Los adventistas del séptimo día – Estudios Biblicos

“A. G. Daniells: ‘Yo asumo la posición de que los Testimonios no son inspirados verbalmente, y que fueron preparados por las secretarias y redactados para darles la correcta forma gramatical. … Es inútil ponerse de pie y hablar de la inspiración verbal de los Testimonios, porque todo el que alguna vez haya visto hacer el trabajo sabe que no es así, y ¡que es mejor que lo descartemos!’.

“F. M. Wilcox: ‘Por muchos años he sabido cómo se componían las obras de la Hermana White y cómo se compilaban sus libros. Nunca he creído en la inspiración verbal de los Testimonios’.

“G. B. Thompson: ‘No son inspirados verbalmente, — eso lo sabemos, — ¿y para qué enseñar que lo son?’

2. Ellen White no era infalible como persona.

“A. G. Daniells: ‘Ahora, acerca de la infalibilidad. … Cuando se toma la posición de que ella no era infalible, y que sus escritos no son inspirados verbalmente, ¿no hay oportunidad para que se manifieste lo humano? … ¿Y debemos sorprendernos?. Cuando sabemos que el instrumento era falible, y que las verdades generales, como ella dice, fueron reveladas, ¿no estamos preparados para ver errores?’

3. Ellen White no era infalible en sus interpretaciones de la Biblia.

“C. L. Taylor: ‘Quisiera pedirle que discuta para nosotros el valor exegético de los Testimonios. … ¿Podemos aceptar las explicaciones que ella da sobre las Escrituras? ¿Son confiables esas explicaciones?’

A. G. Daniells: ‘Es posible que haya algunas dificultades con cuestiones muy críticas’.

4. Ellen White copió material de otros autores sin darles crédito, asegurando al mismo tiempo que era inspirada por Dios.

“A. G. Daniells: ‘Ahora, ustedes saben algo sobre ese librito, (Sketches From) the Life of Paul [Bosquejos de la Vida de Pablo] (originalmente publicado en 1883). Conocen el problema en que nos metimos a causa de eso. Nunca pudimos reclamar inspiración para la totalidad del pensamiento y la preparación del libro porque fue hecho a un lado por lo mal que había sido compuesto. No se les dio crédito a las autoridades correspondientes, y algo de eso se coló en El Conflicto de los siglos (The Great Controversy). … Supongo que todos ustedes saben acerca de eso y conocían las afirmaciones que se hacían contra ella, las acusaciones de plagio que se le hacían, hasta por los autores del libro, Conybeare y Howson, y que probablemente causarían dificultades a la denominación debido a lo mucho de su libro que había sido puesto en (Sketches From) the Life of Paul sin darles crédito y sin poner comillas. … Yo lo encontré, y lo leí con el hermano Palmer cuando lo encontró, y conseguimos el libro de Conybeare y Howson, y History of the Reformation, de Wylie, y leímos palabra por palabra, página tras página, y no había comillas, ni créditos, y la verdad es que yo no supe la diferencia sino hasta que los comparé. ¡Supuse que era la obra de la hermana White! … Allí vi la manifestación de lo humano en estos escritos. Por supuesto, yo podría haber dicho esto, y lo dije, que ojalá se hubiese tomado un rumbo diferente en la compilación de los libros. Si se hubiese tenido el debido cuidado, se habría evitado que mucha gente se descarriara. … ‘

“W. W. Prescott: ‘Yo no quiero acusar a nadie. Pero sí creo que se cometieron grandes errores de ese modo. … Cuando hablé con W. C. White sobre esto … me dijo con franqueza que, cuando sacaron El Conflicto de los siglos (The Great Controversy), si no encontraban nada en sus escritos sobre ciertos capítulos para hacer las conexiones históricas, tomaban otros libros, … y usaban porciones de ellos. …’

5. La inspiración divina de Ellen White es cuestionable.

“F. M. Wilcox: ‘Me gustaría preguntarle, hermano Daniells, si podría aceptarse como una especie de regla que la hermana White podría estar errada en los detalles, pero que tenía autoridad sobre la política general y la enseñanza. … Me parece que yo tendría que aceptar lo que ella dice de algunas de esas políticas generales o descartar toda la cuestión. O el Señor ha hablado por medio de ella, o Él no ha hablado por medio de ella; y si la cuestión es decidir en mi propia opinión si Él ha hablado o no, entonces yo considero los libros de ella de la misma manera que cualquier otro libro publicado. Creo que una cosa es que un hombre estultifique su conciencia, y otra muy distinta que estultifique su juicio. Una cosa es que yo haga a un lado mi conciencia, y otra que yo cambie mi juicio acerca de algunos puntos de vista que yo sostengo’.

