Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar
Libro de Job
Job, era un varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, para Dios no había otro como él en la tierra.
Sin embargo Dios permitió que Satanás lo tentara para así blasfemar el nombre de Dios.
Cuántas veces somos tentados y se nos olvida que Dios está en control, que Él permite que seamos tentados para así darnos cuenta cuánto amamos y honramos Su santo nombre.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
2:8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.
Muchas veces pasamos por situaciones que nos tienta a pensar que nunca terminara, y que es un castigo de Dios. He aquí donde Dios te pregunta dónde está tu fe, dónde esta cuando me decías que me amabas cuando adorabas en mi templo y jurabas que jamás dudarías, y que tu fe no se quebrantaría.
¡Hipócritas! Le dijo Jesús a los Fariseos. Así somos nosotros cuando nuestra fe es nada más el día domingo que vamos a la iglesia, y al regresar a casa empezamos a dudar si Dios proveerá para ese día.
Mas cuando tenemos pruebas, o nuestra fe es tentada, nos olvidamos que Él que pelea la batalla por nosotros es EL TODOPODEROSO.
Jesús le dijo en Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Entonces si Él prometió estar con nosotros, ¿por qué dudamos de su gran amor y misericordia hacia nosotros?
No permitamos que una prueba nos desaliente a seguir Su camino. No olviden que solo los valientes llegan al final. Luego dice en el versículo Isaías 41:13 “Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: “No temas, yo te ayudaré”.
No importa lo difícil que sea la prueba, miren lo que le pasó a Job, perdió todo, fue tanto que hasta su propia vida se vio en dificultad.
Muchas veces nosotros nos damos por vencidos cuando afrontamos una prueba insignificante como la pérdida del trabajo, o si la novia o novio lo dejo. Una enfermedad o quizás la falta de dinero.
Si nos pusiéramos en el lugar de Job por un instante, nos daríamos cuenta que no hemos perdido nada que Dios no pueda dar la solución al problema.
Nos enfocamos tanto en lo que nos pasa que se nos olvida que Dios nos está hablando quizás por medio de un ser querido, y no ponemos atención a lo que Dios nos está tratando de decir; el dolor es tan grande que se nos olvida que es Él quien tiene el control de lo que pasa alrededor de nuestra vida como creyentes.
Hermanos entreguemos nuestra carga al Rey de Reyes que Él ha prometido estar siempre con nosotros, no importa lo pesado o difícil que sea la situación. “Para Dios no hay nada imposible”.
Honremos su santo nombre, no nos desviemos del camino que Él tiene preparado para nosotros por causa de lo terrenal. Recuerden el mundo y todo lo que hay en él pasarán, más su palabra vivirá para siempre.
Mantengamos en constante oración.
Dios me los bendiga.
