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Por que no debo ser un murmuradór

Bosquejos Biblicos… Bosquejos para Predicar

Números 12

Introducción:

Según el diccionario su Etimología: viene del latín murmuratio. Dicho o conversación que circula entre un grupo y que comunica algo negativo sobre alguien, en su ausencia.

En todos los tiempos han existido personas murmuradoras, ni aun Moisés siendo el hombre más manso se escapó de los ataques de la murmuración; la murmuración es algo terrible que no debería estar entre el pueblo de Dios, por que ofende a Dios, acarrea para sí un castigo y causa daño a la iglesia.

En esta mañana veremos cuatro razones por las cuales no debemos ser murmuradores

1. Porque el murmurador es altanero (versículo 2)

A. Desmerita a Dios. cuando la persona murmura de la autoridad que Dios ha establecido, sea el pastor de la iglesia, un líder de la célula o el barrio, le está diciendo a Dios” te equivocaste”. Y ¿quiénes​ somos nosotros para cuestionar lo que Dios hace y establece?, si la biblia dice que Dios es infinitamente sabio. Job 9:2-4

B. Descalifica a su hermano o líder. Cuando una persona murmura de su hermano o líder de la iglesia, se siente igual o más grande que su líder; el deseo siempre es destruirlo, ridiculizarlo y, si no lo logra, procura minimizar sus cualidades. Por eso escuchamos frases como las que dijeron María y Aarón “¿ solamente por Moisés ha hablado Jehová ? ¿no ha hablado también por nosotros?”

2. Porque el murmurador ofende directamente a Dios

A. Hablaron contra Moisés (versículo 1 ) pero los oyó Jehová (versículo 2)

Ellos creían que estaban hablando de Moisés, pero en realidad estaban levantándose directamente contra Dios

l. Dios es omnipresente. María y Aarón pensaban que nadie los estaba escuchando, desconociendo que Dios está en todas partes y que ante Él no hay nada oculto. Si esto lo tuviera presente el que va a murmurar, de seguro no lo haría.

ll. Dios no mira lo que mira el hombre. Una persona, especialmente un líder, puede tener muchísimas cualidades, pero siempre va a existir el que le encuentra un defecto para menospreciarlo. Maria y Aarón, solo miraron a la mujer cusita, pero no miraron que Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra, era fiel, que hablaba con Dios cara a cara y que era siervo de Dios.

lll. Dios es Justo. Dios es justo y no permitió, ni permitirá que un murmurador le haga daño a un hijo suyo. Si no que siempre ha salido en defensa de sus siervos.

B. Moisés no se ofendió. En ninguna parte del capítulo encontramos que Moisés se haya enojado y querido defenderse

3. Porque el murmurador será reprendido. Dios no tendrá por inocente al culpable, menos en un pecado que atenta contra su obra.

La Biblia dice que somos obra de Dios Salmo 100:3 y, ¿a quién de nosotros le gustaría que hablaran mal de su obra?. Pues si nos disgusta a nosotros que somos imperfectos y hacemos obras imperfectas; cuánto más Dios que es perfecto en todo

A. Moisés quiso evitarles el castigo. Moisés sintió dolor por la reprensión de sus hermanos que pidió a Dios detener el castigo

* Así hagan horas de oración por los problemas de un murmurador, el castigo será inevitable y no pasará nada hasta que no se arrepienta.

B. María fue castigada. A pesar de las súplicas de Aarón y Moisés, María recibió el castigo y tuvo que pasar siete días fuera del campamento por no controlar sus pensamientos y refrenar su lengua.

4. Porque el murmurador afecta al grupo.

A. María y Aarón, ¿quién contaminó a quién?

Muchos dicen que María fue la promotora de la murmuración y por eso recibió la lepra; de eso no estamos seguros, pero a pesar de que en el versículo uno nombra primero a María, lo que si podemos asegurar es que el murmurador tratará de contaminar a otro, y así enemistarlo con Dios.

B. Ponen a Moisés a clamar por ellos.

Moisés viendo la reprensión de parte de Dios, le pidió con ruego que sanara a María inmediatamente, pero no pasó nada.

Cuántos en las iglesias ponen al pastor a orar por sus enfermedades, sus crísis financieras; es decir, sus problemas, y al ver que Dios no les responde, siguen murmurando que la culpa es del pastor; porque no tiene fé, porque no es un hombre de Dios etc… en vez de arrepentirse y reconocer sus errores.

D. Detienen el avance del grupo. El pueblo no pudo continuar la marcha hasta que María no paso la beneficiosa disciplina.

Cuántos detienen el progreso de una iglesia y hacen que la iglesia detenga la marcha por su murmuración, sus chismes y mentira. Si el pastor hace algo, nombra a alguien para algún trabajo o simplemente cambia algo ya establecido, siempre votan en contra frenando así el crecimiento de la obra.

Conclusión:

Pidamos a Dios que nos ayude a no ser murmuradores, y si alguno lo es, pídale a Dios que le ayude a dejar ese pecado.

© Samuel Cardozo

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