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El gorrión

Ilustraciones Cristianas – Ilustración para Predicacion

Un predicador y músico cristiano llamado Charles Wesley, iba caminando por la costanera de un puerto en el año 1738, cuando de pronto se levantó un viento huracanado.

Los cielos se cerraron, la gente del puerto y de los barcos corrían atemorizados hacer maniobras de seguridad y algo hizo impacto en su pecho; rápidamente se dio cuenta que la causa era un gorrión asustado que estaba incentivado por el pánico a huir donde fuera pero seguramente moriría.

Olvidando la naturaleza dañina que esta ave tiene, con profunda compasión, abrió su capota y la mantuvo allí.

Esta acción lo inspiró a escribir el famoso himno que muchos conocemos hasta el día de hoy: Cariñoso Salvador, huyo de la tempestad. A tu seno protector fiándome de tu bondad.

Cariñoso Salvador,
Huyo de la tempestad
A tu seno protector,
Fiándome de tu bondad.
Sálvame, Señor Jesús,
De la furia del turbión:
Hasta el puerto de salud,
Guía Tú mi embarcación.

Otro asilo no he de hallar,
Indefenso acudo a Ti;
Voy en mi necesidad
Porque mi peligro vi.
Solamente Tú, Senor,
Puedes dar consuelo y luz;
A librarme del temor
Corro a Ti, mi buen Jesús.

Cristo encuentro todo en Ti,
Y no necesito más;
Débil, me pusiste en pie;
Triste, ánimo me das.
Al enfermo das salud,
Guías tierno al que no ve;
Con amor y gratitud
Tu bondad ensalzaré. Amén.

“…Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas. 26 Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se derriten con el mal. 27 Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil. 28 Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. 29 Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. 30 Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban. 31 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 32 Exáltenlo en la congregación del pueblo, Y en la reunión de ancianos lo alaben…” Salmos 107:25-32

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