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La verdadera hombría

Objetivos: 

– Ser libres de la falsa hombría que afecta la identidad del hombre en el área sexual, emocional, económica y espiritual.

– Desatar la verdadera identidad de hombres como reyes y sacerdotes, portadores de éxito, valores y carácter.

Textos: 1 Corintios 16:13 “ Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.”

1 Reyes 2:1-3 “ Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y sus mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la Ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas ”.

Introducción:

El espíritu del mundo ha engañado a los hombres con una falsa imagen de hombría. Por mucho tiempo hemos sido bombardeados a través de la televisión, los medios de comunicación, el cine, la política y la pornografía, que han levantado a “superhéroes”, “héroes modernos”, o “ídolos del deporte”, y los muestran como “modelos de hombres” a los cuales debemos conformarnos (tomar su forma). Pero la Biblia dice en Romanos 12:2a “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”, es decir, “no tomemos la forma o el modelo del mundo, sino seamos formados de acuerdo al nuevo entendimiento que ahora tenemos por la Palabra de Dios”

Satanás el diablo, ha conseguido confundir la verdadera identidad del hombre, haciéndole seguir el modelo del mundo: Machista, dominante, controlador, agresivo, imponente, autoritario, mujeriego, irresponsable, sin afecto, etc.

Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a “su imagen, conforme a su semejanza”. Por lo cual la connotación de la palabra “hombre” es “imagen de Dios”.

1 Reyes 2:1-3 Cuando David instruye a su hijo Salomón a esforzarse y ser hombre, le explica detalladamente lo que significa ser hombre: Reconocer la autoridad de Dios, obedecerle, seguirle, porque de esa forma Dios le prosperará en todo lo que él emprenda.

El verdadero hombre es aquel que hace la voluntad de Dios, esto es hacer las cosas de una forma buena, agradable y perfecta. Portarse varonilmente significa imitar a aquel que nos dejó ejemplo de hombre perfecto: Jesucristo.

1. Nuestro modelo es Jesucristo.

Nosotros fuimos creados a la imagen de Dios, por lo cual HOMBRE significa “Imagen de Dios”. Cuando el Diablo hizo caer al hombre en el huerto del Edén, lo que consiguió fue estropear la imagen de Dios, pero Dios quizo restaurar su imagen y envió a su Hijo, quien es su propia imagen (Colosenses 1:15; Hebreos 1:3; Juan 14:9)

Cuando Jesús desarrolló su ministerio, tuvo que soportar diversos ataques y pasar por muchas pruebas para mantener intacta la imagen de Dios. El último examen lo dio ante Pilatos, quien después de interrogarlo minuciosamente, dictaminó: “ He aquí el hombre ”(Juan 19:5). Nuestro Señor Jesucristo se comportó como un verdadero hombre, reconociendo la autoridad de Dios y obedeciéndole hasta la muerte. (Filipenses 2:8).

2. ¿ Qué es la falsa hombría ?

Incrédulo, desconfiado, no cree a la Palabra, depende de la mentira y el engaño.

Negligente, perezoso, incapaz de producir prosperidad, atrapado por una mente ociosa.

Ignorante: Cegado por su mente carnal que es engañada por el Diablo.

Sin carácter: Enredado en sus malos hábitos, esclavo de la manipulación y dominado por el ego.

Impaciente: Se deja empujar por el apuro, toma decisiones precipitadas, que lo empujan al fracaso.

Rencoroso: No perdona ni pide perdón. Vive en la amargura de su pasado.

Odia: Se odia a si mismo y odia a los demás, se rechaza y rechaza a los demás.

Es machista: domina, controla, agrede, se impone, ejerce autoritarismo sin servicio.

Es un hombre que su vida está centrada en si mismo: egoísta, malcriado, un niño insatisfecho.

Sin carácter, los valores son relativos en él.

3. ¿ Qué es la verdadera hombría ?

La hombría es más que ser masculino, es producir el carácter de Cristo en nosotros, consiste en la obediencia a Dios, como prioridad en su vida.

