¡A que ni sabes qué!

Tres promesas para los que viven para Dios:

  1. Dios Promete Fuerza, vers. 5
  2. Dios Promete Éxito, vers. 7
  3. Dios Promete Apoyo, vers. 9

Josué no tuvo que buscar, pero nosotros sí; y las promesas de Dios están disponibles para todo aquel que haga de la lectura de la Biblia un hábito deleitoso en su vida (ver Josué 1:8).

III. Apoyarnos en el Señor, vers. 5 (comparar con Proverbios 3:5-6)

La gigantesca tarea de Josué requeriría de un fuerte apoyo de quien la dio, es decir, de Dios. Hemos aprendido muchas veces que Dios no te va a pedir algo que no puedas hacer, sin embargo, la realidad es otra.

A menudo, somos llamados por Dios a realizar tareas de dimensiones divinas, es decir, que solamente con la ayuda de él podremos realizarlas y tal fue el caso de Josué. Cuando Dios hace esto, es porque el único apoyo con el que contamos para realizar cualquier tarea por difícil que sea es él.

Cuando esto es así, Dios está con nosotros, no nos deja ni nos abandona, y este es el mejor apoyo con el que contamos.

Cabe mencionar que algunos creyentes no se apoyan en Dios sino en sus propias habilidades. Sabedor de esto, el rey Salomón dijo en uno de sus proverbios: “…Confía en el Señor con todo el corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas…” Proverbios 3:5-6 (NVI). Dios se interesa en ser nuestro apoyo en todo momento, ¿Y a Que ni Sabes Qué? El está ahora aquí, muy cerca de ti, queriendo ser tu único apoyo en este momento de tu vida.

IV. No puede haber duda – Hacer Volar Nuestra Fe, verss. 10-11

Josué ya no tenía alternativa, él tenía que hacer que su seguridad en las promesas que Dios le había dado (y de las que ya hemos hablado) hiciera a volar fe. Casi puedo escuchar a Dios decirle a Josué: “a que ni sabes qué Josué, hay cosas que tus ojos no han visto, que tus oídos no han escuchado y que ni siquiera te has imaginado, pero son cosas que tengo preparadas para ti porque te amo.”

Con estas palabras de Dios, Josué tenía la obligación de hacer volar su fe en Dios. Ahora nos toca a ti y a mí hacer lo mismo, no esperemos más, porque si esperamos las “condiciones perfectas” nunca vamos a empezar ni a terminar nada. Decidámonos y hagamos volar nuestra fe en el nombre de Dios.

CONCLUSIÓN

Toma esta palabra que Dios te ha dado hoy, y comprométete con él. Dios quiere usar tu vida y ayudarte a superar tus miedos, limitaciones y frustraciones. Mejor piensa en todo lo que Dios tiene preparado para ti.

No dudes, confía en Dios, apóyate en sus promesas y deja volar tu fe, y a que ni sabes qué: Dios te usará poderosamente y tu vida tendrá un profundo significado y un verdadero sentido de satisfacción.

© 2012. Luís René Pérez Quirino. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Predicas Cristianas

1 comentario en «¡A que ni sabes qué!»

Deja un comentario