A. G. Daniells: ‘Nosotros no creamos ese problema. ¿O sí? Nosotros los de la Conferencia General no lo creamos, pues no hicimos la revisión. Nosotros no participamos en eso. No tuvimos nada en absoluto que ver con eso. Todo se hizo bajo la supervisión de ella. Si hay un problema aquí, lo creó ella, ¿no es así?’

6. Si los escritos de Ellen White tienen que ser corregidos, ¿cómo se puede afirmar que el resto de su obra fue inspirado?

“W. W. Prescott: ‘He aquí mi problema. He examinado esto, El Conflicto de los Siglos (Great Controversy), y sugerido cambios que deberían hacerse para corregir afirmaciones. Estos cambios han sido aceptados. Mi problema personal es conservar la fe en aquellas cosas con las cuales no puedo tratar sobre esa base. … Si corregimos aquí y allá, ¿cómo vamos a quedar en los otros lugares?’

7. Si la iglesia hubiera dicho la verdad sobre Ellen White, no tendría los problemas que tiene ahora.

“G. B. Thompson: ‘ Creo que estamos en este problema a causa de la errónea educación que ha tenido nuestro pueblo. Si hubiésemos enseñado la verdad siempre sobre este asunto, no tendríamos ningún problema ni disgusto en la denominación actualmente. ¡Pero tenemos el disgusto porque no hemos enseñado la verdad!’

Los borradores de la Conferencia Bíblica de 1919 bajo llave y candado!

Después de discutir cada uno de estos temas y llegar a un acuerdo extraoficial sobre ellos, el Presidente de la Conferencia General, A. G. Daniells, solicitó que los borradores oficiales de sus discusiones fueran puestos bajo llave por los siguientes cincuenta años. De esta manera, la mejor oportunidad para que los dirigentes de la iglesia comunicaran “la verdad” sobre Ellen White, había pasado.

Los registros oficiales de esa Conferencia Bíblica de 1919 fueron archivados hasta diciembre de 1974, cuando el Dr. Donald Yost los descubrió envueltos en papel en una bóveda en la Conferencia General. Los paquetes contenían aproximadamente 2.400 hojas mecanografiadas transcritas de las notas estenográficas oficiales tomadas en las reuniones.

Declaración oficial del Centro White

¿Fue Elena de White una plagiaria?. Elena de White hizo a menudo uso de fuentes literarias para comunicar sus mensajes. En la introducción a uno de sus más populares libros ella escribió: “En algunos casos cuando he encontrado que un historiador había reunido los hechos y presentado en pocas líneas un claro conjunto del asunto, o agrupado los detalles en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para citar a esos escritores como autoridades, sino porque sus palabras resumían adecuadamente el asunto. Y al referir los casos y puntos de vista de quienes siguen adelante con la obra de reforma en nuestro tiempo, me he valido en forma similar de las obras que han publicado” (El conflicto de los siglos, p. 14). El uso por Elena de White de otros autores no estaba limitado al material histórico o geográfico, sino que incluyó también otros temas. La investigación ha encontrado que ella enriqueció su escritos con expresiones selectas de sus lecturas más extensamente de lo que se sabía, aunque la cantidad que ha sido documentada hasta ahora, es un pequeño porcentaje (menos de 2 %), cuando es medido en contra de su producción literaria total.

En 1980 el Dr. Fred Veltman, en aquel tiempo Director del Departamento de Religión del Colegio de la Unión Pacífico, emprendió un detallado análisis del uso de las fuentes literarias del libro El Deseado de todas las gentes, estudio que le llevó ocho años completarlo. Copias del informe completo, de 2.561 páginas, fueron distribuidas a las bibliotecas de los colegios y universidades Adventistas del Séptimo día por todo el mundo. El informe completo, incluyendo el sumario de 100 páginas, está también disponible online en la página web de la Asociación General. Buscar “Life of Christ Research Project” bajo “Categories”.

