemos es el que nos causaría saber que nos hemos alejado de la presencia de Dios, o saber que hemos rechazado el maravilloso y eterno amor de Dios para cambiarlo por algo que dura tan poco.
Debemos entender lo bueno que es sufrir la separación, soportar quizás la lucha contra aquello que nos atrae del mundo, dejándonos morir al mundo para vivir en Dios. Atesoremos en el cielo y en las cosas eternas (Mateo 19:21) pues allí de seguro obtendremos nuestro galardón, simplemente piensa qué ha de suceder cuando seamos separados realmente, con aquellos que se aferraron a las temporalidades que el mundo les ha ofrecido, que sucederá entre ellos y la vida eterna que Dios nos ofrece, allí es donde sobrevendrá el crujir de dientes (Mateo 24:51).
II. El amor del Padre: El Hijo de Dios
“Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan 3:1)
Tenemos la pauta que el mundo es ignorante; Juan, como cada Hijo de Dios se conmueve ante el inmenso amor de Dios, aquellos que vivimos en luz sabemos que “Dios es amor” (1 Juan 4:8) y nos ha manifestado su entrañable amor al enviar su hijo unigénito Jesucristo a este mundo a fin de que a través de su sacrificio nuestros pecados nos sean perdonados y en Él tengamos vida eterna.
Pero fue ignorado, la misma visitación de Dios fue ignorada por el mundo (Lucas 19:44b). El mundo es ignorante y como consecuencia de ello lo son todos aquellos que le siguen y se aferran a las cosas del mundo.
No hay peor cosa, o no hay nada mas triste que le pueda suceder a un creyente que ser un ignorante de los propósitos en general y más aún de los propósitos que Dios ha establecido para cada uno de nosotros en particular. Los Apóstoles se preocupaban, se apremiaban para que los cristianos estuvieran al tanto de lo que estaba sucediendo (2 Pedro 3:3-9), y de igual manera los ministros y profetas de la iglesia deben preocuparse para que cada hermano no ignore el propósito que Dios tiene para él y pueda así desarrollarlo.
Pero al mundo y sus seguidores, por estar sumidos en la ignorancia, no le interesan los planes de Dios como tampoco le interesa hacer aquello que le agrade a Dios; el mundo y sus seguidores solamente viven para satisfacer sus temporalidades, cayendo y degradándose cada día mas para así complacer a Satanás y sus demonios que los tienen dominados.
III. El mundo aborrece Al Hijo de Dios
“Hermanos míos, no nos extrañéis si el mundo os aborrece” (1 Juan 3:13)
El príncipe de este siglo y sus demonios que someten al mundo y sus seguidores se han encargado de promocionar sus placeres y propósitos mezquinos, generando una escalada de rechazo al cristianismo y a la obra de Dios, por ello no debe de extrañarnos como dice la Palabra que “seamos aborrecidos”.
Esta situación no es un caso de actualidad ya que los hombres de Dios siempre han sido perseguidos, el enemigo siempre trató y tratará de frenar, de destruir la obra de Dios, no debemos extrañarnos si cada vez que tomamos una decisión conforme a los propósitos de Dios nos sobrevengan las luchas pues el diablo ha sido mentiroso y homicida desde el principio.
Por ello, el mundo y sus agentes tratarán de destruir la obra de Dios como lo han hecho desde el principio, pero para tranquilidad de los Hijos de Dios, ya Jesús los enfrentó diciendo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
IV. Espíritu que no confiesa que Jesucristo
“Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:3)
No hay términos medios, como siempre digo, en Cristo no hay grises, se es blanco o se es negro, indefectiblemente se sirve a Dios o se sirve al diablo; nuestro testimonio de vida no puede mantener otra posición que el estar relacionado con el señorío de Cristo, confesando que Jesús es el Señor de nuestra vida (Romanos 10:9) y dando muestras a los demás de su accionar, del cambio que se ha producido en nuestro carácter y en nuestras relaciones con la familia y con los demás.
El Espíritu Santo y el Hijo de Dios
El Espíritu Santo nos enseña permanentemente que debemos dejar la impiedad para dar la bienvenida a la vida santa de Dios, “Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a si mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:12-14).
