La Conformidad: Afecta Tu Fe

Bosquejos Bíblicos

Bosquejos Bíblicos Predicas de Hoy: La Conformidad: Cómo Afecta Tu Fe y Tu Relación con Dios

Bosquejos Bíblicos Lectura Bíblica: Romanos 12:2

Introducción

Hoy nos reunimos para hablar de un tema que afecta a muchos de nosotros: la conformidad. Vivimos en un mundo que nos empuja a ser como los demás. Nos dicen que si seguimos la corriente, todo será más fácil.

Pero, ¿es eso lo que Dios quiere para nosotros? Romanos 12:2 nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento“. Entonces, ¿por qué nos conformamos? ¿Qué nos lleva a este estado? Y lo más importante, ¿cómo afecta nuestra fe y nuestra relación con Dios? Hoy exploraremos estas preguntas y buscaremos respuestas en la palabra de Dios. ¿Están listos para romper las cadenas de la conformidad?

I. Lo que nos lleva a la conformidad

La sociedad nos bombardea con mensajes que nos llevan a conformarnos. ¿Es la presión social más fuerte que nuestra fe? ¿Es la comodidad más atractiva que seguir a Dios? Es hora de enfrentar estas preguntas.

a. La presión social Nos conduce a la conformidad

La presión social puede ser abrumadora, pero ¿es más fuerte que nuestra fe?

No queremos ser diferentes (Gálatas 1:10).
Tememos la crítica (Proverbios 29:25).
Buscamos aprobación (Juan 12:43).
Nos importa más el juicio humano que el divino (Mateo 10:28).

b. La comodidad

La comodidad puede ser tentadora, pero ¿vale la pena sacrificar nuestra relación con Dios?

No requiere esfuerzo (Mateo 7:13).
Nos aleja de los desafíos (1 Corintios 9:24).
Nos hace perezosos en nuestra fe (Hebreos 6:12).
Nos lleva a una vida sin propósito (Efesios 5:16).

c. El miedo al cambio Nos conduce a la conformidad

El miedo al cambio puede paralizarnos, pero ¿es este miedo más grande que nuestro deseo de agradar a Dios?

Nos hace temerosos (2 Timoteo 1:7).
Nos impide crecer (Efesios 4:14).
Nos mantiene en nuestra zona de confort (Hebreos 5:12).
Nos detiene de seguir a Dios plenamente (Josué 1:9).

II. Cómo la conformidad afecta nuestra fe

La conformidad nos aleja de Dios y debilita nuestra fe. ¿Qué sucede cuando permitimos que la conformidad gobierne nuestras vidas? ¿Cómo afecta nuestra relación con Dios y con los demás?

a. La conformidad Nos aleja de Dios

Cuando nos conformamos, nos alejamos de la voluntad de Dios.

Perdemos nuestra identidad (1 Pedro 2:9).
Nos volvemos mundanos (1 Juan 2:15).
Olvidamos nuestro propósito (Efesios 2:10).
Nos convertimos en enemigos de Dios (Santiago 4:4).

b. Debilita nuestra fe

La conformidad nos hace dudar y nos roba la esperanza.

Nos hace dudar (Santiago 1:6).
Nos quita la esperanza (Romanos 15:13).
Nos hace olvidar las promesas de Dios (2 Pedro 1:4).
Nos hace vulnerables a las tentaciones (1 Corintios 10:13).

c. La conformidad Afecta nuestras relaciones

La conformidad no solo nos afecta a nosotros, sino también a nuestras relaciones con los demás.

Nos hace juzgar a otros (Mateo 7:1).
Nos lleva a malas compañías (1 Corintios 15:33).
Nos hace olvidar el amor al prójimo (Mateo 22:39).
Nos impide ser luz del mundo (Mateo 5:14).

III. Lecciones del apóstol Pablo contra la conformidad

El apóstol Pablo es un faro de luz en la lucha contra la conformidad. ¿Qué podemos aprender de este hombre que pasó de perseguidor de cristianos a apóstol? Su vida es un testimonio de transformación y renovación.

a. La importancia de la renovación mental

Pablo experimentó una transformación radical en el camino a Damasco. ¿Qué nos enseña esto sobre la renovación de nuestra mente?

