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¿Como encender la luz de Cristo?

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: ¿Como encender la luz de Cristo?

Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.” 1 Juan 1: 5-10

Introducción

La luz es un recurso esencial tangible e intangible que hace parte de la vida del hombre desde el principio de la creación.

a. Luz, Según el diccionario, significa: Agente físico que hace visible las cosas. Emana de ciertos cuerpos, y posibilita al ojo para discernir su forma, color, tamaño…

b. Luz, Según la palabra de Dios: Es parte de la naturaleza de Dios.

Si nos regresáramos a unos cientos de años a la época de las velas, de seguro tendríamos muchas dificultades, y qué difícil es caminar a oscuras en la noche o en la calle; pero mucho más difícil, es caminar por el mundo sin la luz de Cristo.

Todo ser humano necesita encender la Luz de Cristo, para poder caminar en este mundo.

En este día, les voy a compartir 4 estrategias para encender la luz de Cristo en nuestra vida; Miremos cuales son:

I. LA LUZ DE CRISTO – INSTALE LA COMUNIÓN CON DIOS EN SU VIDA. 1 Juan 1:5-6

La palabra Luz, en este pasaje viene de (fos – fao) que significa “dar luz” emanar luz, a diferencia de la luz (fan), que es la que puede captar el ojo.

Usualmente hablamos de comunión y lo primero en que se piensa es en orar, en leer la palabra, en un devocional, quizás en una alabanza. Pero la palabra comunión viene del griego “Koinonia”, y significa tener algo en común, ó la parte o participación que una cosa tiene en otra.

Es por esto, que siendo Dios emanador de Luz propia, la oscuridad no puede tener o hacer parte de El.

El único órgano vital existente en la tierra, capaz de percibir la presencia de Luz (fan), es el ojo, y para que cumpla su función debe estar sano, de lo contrario, sería inútil, (Mateo 6:22-23). Pero la otra luz, la “luz fao”, por la condición y naturaleza pecaminosa del hombre, no nos es posible percibirla. Es por esto, que el mismo Dios en su palabra, nos dio la condición de ser “hijos de Luz” (Lucas 16:8 b); y siendo ya parte de Él, adquiriendo la “Koinonía con El”, podemos vivir en la Luz y así, ser parte de Él.

Hoy quiero decirle que para instalar la comunión con Dios en su vida, es indispensable que Ud. Se haga parte de Dios. No puede ser parte de Dios si hay oscuridad en cualquier área de su vida. Solo podrá participar de las cosas de Dios, si Ud. también es un instrumento de Luz y hace parte de su luz.

II. PARA OBTENER LA LUZ DE CRISTO INSTALE LA COMUNIÓN CON OTROS. 1 Juan 1:7

La palabra dice: “Pero si vivimos en la luz, Así como Él esta en la luz, tendremos comunión unos con otros”. Esto es:

El versículo nos expresa nuestra condición humana como vivientes en la luz, pero en la que somos inconstantes; mientras expresa la condición de Cristo, quién siempre ESTA en la luz, en el lugar correcto y perfecto.

Quiero explicarlo de la siguiente manera: Yo puedo vivir en X dirección, pero no estoy siempre en esa dirección; en el día estoy en la oficina, en la tarde en la iglesia y en la noche regreso al lugar donde vivo. De la misma forma, todo creyente una vez conoce a Cristo, se traslada del domicilio de las tinieblas y pasa a vivir en y con la luz.

Pero desafortunadamente, a determinadas horas, (de ciertos programas), en determinados días (los viernes y sábados en la noche), en determinadas fechas (en vacaciones); o determinadas circunstancias (peleas, malos entendidos, discordia…) dejamos de ESTAR en la Luz, aunque sigamos VIVIENDO en Cristo.

Circunstancias como estas, nos apartan de la comunión del esposo, la esposa, la familia, el trabajo, e incluso de la iglesia, y nos cohíben de tener parte o hacer parte de esa Luz.

