Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Prédica de Hoy: Cómo Superar la Tentación
Tema: Fortaleza Espiritual para el Día a Día
Introducción
Hermanos, ¿alguna vez les pasó que están tomando mate tranquilos, charlando con alguien, y de repente sienten esa lucha interna? Sabés que lo que estás pensando hacer no está bien, pero te cuesta resistir. Eso es la tentación. Y no importa si sos nuevo en la fe o llevás años caminando con Cristo, la tentación es algo que todos enfrentamos. Ahora, la pregunta es: ¿cómo la superamos? ¿Te pusiste a pensar si realmente se puede resistir?
En Uruguay, donde cada día es una lucha entre las dificultades económicas, las presiones sociales o las tentaciones cotidianas, ¿cómo hacemos para vivir una vida de santidad? La Biblia nos da una respuesta clara: Dios nos da las herramientas para salir victoriosos. Dice en 1 Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir.“
I. La tentación en nuestra vida diaria
No importa si estás en la rambla tomando un mate, o esperando el bondi, la tentación siempre está presente. Desde el principio, Adán y Eva cayeron en la tentación en el Edén, y desde ahí, la humanidad ha vivido con ese desafío. Pero hasta Jesús fue tentado. Sí, el Hijo de Dios fue tentado por el diablo en el desierto. ¡Imaginate eso! Pero Jesús no cayó. ¿Cómo lo hizo? Con la palabra de Dios. En Mateo 4:4, Jesús le respondió al diablo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.“
Acá, donde vivimos rodeados de tentaciones constantes —ya sea querer hacer las cosas más fáciles, tomar atajos, o caer en la desesperanza cuando las cosas no salen como queremos—, necesitamos la palabra de Dios como escudo. ¿Te apoyás en la palabra de Dios cuando la tentación toca la puerta?
II. Herramientas para vencer la tentación
Dios nos ha dado herramientas claras. Y sabés qué, una de las más poderosas es la oración. Cuando te levantás cada mañana, antes de salir corriendo a la diaria o al laburo, tomá un momento para orar. Jesús les dijo a sus discípulos en el jardín de Getsemaní: “Velad y orad, para que no entréis en tentación” (Mateo 26:41). La oración te fortalece, te conecta con Dios, y te ayuda a prepararte para enfrentar lo que venga.
Otra herramienta es la palabra de Dios. En Efesios 6:17, Pablo nos habla de la “espada del Espíritu“, que es la palabra de Dios. Cuanto más tiempo pasás leyendo la Biblia, más armas tenés para pelear contra la tentación.
Como decía Charles Spurgeon: “Una Biblia que está cayéndose a pedazos, suele pertenecer a alguien que no lo está” (Morning and Evening, 1866). ¿Tenés esa “espada” afilada? Porque cuando el enemigo viene a tentar, necesitamos tener algo para responderle.
Y no nos olvidemos de la comunidad de fe. ¿Qué sería de nosotros sin los amigos de la iglesia, los hermanos con los que podemos compartir nuestros desafíos? Hebreos 10:24-25 dice: “Estimulemos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos.” En el Uruguay, donde el mate y la charla con amigos son parte de nuestra cultura, ¿por qué no aprovechar esas instancias para compartir cómo estamos, orar juntos y apoyarnos?
III. La gracia de Dios cuando caemos
Seamos sinceros, a veces la tentación gana. Nos pasa a todos. Pero cuando caemos, ¿sabés qué? La gracia de Dios siempre está disponible. 1 Juan 1:9 nos asegura: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos.” Eso significa que no importa cuántas veces caigamos, si volvemos a Dios con un corazón arrepentido, Él nos perdona y nos restaura.
El evangelista Billy Graham lo explicó claramente: “No es la caída lo que te define, sino si te levantás y cómo te levantás” (The Journey: Living by Faith in an Uncertain World, 2006). Si caíste, no te quedes en el piso. Levantate. Dios te da una nueva oportunidad.
Aplicación
Cómo vencer la tentación en nuestra vida diaria
Entonces, ¿qué hacemos con esto? En primer lugar, orá cada día. No esperés a que llegue la tormenta para empezar a orar. Hacelo desde antes, como una práctica diaria. La oración es la forma en que nos preparamos espiritualmente.
En segundo lugar, llenate de la palabra de Dios. ¿Tenés algún versículo que memorizaste y te da fuerzas cuando estás en el medio de la tormenta? Por ejemplo, si tu lucha es la ansiedad, podés memorizar Filipenses 4:6-7: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios… y la paz de Dios guardará vuestros corazones.“
Y por último, no pelees solo. Acá en Uruguay valoramos la amistad, la cercanía. Buscá la ayuda de otros creyentes, juntate a orar, a charlar, a compartir las cargas. Dios nos dio esta comunidad para que no enfrentemos las batallas en soledad.
Conclusión
Hermanos, la tentación es parte de nuestra vida, pero no estamos solos en esta lucha. Dios está con nosotros. Nos dio las herramientas para vencer: la oración, Su palabra, y nuestra comunidad de fe. La próxima vez que te enfrentes a la tentación, acordate de esto: orá, aferrate a la palabra de Dios y buscá el apoyo de tus hermanos en la fe. Y si caés, no te quedes en el suelo. Levantate, porque la gracia de Dios siempre está disponible para vos.
© José Rodriguez. Todos los derechos reservados.
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Excelente predicación, ha tocado mi corazón profundamente.. Muchas gracias y bendiciones.