Características de un verdadero hombre:

– Hombre de fe, confía en lo que Dios dice.
– Hombre virtuoso
– Valiente y esforzado
– Varones entendidos y conocedores
– Tiene dominio propio
– Paciente
– Misericordioso
– Amoroso
– Temeroso de Dios
– Aborrece la avaricia
– Ser responsables en el hogar

Varones entendidos, educados y respetuosos de sus líderes y sometidos a la autoridad de su pastor

Varones líderes: personas que influencian a otras con su ejemplo, decididos, motivadores, personas de empuje, logran cambios positivos en la familia, en el trabajo, en la iglesia y en la nación.

Varones sabios, apartados de la necedad y obstinación: prudentes, entendidos en la Palabra y el conocimiento de Dios, que sepan dirigir con sabiduría su familia, su empresa y su nación para Cristo.

Una característica notable de un verdadero hombre, es que Dios le puede usar. Esto queda en evidencia cuando Dios le pide a Moisés que escoja hombres que ayuden en su obra, Dios le dice:

“Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.” Exodo 18:21

4. Aspectos que impiden la verdadera hombría

No reconocer que uno vive bajo una falsa hombría

Presión de la Sociedad. Estamos rodeados de patrones sociales que no nos permiten ser valorados como verdaderos hombres cuando damos testimonio de nuestro cristianismo interno y sincero, que se opone al pecado y aborrece lo que Dios aborrece y ama lo que Dios ama.

Conciencia religiosa

Un mal modelo de hombre, recibido en el hogar

Una paternidad deformada

Conclusión:

¿Cómo vencer la falsa hombría ?

Reconociendo que tienes una voluntad débil, una mente engañada, un patrón deformado del verdadero hombre.

Tomar la decisión de desalojar del corazón todas aquellas cosas que están robando la verdadera hombría: abusos, rencores, amarguras, temores, odios, rebeliones, orgullo, tener un mal modelo de hombre por el ejemplo del papá o el dominio de la mamá, etc.

Perdonar a toda persona significativa que les dañó: papá, mamá, etc.

Recibir la hombría verdadera de parte de Dios, esto incluye la santidad, pureza espiritual, el carácter de Cristo: amor, perdón, dominio propio, verdad, respeto, etc.

Hoy el Espíritu Santo nos llama a poner toda nuestra diligencia para añadir a nuestra fe virtud, a la virtud conocimiento, al conocimiento dominio propio, al dominio propio paciencia, a la paciencia piedad, a la piedad afecto fraternal y al afecto fraternal amor, porque si estas cosas están en nosotros y abundan, no nos dejarán estar ociosos, sino más bien trabajando en los negocios de nuestro Padre Celestial. (2 Pedro 1:5-8)

El Señor vino a Gedeón y le dijo: Varón esforzado y valiente, y Gedeón dijo: ¿Valiente yo?, ¡estoy más asustado que una gallina!, ¡No! Dijo Dios, tú eres valiente, ¡Eres valiente!, no me discutas. Y vino para revelarle lo que él era. Cuando usted viene al Señor, uno de los grandes milagros es que empieza a conocer su verdadera identidad en Cristo.

No hay nada más extraordinario que concretar una meta, lograr un objetivo. Porque eso le provoca una sensación de satisfacción tan grande, tan extraordinaria, que le hace creer que si logro esto, puede lograr lo otro, si pude terminar educación media, puedo terminar una carrera universitaria, y eso es lo maravilloso, esa es la grandeza de una pequeña conquista, que le convence que puede ir detrás de la gran conquista.

Dejarnos cambiar por el Poder de Jesucristo. Debemos estar dispuestos para entregar todo nuestro corazón al Señor y permitirle que nos revele la verdadera hombría que fue clavada en una cruz, pero resucitó victoriosa al tercer día. Es la única forma de recuperar nuestra identidad de hombres, por difícil que sea y por mucha vergüenza que sintamos, debemos oír la voz de Dios. Les invito a descubrir su corazón delante del Señor, y a entregar toda esa cobardía que nos dominó en el pasado y que nos robó tantas bendiciones.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio ” 2 Timoteo 1:7

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