Inicio » Predicas Cristianas » Dominando nuestros actos

Dominando nuestros actos

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Dominando nuestros actos

Introducción 

Termina el mes de Mayo y junto con él NO debe terminar el dominio propio; espero que cada uno de ustedes haya aprendido a dominar sus pensamientos y emociones y esté dispuesto a aprender a dominar sus acciones.

Napoleón Hill (1883–1970) decía: “La autodisciplina comienza por el dominio de nuestros pensamientos. Si no controlamos lo que pensamos, no podemos controlar lo que hacemos. En resumidas cuentas, la autodisciplina nos permite pensar antes de actuar”.

DOMINANDO NUESTROS ACTOS.

Habíamos dicho en una de la lecciones anteriores que nuestros pensamientos son los rieles de la acción y por eso NO debíamos permitir dejarnos guiar por nuestros pensamientos porque éstos definirían nuestros hechos. También dijimos que los pensamientos dirigen nuestras emociones y sentimientos y que NO debíamos vivir de ellos; sino que debemos vivir de toda Palabra que sale de la boca de Dios; vivir de cada una de sus promesas. Ahora Dios quiere que aprendamos a dominar cada uno de nuestros actos

La palabra ACTO Viene del latín “Actus” y significa: Impulsar, llevar a cabo, mover adelante, poner una actividad, obrar o comportarse.

Sabemos que vivir por nuestra cuenta sin depender de nuestros pensamientos y sentimientos es un poco complicado; por eso que he hecho énfasis en la necesidad de tener el “dominio propio como fruto del Espíritu Santo”. Es la única forma que pueda reflejarse en nuestros actos. Cuando nuestro “Yo”, es decir, nuestra voluntad, está bajo el control del Espíritu Santo; es entonces cuando nuestra forma de ser cambia y actuamos de acuerdo a Su Palabra.

NUESTROS ACTOS.

El como actuamos es el reflejo de cómo pensamos y sentimos; lo que somos “dentro” se refleja “afuera”.

Una vez vi una película “Batman Begins”, donde Batman decía: “No es quien seas en el interior; tus actos son los que te definen”. Por eso nadie que tenga pensamientos de bien y que tenga buenos sentimientos, va a actuar de una manera violenta, sin control, de mala manera. Todo comienza en nuestra mente, baja al corazón y se proyecta con nuestra boca, manos y pies. Tiene tanta verdad el famoso dicho que dice: “Son tan fuertes tus hechos que no me dejan oír lo que dices”.

Todos nosotros hemos sido creados por Dios con una mente para pensar; con un corazón para sentir y con una voluntad para actuar. Por lo que podemos decir que somos:

DUEÑOS DE NUESTRA PROPIA VOLUNTAD.

1 Corintios 7:37. “Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace.”

El significado de “Voluntad”, según el Diccionario Anaya de la lengua. Madrid. Página 1.139).

1. Facultad del ser humano para gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de conducta determinado.

2. Capacidad de esforzarse lo que sea necesario para hacer una cosa: fuerza de voluntad; no tiene suficiente voluntad para estudiar una carrera, aunque es inteligente.

3. Intención, gana o deseo de hacer una cosa: siempre quiere que se haga su voluntad; no tengo voluntad de marcharme.”

Etimológicamente la palabra voluntad procede del latín voluntas-atis, que significa querer. Pero este concepto implica otros muchos factores como la capacidad de tomar decisiones, eligiendo una posibilidad entre varias, la tendencia o anhelo por algo que nos permite la oportunidad de descubrir, la determinación que concreta y se relaciona con la capacidad de evaluar y aclarar nuestras metas, y la acción, como factor definitivo para la puesta en marcha de aquello que queremos.

Cuando la voluntad ha adquirido fuerza y vigor, nos ayuda en el empeño de conseguir nuestros deseos e ideales, constituyendo esa fuerza motriz tan necesaria que nos empuja a caminar hacia adelante a pesar de las dificultades, siendo sus dos ingredientes más importantes como señala el psiquiatra Enrique Rojas, la motivación y la ilusión.

