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Poder, amor y dominio propio

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos para Predicar Texto Bíblico:Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7)

Introducción

Todos conocemos que servir a Dios y obedecer sus mandamientos es difícil dada nuestra condición humana. Pablo decía que hacemos el mal que no queremos por el pecado que mora en nosotros. Desde que el pecado entró en la humanidad, en el huerto del Edén, se rompió esa comunión con Dios.

Pero Dios no nos ha dejado solos, nos ha provisto de un espíritu que cuando viene el Espíritu de Dios sobre nuestra vida somos fortalecidos y podemos hacer grandes cosas en Dios, por el poder de su Espíritu.

No es que nosotros tengamos esa capacidad, sino que Dios obra en nosotros para poder hacer las cosas. Toda la gloria le corresponde a Dios, pues sin Él nada podemos hacer.

1) Espíritu de poder

Dios usó a muchos hombres en el pasado, enfrentando ellos hasta gigantes, enfrentando ejércitos enteros con valentía. David cantaba “caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará” (Salmos 91:7). David tenía esa capacidad de enfrentar gigantes aunque no tenía ningún entrenamiento militar.

Ninguno de los miembros del ejército de Israel se atrevía a enfrentar a Goliat, ni siquiera el rey. Pero David sabía quien era su Dios y el poder que en Él hay, por eso él era capaz de enfrentar animales feroces, ejércitos o guerreros aguerridos. Porque Dios nos ha dado un espíritu de poder.

a) Confiando en el poder de su fuerza (Efesios 6:10)

Es en Dios en quien nos debemos fortalecer, en Él está el poder, por lo tanto a Él debemos acudir. Cuando vemos sus maravillas, cuando vemos sus milagros, nuestra fe crece y se va ejercitando en Dios. Debemos fortalecernos en Dios y en su poder.

b) El evangelio de Cristo es poder (Romanos 1:16)

Porque hemos creído en el evangelio de Jesucristo, y su evangelio es poder. Poder de Dios para salvación. Por lo tanto no podemos estar dudando o predicar con vergüenza, sino con autoridad, con poder de Dios. A eso nos llamó el Señor.

c) Dios da fortaleza (Isaías 40:29)

Sabemos que vienen momentos de debilidad, somos humanos y podemos flaquear en algún momento. Pero en Dios está la fortaleza, dice su palabra que multiplica las fuerzas, incluso del que no tienen ninguna. Dios es nuestra fortaleza.

2) Espíritu de amor

Conocemos a un Dios lleno de poder y gloria, guerrero y valiente. Pero también es un Dios lleno de amor. El amor de Dios no tiene límites, nos ha alcanzado aun cuando no merecíamos más que el castigo por nuestros pecados, Dios envió a su hijo a morir por los pecados de toda la humanidad. Ahora somos salvos por gracia, por el derramamiento de la sangre de Jesús en la cruz del calvario.

a) El amor permanece (1 Corintios 13:13)

Dice su palabra que permanece la fe y la esperanza, pero mayor que estos el amor permanecerá en nosotros. Dios quiere que seamos reflejo de su amor eterno. Debemos mostrar ese amor de Dios a los demás, así como Cristo nos amó primero, debemos amar a los demás. Perdonar las ofensas los unos de los otros y reflejar la bondad y amor de Dios.

b) Vestidos de amor (Colosenses 3:14)

Dios nos anima a vestirnos de amor. Así como ponemos cada día ropa sobre nuestro cuerpo, así debemos vestirnos de amor. Esto es fácil cuando hemos conocido el amor de Dios sobre nosotros. Cuando el amor de Dios está en nosotros, sobreabunda y es fácil dar de eso que hemos recibido.

c) Fruto del Espíritu (Gálatas 5:22)

Uno de los frutos del Espíritu es el amor. Cuando el Espíritu Santo nos llena, el amor es uno de esos frutos. Los demás pueden ver a Dios en nosotros cuando ese amor es dado a los demás también. El amor de Dios nos llena cuando el Espíritu Santo mora en nuestra vida.

3) Espíritu de dominio propio

Dios nos ha dado un espíritu de dominio propio. No quiere el Señor que andemos sin controlar nuestras emociones y acciones. Dios quiere que nuestro sí sea sí y nuestro no sea no, pues debemos hacer lo que Dios nos mande y no lo que nuestro cuerpo quiera.

a) Mandamiento de agregar al conocimiento (2 Pedro 1:6)

Dios quiere que añadamos a nuestra vida el dominio propio. Al conocimiento del bien y del mal, al conocimiento de la voluntad de Dios debemos añadirle dominio propio. Pues sabiendo lo que debemos hacer tenemos que controlar nuestro ser para hacer lo que corresponde, lo que es bueno, lo que agrada al Señor.

b) Dios nos da el dominio propio (2 Timoteo 1:7)

Dios nos da ese espíritu de dominio propio, a Él debemos pedirle que nos ayude y refrene, para que podamos obedecerle en todo lo que nos pida.

c) Motivo de incomodidad para muchos (Hechos 24:25)

Para muchos es motivo de incomodidad el hablar del dominio propio. Personas que no gustan de controlar sus impulsos, sino que dan rienda suelta a su carne, alejándose así de Dios. Pero Dios nos manda a tener ese dominio propio y obedecerle.

Conclusión

Dios es poder y amor, en Él podemos tener esa fortaleza para tener dominio propio. Dios es ordenado y nos ha dado la autoridad y el poder para poder servirle. Dios nos ha dado, a través de su Espíritu, un espíritu de poder, de amor y de dominio propio. Si permanecemos en Él estas tres cosas nos llenarán y podremos servirle como a Él le agrada.

© Julio Torres. Todos los derechos reservados.

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