En virtud de que ella incluye tales selecciones de otros autores en sus escritos, los críticos han acusado a Elena de White de plagio. Sin embargo, el mero uso de otros idiomas no constituye hurto literario, como observa el abogado Vincent L. Ramik, un especialista en patentes, marca registrada, y casos de copyright. Después de investigar cerca de 1.000 casos de copyright en la historia legal de Estados Unidos, Ramik emitió una opinión legal de 27 páginas en que concluye: “Elena G. de White no era una plagiaria y sus obras no constituyeron una violación del copyright/ o piratería”. Ramik destacó varios factores que los críticos de Elena de White han errado en tomar en cuenta cuando la acusan de hurto literario y engaño. 1) Sus selecciones “permanecieron bien dentro de los límites legales del ‘uso correcto.’” 2) “Elena de White usó los escritos de otros; pero en la manera en que los usó, los convirtió singularmente en suyos”, adaptando las selecciones dentro de su propio marco literario. 3) Elena de White motivó a sus lectores a adquirir copias de algunos de los muchos libros que ella usaba, demostrando que no intentó ocultar el hecho de su uso de las fuentes literarias, y que no tuvo intención de defraudar o reemplazar las obras de cualquier otro autor.

Elena de White “no copió en masa o sin discriminación. Lo que seleccionó o no seleccionó, y la manera como alteró lo que seleccionó” revela que ella usó fuentes literarias “para ampliar sus temas trascendentes o para expresarlos más vigorosamente; ella era la dueña, no la esclava, de sus fuentes” (Herbert Douglass, Mensajera del Señor, p. 462).

Declaraciones de Ellen White sobre su obra

Estos libros contienen la verdad clara, honesta, e inalterable, y ciertamente deberían ser apreciados. Las instrucciones que contienen no son de humana producción. (Carta H-339, Dic. 26, 1904).

En estas cartas que yo escribo, … les presento lo que el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un sólo artículo sobre el papel expresando meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión – preciosos rayos de luz que brillan desde el trono.” (Testimonies, Tomo 5, pp. 63-67).

En la carta 22, de 1889, Ellen White declara lo siguiente: “Dios no ha ordenado a nadie para que pronuncie juicio sobre su Palabra, eligiendo algunas partes como inspiradas y desacreditando otras como de no inspiradas. Los testimonios han sido tratados de la misma manera, pero Dios no aprueba esto.”

Ellen White Y las Profecías

1) En las páginas finales del Conflicto de los Siglos, en relación con el final de este mundo; leemos: ” La obra de destrucción de Satanás ha terminado para siempre. Durante seis mil años obró a su gusto, llenando la tierra”. (Conflicto de los Siglos, pp. 731, 732).

Pero, ya han pasado más de 6000 años, y esta cita “inspirada”, no se ha cumplido.

2) En un congreso en 1856, la Sra. White hizo esta profecía: “Se me mostró la compañía presente en el congreso. Dijo el ángel: ‘Algunos serán alimento para los gusanos, algunos serán expuestos a las siete últimas plagas, algunos estarán vivos y quedarán sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús’. (Testimonies, tomo 1, págs. 131, 132). (Eventos de los últimos días, pags 36 y 37).

Después de 123 años desde 1856, hoy vemos que no vive nadie de los que estaban en aquel congreso, y, por tanto, es imposible el cumplimiento de esa profecía; pues los tres grupos de hombres mencionados en ella han quedado reducidos al primer grupo, es decir, todos han sido “alimento para los gusanos”.

3) En el libro, “Seguridad y paz en el Conflicto de los Siglos”, primera edición 1991, pág. 326; leemos: “Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas…Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará, y un niño los pastoreará. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte,” (Isaías 65:21-22; 35:1; 11:6,9). El dolor no puede existir en el cielo. No habrá más lágrimas, ni cortejos fúnebres. Allí está la nueva Jerusalén, la metrópoli de la tierra nueva glorificada”.

Quiere decir, que aquí Ellen White aplica estos pasajes del libro de Isaías, a la tierra nueva que esperamos. Pero entonces, también habría que hacer lo mismo con Isaías 65:20 que dice: ” No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla, porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito”.

Luego, ¿Cómo se explicaría esto?; ya que según Apoc.21:4, en la nueva Jerusalén: “no habrá más muerte, ni clamor, ni dolor…”.

Además, en Apocalipsis 21 y 22 dice que allí no habrá noche, ni sol, ni luna; por lo tanto, no podrá haber semanas y meses. ¿De qué forma se cumpliría entonces, Isaías 66:23 : “será que de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí”?.

¿Pueden estos pasajes de Isaías referirse a la tierra nueva, al igual que el de Apocalipsis?. Es evidente que no, porque entonces tendríamos una clara contradicción bíblica, lo cual sería imposible. La única conclusión razonable es, que estos textos de Isaías se referían de manera condicional al pueblo de Israel antiguo, anticipando la gloria futura de la Sión terrenal, si los judíos eran fieles al pacto. Ahora, todas esas promesas se cumplirán en la nueva Jerusalén, a través del Israel espiritual que somos todos los Cristianos.