Albert Einstein decía: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.

Roberto Jones dijo una vez: “La filosofía cristiana es una filosofía de abnegación, de autocontrol, y dominio propio”.”

Lamentablemente, vivimos en una sociedad humanista, donde predomina el “YO EGOISTA”; en donde el Diablo gobierna e incita a las personas a vivir conforme a sus deseos; a tener lo que quieran y a hacer “Actuar” como bien prefieran. Les dice: “no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer,” “Es tu vida, después de todo, así que tú tienes el derecho a vivirla como te dé la gana.”

Todos tenemos una voluntad, un “poder”, para hacer bien o para hacer mal. La podemos llamar Fuerza de Voluntad. ¿Qué hacemos nosotros al ejercer la nuestra? ¿Qué hago yo con este “poder” que el Creador me ha impartido?

FUERZA DE VOLUNTAD.

Es esa capacidad humana para ejercer auto control y esforzarse lo necesario al hacer una cosa. Básicamente es la facultad que disponemos las personas de hacer o no algo.

La fuerza de voluntad es totalmente personal e intransferible.

Es decir, la decisión de crecer como persona, de superarte a ti mismo y de ir más allá de tus propios límites es totalmente personal e intransferible. Por ejemplo, por mucho que una persona insista a otra en que deje de fumar, si ésta no desea lograr este objetivo por una motivación intrínseca, entonces, el inicio del cambio es imposible…. via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/social/fuerza-de-voluntad.php

La fuerza de voluntad es una capacidad que podemos aprender y desarrollar. Es como un músculo, se puede entrenar. Así como para los atletas resulta imprescindible la preparación física y mental, también para nosotros prepararnos para lograr nuestros objetivos será una labor fundamental.

¿CÓMO DOMINAR LA VOLUNTAD?

Nuestra voluntad tenemos que dominarla, domarla y sujetarla a disciplina. Controlar sus arranques, excesos, claudicaciones, arrebatos, locuras. Porque si no, la voluntad humana –suelta, imperiosa y egoísta- es capaz de hacer daño, o destruir, ya en parte, ya completamente, a matrimonios, hogares, amistades, iglesias, y aun a poblaciones o naciones enteras (Hitler). Pero… ¿¿realmente podemos??

Creo que haciendo un esfuerzo podremos en parte dominarla, pero para hacer el bien y obrar correctamente, necesitamos a diario de la ayuda del Espíritu Santo de Dios. Me encanta recordar que el término Dominio Propio y Templanza, significa fortaleza; el Señor nos dará de su fuerza para salir adelante. ¿Cómo?

PIDELE AL SEÑOR QUE HAGA SU VOLUNTAD Y NO LA TUYA.

Jesús nos enseñó bien sobre lo que era poner la voluntad de Dios antes que la suya.

Lucas 22:42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”

Debemos tomar la misma determinación de Jesús referente a tu propia voluntad. Entregar al Dios Soberano, la soberanía sobre su voluntad personal.

  • Jesús declaró también en Juan 4:34. “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra
  • También dijo en Juan 5:30: “no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”.
  • Mateo 12:50. “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre”.
  • Juan, el apóstol del amor, escribió en 1 Juan 2:17: “…el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

Así que, si quieres cumplir con el propósito para el cuál naciste; has que tu “propia voluntad” se fusione perfectamente con “la voluntad de Dios”. Esto se logra, aprendiendo correctamente el evangelio de Cristo y obedeciéndolo de corazón.

Si nuestra mente se alinea a Dios, así también como nuestros sentimientos; estamos seguros que nuestros actos nos guiarán a la victoria completa.

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones .. Predicas Cristianas

1 comentario en «Dominando nuestros actos»

  1. linda enceñanza DIOS LE BENDIGA GRANDEMENTE, SIGA ADELANTE EN EL MINISTERIO QUE DIOS LE HA DADO, RECORDANDO QUE NUESTRO TRABAJO EN EL SEÑOR N ES VANO.

    Responder

Responder a santos castillo crisanto Cancelar la respuesta