Pablo se transformó completamente (Hechos 9:1-19).
Nos enseña a renovar nuestras mentes (Efesios 4:23).
Nos anima a buscar la sabiduría de Dios (1 Corintios 2:16).
Nos insta a tener la mente de Cristo (Filipenses 2:5).

b. Vivir en la voluntad de Dios

Pablo siempre buscó la voluntad de Dios, incluso en las circunstancias más difíciles. ¿Estamos dispuestos a hacer lo mismo?

Pablo buscó siempre la voluntad de Dios (Hechos 16:6-10).
Nos anima a hacer lo mismo (Efesios 5:17).
Nos muestra que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
Nos enseña a orar por la voluntad de Dios (Colosenses 1:9).

c. La valentía contra la conformidad

Pablo enfrentó persecuciones, prisiones y hasta la muerte, pero nunca se conformó. ¿Tenemos esa misma valentía?

Pablo fue valiente en su ministerio (Hechos 20:24).
Nos llama a ser valientes (1 Corintios 16:13).
Nos enseña que Dios nos da valentía (2 Timoteo 1:7).
Nos anima a enfrentar la adversidad con fe (Filipenses 4:13).

Aplicación

Hermanos y hermanas, hemos llegado a un punto crucial en nuestro caminar con Dios. Es hora de romper las cadenas de la conformidad que nos atan. ¿Por qué seguir siendo esclavos de este mundo cuando podemos ser hijos e hijas del Rey de reyes?

Debemos renovar nuestra mente, como nos enseña Romanos 12:2. No se trata solo de cambiar nuestros pensamientos, sino de cambiar nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de ver a Dios y nuestra forma de vernos a nosotros mismos.

Buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas es más que una tarea; es un estilo de vida. Cada decisión que tomamos, cada paso que damos, debe estar en línea con la voluntad de Dios.

¿Cómo podemos conocer esa voluntad? A través de la oración, la meditación en Su palabra y la comunión con otros creyentes. No estamos solos en esta lucha contra la conformidad. Tenemos una comunidad de fe y, lo más importante, tenemos al Espíritu Santo para guiarnos.

No permitamos que la conformidad robe nuestra fe y nuestra relación con Dios. Cuando nos conformamos con el mundo, estamos diciendo que lo que el mundo ofrece es más importante que lo que Dios ofrece. Estamos cambiando la eternidad por gratificaciones momentáneas. Estamos cambiando una relación profunda con nuestro Creador por la aprobación de la creación.

Por lo tanto, hagamos un compromiso hoy. Un compromiso de buscar a Dios primero, de romper las cadenas de la conformidad y de vivir la vida abundante que Él ha planeado para nosotros. ¿Están listos para hacer ese compromiso hoy?

Conclusión

Hermanos y hermanas, hemos explorado hoy el peligro que representa la conformidad en nuestras vidas. Es un enemigo silencioso que se infiltra en nuestras mentes y corazones, alejándonos de la presencia de Dios y debilitando nuestra fe. Pero quiero que sepan algo muy importante: no estamos derrotados. Hay esperanza para cada uno de nosotros.

El apóstol Pablo, un hombre que pasó de perseguir a los cristianos a ser uno de los más grandes evangelistas, es un ejemplo brillante de transformación y renovación. Si él pudo cambiar, nosotros también podemos. Podemos renovar nuestras mentes y alinear nuestros corazones con la voluntad de Dios. Pero para hacerlo, debemos tomar una decisión consciente de no conformarnos con este mundo.

Así que aquí estamos, al final de este sermón, pero en el comienzo de una nueva etapa en nuestra relación con Dios. Es un punto de inflexión, un momento para decidir si continuaremos siendo moldeados por este mundo o si permitiremos que Dios transforme nuestras vidas.

Entonces, la pregunta que les dejo hoy es esta: ¿Están listos para tomar ese paso? ¿Están listos para dejar atrás la conformidad y abrazar la vida abundante que Dios tiene para ustedes? Que el Espíritu Santo les guíe en esta decisión crucial.