Maneje los conflictos

No todo lo que confrontas se puede cambiar, pero nada que no confrontes cambiará, es un dicho de nuestro pastor. Jesús jamás salió corriendo de los conflictos, sino que bregó con ellos. Los enfrentó. Se preparó, orando, buscando la dirección del Padre y los enfrentó. “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.”

Jesús, aún en el momento final, enfrentó con firmeza Su destino pidiéndole al Padre la dirección, la fortaleza necesaria para pasar la copa amarga.  Ahora, fíjense la forma que El pidió “Padre, si quieres… pasa de mí esta copa”. Le dio el Señorío al Padre, porque al fin y al cabo es a Su voluntad a la que estamos sujetos y recalcó “pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

A pesar de las vicisitudes, tenemos que estar claros de la voluntad del Padre. Como dije en el pasaje inicial “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. El amor a Dios, poniéndolo en primer lugar nos dará la tranquilidad y la certeza de protección necesaria sin importar cual sea el resultado final. Al fin y al cabo, ¿No es Él quien sabe todas las cosas y tiene todas las respuestas?  Pues pongámoslo a Él delante de todo como hizo David al enfrentarse a Goliat. No hay razón para temer y dejar de enfrentar los conflictos o dejarlos para después si ponemos a nuestro Señor Todopoderoso al frente de nuestras batallas.

Aprendamos del modelo perfecto, Jesús hecho hombre.

Hubo ocasiones que simplemente guardó silencio y no dejó que los insultos o las circunstancias le afectarán. Siendo asertivo, siempre demostró autocontrol. Pensemos antes de reaccionar. El corazón del justo piensa para responder: Mas la boca de los impíos derrama malas cosas dice en Proverbios 15:28. 

Cuando se actúa sobre las emociones usted está en control. Cuando se reacciona, el conflicto está sobre nuestro control. Debemos aprender a controlar nuestras emociones de manera que no nos hagan perder el raciocinio y el dominio de la situación. Jesús escuchaba atentamente y respondía con amabilidad.

Santiago 1:19  “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardío para hablar, tardío para airarse”. y  “La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor”. La respuesta suave, asertiva tiende a amilanar y controlar las emociones abriendo el terreno para el diálogo expandiendo nuestra visión a alternativas.  Prov 16:21 “El sabio de corazón es llamado entendido: Y la dulzura de labios aumentará la doctrina”.  25:15 “Con larga paciencia se aplaca el príncipe; Y la lengua blanda quebranta los huesos”.

Esto no quiere decir que no nos enojemos.

Es natural el enojarse y airarse. El problema es cuando la ira toma el control de nuestras acciones y comenzamos a actuar irracionalmente. La Palabra también dice en Efesios 4:26 “airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”.

Esto me acuerda una anécdota que nuestro pastor cuenta llamada La Carreta Vacía y cito: “caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva, y después de un pequeño silencio me preguntó: ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: -Estoy escuchando el ruido de una carreta-. -Eso es-, dijo mi padre. –Es una carreta vacía.- Pregunté. -¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aun no la vemos?-. Entonces mi padre respondió: -Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido, Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace-“.

A veces, nos airamos más y hacemos ruido porque no tenemos respuesta, no tenemos la capacidad o la alternativa para controlar la situación y necesitamos hacer ruido para tratar de controlar esta porque estamos confiando en nuestra humanidad. Pero el Señor quiere ayudarnos y darnos la salida.

Enfrente sus conflictos

Nos dice el Dr. Mario E. Rivera Méndez en su libro Enfrente sus Conflictos las siguientes palabras y cito: “Los conflictos mantienen a las personas en prisiones emocionales. Usted no puede ser usted mismo cuando está atado. Dios quiere liberarle de sus conflictos y sacarle de los calabozos de su depresión”.

Más adelante dice: “Si usted desea ser libre de sus miedos, su enojo y su depresión deberá enfrentar sus conflictos”. También nos ha dicho: “El pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; el optimista ve la oportunidad en cada dificultad. Todo conflicto es una oportunidad para crecer”.

Dios nos da los conflictos para que crezcamos

Sí hermanos, Dios nos da los conflictos para que en ellos crezcamos, para que en eso momentos donde nos sumimos en el pozo de la desesperación no podamos hacer otra cosa que mirar al cielo y rogarle a Dios que nos ilumine y nos dé la salida por la gracia que es en Cristo Jesús.

Así que hermanos, llenémonos de La Palabra de Dios y de Su amor porque Él es la respuesta y quien tiene la verdadera solución a nuestros conflictos. Confiando que en Su nombre y a través de Él todas las cosas ayudan a bien.

No importando cual sea el resultado en ese momento. Aun cuando no lo entendamos o no esté de acuerdo con el limitado entendimiento humano que tenemos, podemos confiar en Él y depositar Nuestra confianza y miedo. Él nos dará la seguridad y la certeza de que al final todas las cosas ayudan para bien.

Conclusión

Como dice el pasaje original para aquellos que aman a Dios y conforme a Su propósito son llamados. Si somos llamados y somos aceptados por Él y recibimos Su llamado, el Amor y la provisión del Padre está con nosotros y todo, todo. Hermanos, todo en nuestro vivir tendrá como final el engrandecimiento y glorificación de Nuestro Padre celestial a lo que hemos sido llamados.

Es la forma que crecemos, el proceso de santificación para tratar de emular la vida de Jesucristo en la Tierra. Es también la forma que Dios nos da para prepararnos y ayudar con confianza y empatía a nuestros hermanos que pasen por una situación similar y compartir cómo es el amor y la misericordia de Cristo. 

Así que  ¡Gloria a Dios por los conflictos y las pruebas! Confía en Dios y hallarás la victoria. Cualquier conflicto puede ser superado si tenemos las reservas espirituales necesarias.

La mejor herramienta es internalizar que Dios nos ama porque es el Espíritu Santo quien al final nos da la solución a los conflictos por la Gracia de Dios al Jesucristo morir por nosotros en la cruz del calvario y ser aceptados en Su rebaño.

En otras palabras Glorifiquemos y exaltemos el nombre de Dios en todo momento y en cualquier situación porque Dios siempre, siempre, siempre está con nosotros.

Romanos 8:28Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados“.

© Alvin Almodóvar. Todos los derechos reservados.

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