Obviamente que nuestra conversión, el volver nuestra mirada a Cristo, resultará intolerable para el sistema del mundo y para aquellos que siendo parte de éste nos rodean pues en sus vidas tienen plasmado el pecado, resultando por tanto natural que se genere en nuestro alrededor un clima de rechazo y búsqueda de aquello que manche el testimonio, haciendo de éste el blanco de los embates
Pero no debemos callar, sin discusiones vacías, “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad” (2 Timoteo 2:16), pero firmes en nuestra creencia, y dependiendo siempre de Dios, para triunfar contra toda potestad de las tinieblas que se abalancen sobre nuestras vidas.
V. Somos de Dios
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Si bien el príncipe de este siglo actúa sobre el mundo acrecentando sus pasiones (Marcos 7:21-22) y llevando a sus seguidores a realizar todo tipo de actividad en contra de Dios y de su obra, debemos tener en claro que es un ser inferior, son seres caídos y que ya Jesucristo les venció y expuso públicamente su triunfo en la cruz del Calvario.
Debemos tener siempre presente que dentro nuestro esta morando, que dentro nuestro está habitando el poderoso Espíritu Santo desde el momento mismo en que hicimos nuestra decisión de fe y recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu Santo mora en vosotros?” (1 Corintios 3:16) y él es quien nos guía mostrándonos su voluntad; recordemos siempre que, “Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo”.
VI. Los del mundo
“Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye” (1 Juan 4:5), por todos los medios posibles el mundo nos presentará sus modos de ser, de pensar, nos mostrará siempre su aprobación a todo lo malo y sus planes de injusticia; el mundo nos muestra permanentemente su oferta de perdición y degradación humana.
Jesús habló del camino angosto y difícil de la vida eterna y del camino ancho y espacioso, pero también dijo que éste era el camino de la perdición; ellos son del mundo, pero tu eres un Hijo de Dios apartado para justicia y santidad, tu fuiste separado del mundo para vivir con Dios y para Dios (Gálatas 5:25), andando en sus caminos y siguiendo sus pisadas.
VII. El mundo está bajo el maligno
“Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19), el mundo todo es perdición pues está en tinieblas, con sus ojos vendados y guiado por Satanás; en el marco de esta lucha es que pretenden destruirnos con sus dardos encendidos (Efesios 6:16b).
Y es allí donde nos debemos afirmar en nuestra fe, sabiendo que el Señor es el verdadero Dios y dador de la vida eterna (1 Juan 5:20), vistiéndonos con la armadura que Dios nos provee (Efesios 6:10-20), alabando y glorificando su santo nombre a cada instante de nuestra vida, en el pleno conocimiento de sobre quién descansa nuestra esperanza, “También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente , Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos” (Apocalipsis 16:7) y nuestra justa defensa (Apocalipsis 19:11).
Conclusión
Apartémonos, tomemos distancia de ese mundo que nos bombardea cada día con sus ofertas de perdición para seguir al Dios Vivo, siguiéndole con toda nuestra fuerza y devoción, dando testimonio de nuestra nueva vida y asumiendo en cada uno de nosotros la Palabra de Dios dada en 1 Tesalonicenses 1:8-10
“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”
Si cada uno aportamos nuestra parte de la imagen de Dios, todos juntos armaremos la gran imagen que Dios quiere mostrar, la imagen del Señor cubriendo todo el mundo.
© Luis Alberto Coria. Todos los derechos reservados.
Aleluya aleluya que grandes maravillas, las iglesia están felices por qué usted sigue subiendo predicas a esta página aleluya aunque usted no está físicamente con nosotros acá en Nayarit por este medio con sus predicas usted nos pastorea aleluya Dios lo bendiga
Veo que ha subido nuevas predicas a la página predicas bíblicas y en un gozo un fuego que alimenta nuestra fé a mi y a dos iglesias y dos centros de rehabilitación
Pastor Coria seguimos estudiando sus temas de esta página CENTRAL DE SERMONES y de la página PREDICAS BIBLICAS. Queremos aprender más de usted