Si logramos superar nuestras diferencias, si velamos los unos por los otros, exhortándonos en amor, edificándonos, orando como un solo cuerpo; podremos tener comunión unos con otros en la verdad, y podremos no solo vivir en la luz sino estar permanentemente en la luz, para poder tener “koinonía con Cristo.

III. RECÚBRASE DEL PODER DEL PRECIO DE LA SANGRE DE CRISTO. 1 Juan 1: 7b

“Y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. Esta afirmación viene de dos condicionantes vistas en el punto anterior: Estar en la Luz y en Comunión con otros.

Quiero decirle que la sangre de nuestro Señor Jesucristo, fue derramada para que ninguno se pierda (Mateo 18:14). Pero únicamente surtirá efecto sobre los que crean. (Juan 3:16).

Cuales quiera que sean las dos posiciones, nos habla en plural. Fue un solo sacrificio por la iglesia, por lo cual, es necesario que se encuentre entre ella misma en comunión para el regreso de Cristo.

El precio de la sangre de Cristo es demasiado alto, mucho mas valioso que cualquier sentimiento de celos, contiendas, envidias, maledicencias (Gálatas 5:19-20). Ninguna tendencia a cualquiera de estas actitudes pecaminosas tiene mayor fuerza, que el poder que tiene la sangre de Cristo sobre nuestras vidas. No vale la pena perder nuestra parte en la Luz, por el placer que pueda provocar todos estos actos juntos, porque la Sangre de su Hijo Jesucristo fue dada para el perdón de nuestros pecados.

Como creyente, cada vez que tenga una tentación, por mas trabajo que le cueste sobreponerse a ella, piense por un momento si le cuesta más de lo que le costó a Jesús sufrir, dejarse flagelar, dejarse humillar, dejarse escupir y morir por nosotros. Luego ore, pida a Dios que lo fortalezca, apártese de la tentación y saldrá en victoria.

IV. LA LUZ DE CRISTO – CORTE CON TODO PECADO Y CONFIÉSELO. 1 Juan 8-10

¿Por que confesar nuestros pecados?. Porque tenemos un Dios fiel y justo Iglesia, el no murió en vano y nos hizo hijos de Luz para ser parte suya.

¿Qué sucede si no confesamos nuestros pecados?. Nos volvemos mentirosos, no de palabra, sino de testimonio o de hecho, nos engañamos y apartamos de la verdad.

No importa el tamaño del pecado, siempre que exista arrepentimiento, una confesión del pecado y una verdadera transformación de la conducta pecaminosa, su fidelidad y justicia obrará a nuestro favor y permaneceremos en la luz.

CONCLUSIÓN

Todos conocemos por el génesis, que el primer día, cuando fueron creados los cielos y la tierra; estando todo en desorden bajo oscuridad, Dios declaró por el poder de la palabra que se hiciese la Luz, y la luz fue hecha. Pero en este momento la luz que brillo, no fue luz como agente físico, puesto que aún no existía ningún tipo de astro que fuese capaz de emanarla.

Es por esto, que me atrevería decir que la luz de la naturaleza de Dios fue la que iluminó los cielos y la tierra desde el primer día, puesto que aún no existía el sol, las estrellas o lumbreras. Tan poderosa es la Luz de Dios, que era suficiente en el tercer día de la creación, para sostener la vida de las plantas y los árboles y permitirles hacer su proceso de fotosíntesis para dar fruto. Y es solo hasta el cuarto día en que Dios creó las lumbreras, el sol y la luna, con capacidad de alumbrar o emanar luz propia.

Diga conmigo: Yo quiero encender esa luz en mi vida, yo quiero de esa luz suficiente, yo quiero de esa luz poderosa, la misma luz que sostuvo las plantas en el principio, Luz de fruto.

Hoy le invito a que confiese todo pecado, consciente e inconsciente, a que Ud. Hoy instale la comunión con Dios, la comunión con su familia, con quienes le rodean; Ud. Hoy se recubre del poder y el valor de la sangre de Cristo.

Hoy ud. podrá decir como dice 1 Juan 1:5bDios es Luz y en Él, no hay ninguna oscuridad”. Y yo estoy en la luz. Amen.

© Alejandra Borda. Todos los derechos reservados.

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