4) Marvin Moore, en su libro ‘El desafío del tiempo final’, en la página 241, afirma que: “Durante los primeros 75 años de existencia de nuestra iglesia, la mayoría de nuestros pastores, administradores, evangelistas, y maestros de Biblia, creían que el Armagedón sería una batalla física entre Turquía y las naciones cristianas del mundo. Urías Smith, fue el campeón indiscutido de esta idea en nuestra iglesia, hasta el día de su muerte”.

Moore, cataloga esta posición como el origen de una de las mayores controversias, en la historia de la iglesia Adventista. Cita: “Aquellos que insistían en el modelo de ‘batalla física’ del Armagedón, creían que ésta se libraría entre naciones antagónicas sobre la tierra. La dificultad residía en deducir o resolver, qué naciones estarían en un lado, y cuáles en el otro. A Smith se le ahorró la agonía de asistir al sepelio de su interpretación”.

Moore continúa explicando, cómo esta idea errónea de Smith continuó influyendo después de su muerte, solamente con la variante del cambio de actores principales. Finalmente dice: “La caída de Japón en 1945, envió a la tumba el punto de vista del Armagedón como una ‘batalla física’. Hoy, no es más que una reliquia, en el museo de nuestra historia teológica”.

Lo extraño, es que todo esto ocurriera sin que la “pluma inspirada” pusiera todo en claro, y sólo se limitara a realizar algunas declaraciones generales sobre el tema; aunque sí puede observarse, el apoyo que Ellen White otorgó al libro: Daniel Y Apocalipsis, escrito por U. Smith; cuyo contenido, los exégetas adventistas cuestionan en gran parte, en el día de hoy.

5) Pero este no fue el único desacierto del ‘ilustre pionero’ ,Urías Smith. Siguiendo a Josías Litch; él apoyó la fecha de 1840 como la caída del imperio otomano, en el supuesto cumplimiento de la profecía de Apoc.9:14-15; esto también con la anuencia de Ellen White.

En el Conflicto de los Siglos, leemos: “En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general. Dos años antes, Josías Litch, publicó una explicación del capítulo noveno del Apocalipsis, que predecía la caída del imperio otomano. Según sus cálculos esa potencia sería derribada en el año 1840 de J. C., durante el mes de agosto; y pocos días antes de su cumplimiento escribió: …..‘el 11 de agosto de 1840….el poder otomano en Constantinopla será quebrantado’. En la fecha misma que había sido especificada, Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso así bajo la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predicción”.

Bien, estimado lector, juzgue usted mismo, si el acontecimiento predicho por Licht, y el que relata el Conflicto, pueden ser equivalentes. Obviamente que no.

Pero el punto principal aquí es que: la fecha del 11 de Agosto 1840, citada por Ellen White, no aparece en ningún registro histórico; lo que demuestra que ese día específico no pasó nada importante, o si algo pasó, fue de tan poca importancia, que ni siquiera ameritaba registrarse.

Ahora bien, la historia sí registra lo siguiente: “El 15 de julio de 1840, Inglaterra, Rusia, Prusia, Austria y Turquía suscribieron en Londres, sin la participación de Francia, una convención de ayuda al sultán turco contra el gobernante egipcio Mohamed Alí, al que apoyaba Francia”.

Es decir que lo señalado por Ellen White, como cuando “Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa”; realmente no se realizó en la fecha indicada por el Conflicto de los siglos, sino el 15 de Julio de 1840.

También, como fecha real de la caída del imperio Otomano, se consigna históricamente, el 1 de Noviembre del 1922.

Entonces, además de que Ellen White cita una fecha histórico-profética falsa, esto también conllevaría la necesidad de reformular, la profecía de tiempo de Apoc.9; la cual, según la interpretación adventista, involucra: 391 años y 15 días. Esto así, porque el punto final de esta profecía ya no podría ser el 11 de agosto 1840, sino el 15 de Julio 1840, y por lo tanto el punto inicial de la misma, habría que moverlo hacia atrás, para que “cuadre” con la cifra indicada. Para esto, habría que buscar otro acontecimiento histórico, el cual satisfaga las condiciones proféticas del pasaje bíblico, y que contando a partir del mismo, dé la cifra exacta de: 391 años y 15 días. Naturalmente, eso implicaría contradecir a Ellen White, lo que evidentemente es un grave “dilema profético”.

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